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Otros modelos de consumo artístico

Magazine

08 mayo 2006

Otros modelos de consumo artístico

Resulta imposible hablar de cultura popular sin hacer referencia a las leyes de mercado y al consumo masivo que define tanto nuestra sociedad actual como nuestro ritmo diario. Dentro de estos hábitos de consumo, existen poderosos canales mediáticos – principalmente la televisión, aunque también la prensa escrita o la radio – que ofrecen, de manera más o menos sutil, más o menos agresiva, diferentes posibilidades de percepción, alteración o manipulación del entorno. Por otro lado, existen aquellos espacios construidos y diseñados para el buen uso y disfrute de una cultura de ocio basada en el consumismo.


El centro comercial, el multicine o el propio museo (por citar solo algunos casos) cubren de manera efectiva el deseo de adquisición – ya sea material o intangible, en forma de conocimiento – con un objetivo claro: conseguir un alto éxito comercial, aunque esto suponga (o pueda suponer) un detrimento cualitativo de dichas ofertas.

Si pensamos específicamente en el ámbito del arte, es evidente que nuestra relación con las prácticas artísticas – más allá de medios como la prensa o la crítica – depende en gran medida de la visita y conocimiento directo de espacios como museos o centros de arte; lugares dedicados a la difusión cultural y definidos desde la necesidad de consumo por parte de un público plural capaz de satisfacer sus inquietudes o, simplemente, dejarse llevar para ampliar su ocio cultural sin demasiada pretensión y/o interés.

Buena prueba del éxito de ciertos planteamientos de seducción dentro del ámbito de la cultura, y por tanto de la efectividad de concentrar el consumo de arte en ubicaciones concretas de fácil acceso y visibilidad, las vemos por ejemplo en la asistencia masiva de público no-especializado en eventos artísticos como ARCO, o la fidelidad popular hacia nuevos museos de arte contemporáneo en ciudades medianas, como el caso ya clásico del Museo Guggenheim de Bilbao, o la excelente acogida del MUSAC en la ciudad de León. Todos ellos contextos específicos en los que, pese a estar más vinculados a cierta cultura de elite, consiguen generar desde sus propuestas vínculos de proximidad entre los discursos artísticos y la cultura popular; un requisito fundamental para que el arte deje de considerarse como algo distante e inaccesible y pueda asumir así un papel de cierta relevancia crítica en nuestro entorno cotidiano.

Al margen de dichos sistemas de recepción artística basados en el intento más o menos eficaz de construir grandes centros para la cultura, Processos Oberts plantea de forma sutil, y desde un ciudad pequeña como Terrassa, un ejercicio contrario en el que, más allá de concentrar sus esfuerzos en un único lugar o centro, plantea el propio tejido urbano de Terrassa como marco de trabajo e investigación continuada alrededor del arte actual y sus posibilidades de incidencia social. Tras las experiencias positivas de las dos ediciones anteriores P_O_3, este año bajo el lema de Hiperpop y comisariado por Eduardo Pérez Soler y Álex Mitrani, ensaya otras fórmulas de contacto entre los discursos artísticos y el público local con el objetivo de generar marcos de proximidad efectiva con sus usuarios, y no ya desde los contextos habituales del arte, sino desde los propios canales que definen y sustentan la sociedad de consumo, como los medios de comunicación que usamos regularmente o las situaciones cotidianas y banales que estructuran nuestro día a día.

Por este motivo, la noción de “hiperpop” que articula el proyecto no ofrece simplemente una lectura crítica de la asumida sobreabundancia mediática que define la relación entre individuo y lugar, sino que además propone una especie de reivindicación entusiasta de dicha saturación entendida casi como un juego de interactuaciones y encuentros (incluso fortuitos) entre arte y público desde realidades voluntariamente ajenas a los circuitos artísticos.

P_O_3 ensaya otras fórmulas de contacto entre los discursos artísticos y el público local con el objetivo de generar marcos de proximidad efectiva.

Para este propósito, Hiperpop cuenta con la participación de varios artistas y colectivos que desde su trabajo establecen conexiones múltiples con la idea de identidad y pertenencia cultural, algo que permite la confección de un trabajo de colaboración y participación que, más allá de su presentación final desde el espacio de exposiciones abre – se reciba o no como producto artístico – nuevas estrategias de identificación e interpretación crítica de la realidad de Terrassa. Para ello, cada uno de los cuatro proyectos inició en el mes de febrero un análisis específico del territorio que ahora propone una filtración en el contexto socio-cultural de la ciudad y en su ritmo diario. Los cortos de animación de Chuso Ordi emitidos desde la televisión local bajo el título de Ráfagas; las tiras cómicas diarias de Stripstis, proyecto de Pauline Fondevila i Francesc Ruiz para el Diari de Terrassa a partir de recorridos y derivas por los bares de la ciudad; la campaña promocional de los Nuevos Ricos, sello discográfico mexicano que, aparte de una programación radiofónica en Ràdio Kaos, ofrecerá un concierto de sus grupos más destacados (Silverio, Aux Raus, María Daniela y su Sonido Láser) para las fiestas de Terrassa; o Som aquí, graffitis y dibujos de calle de Azucena Vieites en relación a la exploración iconográfica de la representación femenina en el contexto de Terrassa, en colaboración con asociaciones y colectivos feministas de la ciudad, son las cuatro propuestas que en estos momentos se encuentran en proceso de presentación pública y que irán ocupando esporádicamente ciertos espacios y medios de comunicación de la localidad hasta el próximo mes de julio.

Pese a una dinámica de trabajo que rehuye de la presentación única en favor de la noción de proceso, continuidad e implicación ciudadana, es cierto que P_O_3 precisa de ciertos dispositivos de visibilidad, y quizás ahí es donde se encuentra su gran reto, así como su principal riesgo. En este sentido, Hiperpop propone ciertas alternativas de consumo, como un pequeño espacio de documentación situado en la Sala Muncunill, o sobretodo su página web, en la que además de poder seguir la evolución de cada uno de los proyectos, se invita al usuario a participar en primera persona a partir de un weblog que refleja la eficacia de la red como contexto de reflexión y debate en tiempo presente. Finalmente, al igual que en los años anteriores, la tercera edición de P_O_3 se cerrará con la edición de un catálogo que recogerá toda la experiencia.

En definitiva, parece ser que Terrassa ha encontrado con Processos Oberts un buen contexto de trabajo adecuado a las características de la población. Un proceso lento que, sin buscar un éxito comercial masivo, sin erigirse como nueva plataforma dedicada al arte para atraer a grandes masas, se filtra de forma modesta y paulatina en la ciudad, y permite un modelo de consumo en arte contemporáneo que enfrenta conscientemente la ausencia de protagonismo expositivo desde la conciencia y el peligro de pasar desapercibido para gran parte de la ciudadanía. Ahora bien, cuando consigue establecer vínculos específicos y diferenciados con su público, Processos Oberts, ofrece algo muy efectivo y e incluso admirable: favorecer una aproximación emotiva con los usuarios sin engaños ni seducciones preestablecidas; algo que, de forma efímera y fugaz, permite alterar y redefinir el ritmo habitual y frecuentemente monótono de la ciudad. Y esto ya es bastante cuando se habla de arte.

David Armengol (Barcelona, 1974) es comisario independiente y combina su práctica curatorial con otras actividades paralelas como la gestión cultural y la docencia. Le interesa especialmente la música, la naturaleza y el relato, pero desde el ámbito del arte contemporáneo. Es decir, no sabe tocar ningún instrumento, no es un gran aventurero y no domina el arte de narrar. En cierto modo, le basta con que sus pasiones sonoras, paisajistas y narrativas convivan en el formato de una exposición. Por eso siempre piensa en artistas.

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