Trazos y geografías del Mamoré. Abubuya

Un espacio adquiere la categoría de territorio cuando puede delimitarse, ya sea material o simbólicamente, pero dentro de las inmediaciones de una selva como la beniana, en Bolivia, la condición del límite se mezcla junto al cómo accedemos y compartimos con sus actividades diarias.

A partir estos aspectos preliminares somos capaces de comprender un territorio selvático, y como éste puede fragmentarse y dar lugar a otros. La selva actúa como un espacio inigualable frente a una territorialidad dinámica y multifacética, rompiendo con la idea del espacio cerrado para dar lugar a una idea del espacio articulado, que da cabida tanto a los individuos como a sus variadas cosmovisiones.

Adentrarse en estos territorios bajo la mirada de un proyecto de residencia artística como Abubuya[Este proyecto de residencia artística por el río Mamoré, en el departamento del Beni, ha sido creado y producido por Kiosko Galería de Santa Cruz en Bolivia. Abubuya significa en el dialecto mojeño-trinitario «dejarse llevar por la corriente del río Mamoré».]], organizado por [Kiosko Galería, nos expone a un espacio geográfico organizado y mutable. Además son estos factores, propios del análisis territorial, los que se ven interrumpidos por la influencia que ejercen los fenómenos naturales, las actividades humanas y culturales que ocurren y contienen propiedades, situaciones, formas y orientaciones.

Por otro lado, al construir un análisis espacial del territorio, buscamos cuáles son las relaciones con el paisaje y los sitios que recogen un sin número de cuestionamientos sobre la identidad que poseen algunos grupos humanos que conviven con un río, por ejemplo. De esta manera, el vital elemento es un refugio que forma parte de la comunicación e innovación de un espacio territorial en donde el agua designa y marca. Es por esa razón que al producir y curar una exposición de arte contemporáneo denominada “Chope Abubuya” reflejamos un paisaje señalado, pintado, obturado y actuado que recoge parte de las percepciones que poseemos frente a todo un ecosistema.

Es fundamental re-escribir desde dónde hemos observado nuestra relación con el territorio. Una relación que ha sido formada desde la óptica de un grupo de artistas visuales como Elkin Calderón, Colombia; Margarita García Faure, Argentina; Marco Godoy, España; María Teresa González, Venezuela; Jesús Bubu Grandon, Puerto Rico; Nancy La Rosa, Perú; Kate Levant, Estados Unidos; Daniel de Paula, Brasil; Fernando Prats, Chile; y los bolivianos aruma, Julio González, Sergio Molina, Cecilia Monroy, Douglas Rodrigo Rada y Raquel Schwartz, ante la comunidad El Rosario[[Los habitantes de la comunidad El Rosario son descendientes directos de la etnia mojeña.]]. Por eso, al residir y recorrer los espacios que nos presenta el río Mamoré, bajo el contexto de Abubuya, recopilamos distintas interpretaciones tanto del espacio subjetivo, como también de un espacio objetivado. En este caso, el marco topográfico fluvial nos enfrentó al talante de su diámetro, desde donde especulamos sobre el sentido del paisaje. Y aun más, la sinergía producida en un espacio inexplorado, inevitablemente nos acercó a diversas realidades sociales que pueden ser el cimiento de singulares acciones que se podrían llevar a cabo en el futuro.

El viaje por el fluir del Mamoré no sólo nos enfrenta a una naturaleza exuberante sino que además nos presenta varias imágenes, texturas y sonidos de sus parajes y formas de habitar. Ahora si combinamos este espacio junto al diálogo construido por los participantes de Abubuya, tenemos como resultado una exposición de arte contemporáneo que va más allá de lo que pueden contar los pensamientos y relatos artísticos que yacen en ella.

Aparentemente la inmensidad de la selva beniana contiene varios aspectos que establecen una plataforma para denominar y examinar sus geografías frondosas. Una exploración dinámica que en síntesis visibiliza la relación geográfica que éste alberga, y que sin duda interactúa con esa territorialidad humana en constante movimiento.