close

En A*DESK llevamos desde 2002 ofreciendo contenidos en crítica y arte contemporáneo. A*DESK se ha consolidado gracias a todos los que habéis creído en el proyecto; todos los que nos habéis seguido, leído, discutido, participado y colaborado. En A*DESK colaboran y han colaborado muchas personas, con su esfuerzo y conocimiento, creyendo en el proyecto para hacerlo crecer internacionalmente. También desde A*DESK hemos generado trabajo para casi un centenar de profesionales de la cultura, desde pequeñas colaboraciones en críticas o clases hasta colaboraciones más prolongadas e intensas.

En A*DESK creemos en la necesidad de un acceso libre y universal a la cultura y al conocimiento. Y queremos seguir siendo independientes y abrirnos a más ideas y opiniones. Si crees también en A*DESK seguimos necesitándote para poder seguir adelante. Ahora puedes participar del proyecto y apoyarlo.

Las agencias: del proyecto a la acción

Magazine

31 enero 2013
Foto cedida por Leónidas Martín

Las agencias: del proyecto a la acción

Llevo un tiempo queriendo rescatar un evento que marcó un antes y un después en la historia del activismo artístico en España pero no encontraba el momento oportuno, hasta hace una semana. Leónidas Martín (del colectivo “Enmedio”) impartía el seminario Artivismo: arte y política en las sociedades conectadas, en las aulas del ESDi (Barcelona). Partiendo de una larga lista de precedentes sobre activismo artístico que ahora configuran su manera de actuar, acabó haciendo especial hincapié en uno de los proyectos más interesantes e incomprensiblemente poco estudiados de la historia del arte más reivindicativo pero que deviene protagonista en mis investigaciones actuales: “Las Agencias”.

“Las Agencias” partieron de varios talleres realizados en el MACBA en 2001, encabezados por Jordi Claramonte (del colectivo “la Fiambrera Obrera”) y Jorge Ribalta (encargado del Departamento de Programas Públicos), previo a la celebración de la cumbre del Banco Mundial en Barcelona. Focalizados en buscar la complicidad de colectivos activos en creación y la de movimientos sociales, trabajaron como mediadores para alcanzar espacios de experimentación a los que el museo, por sí solo, no tenía acceso. Este proyecto surgía para otorgarles independencia y autonomía, pero contando con el uso de algunos recursos de la institución, estableciendo una amplia red de colaboración entre profesionales y amateurs. Paralelamente toda su dialéctica serviría al museo como ejercicio de autocrítica: elemento fundamental para evitar el asentamiento de una férrea estructura jerárquica.

Hubo desencuentros desde el inicio del taller: la imposibilidad de “Contrainformaciones” para emplazar un debate sobre especulación urbanística (con la participación de grupos okupas) precisamente en las instalaciones del MACBA (símbolo de la misma en el Raval); la precariedad de medios ofrecidos por el museo; la falta de alojamiento para los participantes… El museo tampoco callaba: recriminaron a los participantes que, sin haberles pedido permiso previo, copiaran y repartieran entre ellos las llaves del taller en que trabajaban; o manifestaban cierto miedo ante el hecho de que realizaran «actividades que pudieran ser definidas como ilegales» con los ordenadores e internet prestados.

Estos talleres de agenciamiento se resolvieron con la “muestra” de los productos realizados (trajes Prêt-a-revolter, pegatinas de Dinero Gratis, el Show Bus,…) en una manifestación por el centro de la ciudad. Tal visibilidad, acompañada de mucho ruido, finalizó con una más que previsible carga policial tanto sobre los que estaban en la calle como sobre los que se refugiaban en la antigua cafetería del MACBA (que acabó destrozada). Muchos de los participantes de “Las Agencias” fueron desplazados a comisaría mientras que la dirección del museo se guarecía de los golpes tras los muros del CCCB. Este suceso, junto a que previamente la prensa se hizo eco de que el museo cobijaba actividades de dudosa legalidad, sirvió de detonante para que el Consorcio del MACBA (el Ayuntamiento, la Generalitat y la Fundación del museo) diera un toque de atención a Manuel Borja-Villel, tan efectivo como para frenar la continuidad de “las Agencias”. Se exigió el despido de Jorge Ribalta y llegó a peligrar la cabeza del propio director, pero contaban con un salvavidas: el Consorcio había aprobado con anterioridad ese mismo proyecto, por lo que tan solo pudieron quejarse y restringir “parte” de la libertad de “las Agencias” (consecuentemente muchos de ellos renunciaron a continuar participando con el museo). El catálogo Objetos Relacionales. Colección MACBA 2002-2007 relata parte de los hechos con la versión oficial, mucho más light de lo realmente acontecido.

De esto hace ya casi doce años, y es interesante analizar cómo han evolucionado ambas partes y lo que este acontecimiento ha supuesto para acometer ciertos proyectos actuales. Desde la institución museo sigue dándose cabida a colaboraciones con colectivos; aunque eso sí, a pequeña escala y mucho más moderados que “las Agencias”. Por parte del artivismo, estos sucesos han dejado un rico legado en cuanto a metodologías transformadoras, nuevos lenguajes con los que intervenir en la sociedad… Un par de ejemplos de influencia directa serían el propio colectivo “Enmedio” o el “CCCB” (Centro de Cultivos Contemporáneos del Barrio). En cualquier caso, hoy día sigue siendo interesante estudiar los modos en que la institución se relaciona con su entorno, ¿simplemente enseña o también aprende de tales interacciones?

To be continued.

Alba Benavent es una eterna aprendiza. Historiadora del arte, observa el mundo artístico bajo una mirada curiosa a la par que analítica; la investigación ha sido siempre su asignatura favorita. De mente inquieta, casi tanto como sus pies, se propone hacer más accesibles los entresijos del chiringuito artístico a partir de la reflexión entorno a las diferentes actuaciones de sus agentes. Escribe el blog elchiringuitodelarte.

Media Partners:

close
close
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)