close

En A*DESK llevamos desde 2002 ofreciendo contenidos en crítica y arte contemporáneo. A*DESK se ha consolidado gracias a todos los que habéis creído en el proyecto; todos los que nos habéis seguido, leído, discutido, participado y colaborado. En A*DESK colaboran y han colaborado muchas personas, con su esfuerzo y conocimiento, creyendo en el proyecto para hacerlo crecer internacionalmente. También desde A*DESK hemos generado trabajo para casi un centenar de profesionales de la cultura, desde pequeñas colaboraciones en críticas o clases hasta colaboraciones más prolongadas e intensas.

En A*DESK creemos en la necesidad de un acceso libre y universal a la cultura y al conocimiento. Y queremos seguir siendo independientes y abrirnos a más ideas y opiniones. Si crees también en A*DESK seguimos necesitándote para poder seguir adelante. Ahora puedes participar del proyecto y apoyarlo.

Retracción [3/5]

Magazine

16 noviembre 2020
Tema del Mes: Retracción

Retracción [3/5]

Prefacio

Publicada en el contexto de la «vida retractada» bajo las condiciones de la pandemia actual, la edición de noviembre de A*DESK presenta el trabajo de veinte colaboradores que interpretan un concepto general de «retracción» dentro y fuera del contexto artístico desde diversos puntos de vista y diversos medios. La edición se organiza temáticamente en cinco partes, semanales, cada una introducida por un breve texto escrito por el editor invitado Peter Freund.

Retracción 3: Lanzando la moneda

Elena Kuroda, Dissonance (Disonancia)

Agnès Thöni, Maybe that’s why a present is called a present (Quizás por eso el presente se llama presente)

Nuno Carvalho, Composición Algorítmica 01

Andreas Kaufmann, Intermission Projects (Proyectos de pausa)

 

Introducción (Parte 3 de 5)

El lanzamiento de una moneda oscila entre las cabezas y las colas del azar y la determinación. Por un lado, el resultado exacto parece venir de una operación libre de cualquier algoritmo. Por otro lado, el proceso se rige estrictamente por un acto delimitado, una probabilidad calculable y unas probabilidades especificables. Al menos desde Dadá, la aleatoriedad en arte ha proporcionado un medio para liberar el resultado artístico de una destinación definida a priori. No obstante, la actitud en relación al azar ha tenido dos caras. Las «operaciones casuales», las «reglas del juego» y las «directivas» son los nombres de algunos usos de los procedimientos algorítmicos que someten los artistas al azar para evitar la búsqueda de objetivos operativos y permitir que cada resultado ser convierta en un buen resultado.[1] Por otro lado, encontramos la «escritura no-creativa» y gestos afines en los que uno se somete rigurosamente a las leyes de la contingencia para entrar en la volatilidad que se vive dentro del orden simbólico. [2] Sea como fuere, en el momento prolongado de una oscilación en la retracción diferencial entre lanzamiento y aterrizaje, uno se enfrenta y se compromete con el destino de la propia ceguera.

Aquí se encuentra el marco inexorable dentro del cual la obra y una política de la obra son posibles. Tal oportunidad, como dijo un compañero artista, «defiende la ignorancia de un sujeto que piensa y observa, desestabilizado a causa de leyes insuficientes, observaciones torpes y del débil poder de los cálculos». [3] La importancia de soportar, o incluso de disfrutar de la propia estupidez y la mala suerte no se pueden ningunear. Demasiada previsión e inteligencia son el enemigo del juego: de hecho, las normas lo prohíben. Descubrir la necesidad retroactiva del accidente es la única opción deseable.

Un número aparece de repente en la mente de un chico perfectamente normal: 1734. No tiene ni idea de porqué, pero después empieza a generar una serie de asociaciones que relacionan este número casual, en parte mediante operaciones matemáticas, con una explicación intrincada de la trayectoria de su vida. El hombre señala que el período comprendido entre los 17 y los 34 años había sido el de sus años más formativos y mejores y que recientemente al cumplir 34 años empezó a entristecer, ya que consideraba que esta edad marcaría el final de su juventud. A continuación, descubre, consultando un índice bibliográfico alemán estándar, que los cocientes de 1734 divididos por 17 (=102) y de 102 divididos por 17 (=6), además de la divisibilidad de 17 y 34 por 17, dan todos los números identificativos de textos literarios y filosóficos específicos que reflejan un significado innegable sobre el momento presente de la vida del hombre. Y las asociaciones continúan. [4] De este proceso estocástico y absurdo surge un conjunto de operaciones específicas y una lógica concreta que revelan retroactivamente dentro de un acontecimiento aleatorio (aquí un número casual) los fragmentos de un conocimiento extrañamente desconocido para la persona que lo conoce.

Avanzando en un continuo relacionado, pero en dirección opuesta, un filósofo contemporáneo ha reinterpretado brillantemente el poema por excelencia sobre el azar, Un Coup de Dés Jamais N’Abolira Le Hasard (1897/8). Argumenta que el texto, que rompe bruscamente con la propia práctica métrica del poeta, en lugar de dar paso al gesto anárquico de «verso libre», introduce una nueva métrica basada en el cifraje numérico, utilizando los números 7, 12 y 707. [5] Paralelamente, una redacción conceptualista del mismo poema (1969) cubre cada línea del original con barras horizontales rectangulares de color negro. La retracción pone en primer plano la configuración espacial precisa de las palabras esparcidas como dados por la página, subraya la presentación de la letra del poema original (la pureza y el límite del medio lingüístico arbitrario) como algo superado por su propia imagen visual y establece un partitura para la representación del texto original. [6]

Esta semana presentamos cuatro trabajos. En primer lugar, imaginad un conjunto de luces intermitentes a punto de apagarse, descubiertas por casualidad y representadas como puntos de una gran ciudad europea (un centro financiero mundial) en espacios públicos distantes durante un período de cuatro años. Las luces persisten en un estado conceptual de oscilación en relación a ellas mismas y con las demás a través del espacio y el tiempo. Como tales, mapean el terreno dela ciudad como un boceto autoborrable. En segundo lugar, encontramos un harmonógrafo, una máquina de dibujo construida a mano diseñada para producir figuras geométricas altamente regulares a través del movimiento harmónico de péndulos oscilantes. En los movimientos aparentemente naturales de la máquina, la artista introduce sutiles y arbitrarias perturbaciones del entorno, que van desde ligeros codazos hasta huellas sobre suelos tambaleantes que dislocan el tranquilizador orden de probabilidades interno. En tercer lugar, un conjunto escultórico caricaturiza la utopía recombinatoria de apertura absoluta actual y la probabilidad sobre la cual depende esta fantasía en una serie de obras que ya se han detenido en el primer montaje. Finalmente, considerad la oscilación que delimita la propuesta artística como un género y un gesto de escritura. La propuesta amplia o retracta la acción en función del resultado: si se acepta, avanzas; si no, vuelves atrás, quizá no vuelves a probar o quizá cambias o dejas de lado la idea. Pero, imagínate, entonces, tres propuestas que se retractan por adelantado. Estas obras, como todas las propuestas de los artistas, se construyen como la caja de gatos cuánticos de Schrödinger, que contiene un felino que está al mismo tiempo vivo y muerto. [7] El artista de estas propuestas no la necesidad de abrir sus cajas, es decir, no tiene ningún interés en la consideración del jurado y el resultado externo), sino que simplemente construye y deja estas propuestas flotando en un estado conceptual de superposición. [8] Años más tarde (2020), el artista añade una cuarta pieza, una réplica que retracta el tríptico de tentativas decisivas, situados en el reciente confinamiento de la pandemia. En el universo de esta pieza suplementaria, el observador ya no se encuentra fuera de la incertidumbre del artículo, sino que se convierte en el gato que se enfrenta al espectáculo ineludible de estar muerto y vivo al mismo tiempo.

Peter Freund

 

Notas 

[1] Las referencias aquí son a las obras algorítmicas de Sophie Calle, John Cage, Fluxus y Goat Island. Ver también La Monte Young y Jackson Mac Low, An Anthology of Chance Operations (Nueva York: Young & Mac Low), 1963.

[2] Kenneth Goldsmith, Uncreative Writing: Managing Language in the Digital Age (Nueva York: Columbia University Press), 2011. Craig Dworkin y Kenneth Goldsmith, Against Expression: An Anthology of Conceptual Writing (Chicago: Northwestern University Press), 2011. Aquí se encuentran fructíferos encavalgamientos de tipo retractivo rentre los legados de Oulipo y el arte conceptual.

[3] Eloi Puig, «Reordering Torvix» en Peter Freund, «Retracted Cinema», próximamente en Found Footage Magazine(2021).

[4] Sigmund Freud, The Psychopathology of Everyday Life, trad. Brill (Nueva York: The MacMillan Company), 1914, cap. 12.

[5] Quentin Meillassoux, The Number and the Siren: A Decipherment of Mallarmé’s Coup De Dés (Faimouth, Reino Unido: Urbanomic), 2012. Ver también Quentin Meillassoux, «The Materialist Divinization of the Hypothesis». Conferencia impartida y grabada el 2012 en la Miguel Abreu Gallery, Nueva York, vídeo.

[6] La referencia aquí es la intervención de Marcel Broodthaers de 1969 (grabado mecánico y pintura sobre doce placas de aluminio) en Un Coup de Dés Jamais N’Abolira Le Hasard de Stéphane Mallarmé. En esta obra se podría encontrar una extensión del aforisme de Edmond Jabès: «Hacer visible la palabra, es decir, ennegrecerla».

[7] La idea de «superposición» en mecánica cuántica plantea que un cuántico existe simultáneamente en dos estats físicos opuestos. «El gato de Schrödinger» fue un experimento conceptual del 1935 ideado por el físico Erwin Schrödinger para criticar la «interpretación de Copenhaguen» del fenómeno plantejando la cuestión de cuándo y cómo se resuelve la superposición de dos estados en un estado o en otro. En el cuento de Schrödinger, un gat o muerto/vivo se encuentra en una caja cerrada instalada con unas condiciones de observación especiales que determinarán el destino final del gato.

[8] Estas obras deben distinguirse de las propuestas quijotescas (por ejemplo, la serie Alter) de Lim Tzay Chuen, que quiere provocar una serie de racionalizaciones burocráticas para rechazar las propuestas más escandalosas más razonadas. Por otro lado, estas obras también han de diferenciarse de un proyecto como la anticipada pintura de Duchamp Tulip Hysteria Co-ordinating, que simplemente nunca llegó a la «Primera exposició anual» de 1917 de la Sociedad de Artistas Independentes. En una línea relacionada, el concepto difiere de la entrega sorpresa del Retrato de Iris Clert de Rauschenberg.

[Imágen destacada: Elena Kuroda, Dissonances]

 

Elena Kuroda

Dissonance, 2018-Presente
Harmonógrafo: madera, metal y plexiglás

Dimensiones variables

Dibujos, tinta sobre papel

EK_1
EK_2
EK_3
EK_4
EK_5
EK_6
previous arrow
next arrow

 

Dissonance, 2018-Present

Video, 2 min 44 sec loop

 

Statement

Generalmente, mi trabajo se centra en representar el paso del tiempo dentro de las banalidades de la vida a trabés de una serie de imágenes y dibujos fotográficos múltiples. La temática abarca objetos, personas, recuerdos, lugares de encuentro y sus entornos. Busco un cierto orden dentro del contexto de la materia que permite una transformación de lo ordinario y previsible en un sistema complejo liberado que sea «honrado» y que tenga su espacio que le permita ser visto de nuevas maneras. En esta transformación, el tiempo a menudo se convierte en un factor esencial que necesita representación.

Con la intención de mirar más allá de lo obvio dentro de nuestra obsesión por el tiempo, mi trabajo reciente se ha inspirado en aquello «novisto». Mi interés es poder percibir y visualizar aquello que solo puede conseguirse mediante la experiencia sensorial. Evidentemente en la serie Dissonance, la obra se leja del uso de la fotografía para explorar patrones y trayectorias aleatorias más intrincadas entregadas a partir de dibujos que representan ondas sonoras vibracionales. Utilizo un instrumento mecánico semi-automático de construcción propia para crear las imágenes. A través de estos dibujos cuestiono la noción de azar y la probabilidad mediante una intervención premeditada y arbitraria en la producción de imágenes. Puedo ser testimonio de una contradicción en una trayectoria y en un tiempo, que se muestra al papel como punto de entrada, el pasado, y un punto de parada de salida, el presente.

Al contemplar el presente, la quietud, se hace perceptible que la estructura no puede existir sin el caos. Al contrario, en el presente creo que avanzamos en el tiempo a un ritmo acelerado. Me pregunto si, a partir de pararse y contemplar el presente tal como es y aceptando su naturaleza, saldrá del caos una especie de orden que, finalmente, nos retornará a una comprensión existencial que no libere de su construcción.

Elena Kuroda (n. 1977) es una artista española y japonesa. Nacida en Madrid y criada en Japón, estudió fotografía en Los Angeles (EUA), donde trabajó diversos años en el campo mientras exponía su obra y ha estado trabajando como fotógrafa independiente. Utiliza fotografías y dibujos como medio principal con el uso ocasional de trabajos de vídeo instalaciones. Actualmente, Elena vive y trabaja en Barcelona. elenakuroda.com

 

Agnès Thöni

Maybe that’s why a present is called a present, 2016-20  (Quizá por eso el presente se llama presente)

Video, 10 min 32 sec

 

Statement

Mi trabajo en vídeo se basa en luces intermitentes recogidas entre 2016 y 2019 en la ciudad de Zurich. Todas fueron registradas durante el lapso de tiempo de un minuto, documentando su vacilación entre entrar o salir. Haciéndose eco de este movimiento errático, el sonido de su entorno también parpadea. Una marca de tiempo relaciona las luces y su estado excepcional con una fecha y una hora. Las luces en la ciudad de Zurich son en realidad muy escasas. Pertenecen de alguna manera a la parte posterior de la ciudad, que permanece la mayor parte del tiempo escondida tras el aspecto limpio y ordenado de la ciudad. Son, en cierta forma, «material retráctil», las partes plegadas de una masa amorfa que podría ser nuestra civilización. Algunas partes plegadas son tan superficiales como las luces que no funcionan y, otras son mucho más profundas, desde la neglicencia hasta la pérdida de control hasta la barbarie.

Agnès Thöni es una artista suiza y española que actualmente vive en Zurich. Formada como arquitecta en la Universitat Politècnica de Catalunya y en la Technische Universität Berlin, inició su práctica artística tras sus estudios en el 2011. El 2016 tuvo una residencia artística en Nueva York. Ha mostrado su obra en España, Suiza, Reino Unido, Austria y Estados Unidos. A causa de sus antecedentes, su práctica artística guarda una fuerte relación con la geometría y los elementos arquitectónicos. Comprende diversos soportes, como trabajos en vídeo, instalaciones de salas, representaciones y objetos escultóricos, a menudo presenta un componente analítico exploratorio. Las obras se originan en una pregunta o en un pensamiento intuitivo y se materializan en forma de respuesta visual o reacción a la misma.

Nuno Carvalho

Composición algorítmica 01, 2020.
Madera, papel, metal (latón), cristal (vaso) pelota de basket.

Instalación, medidas variables.

Una serie detenida de recombinaciones de materiales se convierte en un receptáculo con el objetivo de conectar el presente con la historia en continuo estado de cambio.

composition0111
composition0121
previous arrow
next arrow

Statement

Partiendo de la premisa de «Retracción», la obra Composición algorítmica 01 propone presentar una narración fluctuante entre la imaginación del artista, su posición crítica sobre el mundo actual y el algoritmo como probabilidad de la secuencia de observación desde el instante del tiempo. La obra resultante tiene como objetivo explorar los procesos artísticos en los que el artista pretende minimizar el gesto sobre los resultados. Los materiales utilizados pretenden reflejar el concepto propuesto, mezclando y contrastando los elementos generados por la actividad humana para crear instalaciones que tengan la escultura como recurso.

Nuno Carvalho (1978), artista portugués residente en Barcelona, en la última década ha desarrollado propuestas artísticas en el ámbito de la instalación, la escultura y la performance. En sus trabajos, el espacio público, los objetos, las acciones, el tiempo y su cuerpo son los elementos principales. Su obra fusiona libremente diferentes disciplinas artísticas y lenguajes dentro de una misma pieza, utilizando la inmediatez de la instantánea y la acción en vivo para crear situaciones que plantean cuestiones filosóficas y experiencias poéticas que reflejan las sutiles contradicciones de la realidad contemporánea que a menudo se convierten en una crítica cómica  absurda de la realidad más inmediata.

 

Andreas M. Kaufmann

Intermission Projects, 1984-actualidad (Proyectos de Pausa)

Imágenes, vídeos

Intermission projects, 1984-en curso

Los «Proyectos de Pausa» o «Pausenprojekte» (en alemán) tratan cuestiones relacionadas con la esfera pública y/o espacio público. Son obras de arte potenciales; no pretenden ser realizadas. Al contrario, pretenden que han sido ejecutadas en un lugar concreto. En realidad, la verdad es que solo existen como simulaciones más o menos perfectas, quieren parecer una documentación fotográfica o videográfica, tal como si fuera así.

 

01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
previous arrow
next arrow

Bilderpause, 1996/2000

Simulación fotográfica

En esta «Intervención de imágenes», el ámbito urbano ya no es un lugar de experiencia comunitaria que da identidad sino la arena de un consumismo delirante con un efecto narcótico sobre las masas. Cualquier cosa que interfiera en este propósito de movimientos en público no es bienvenida. Este es el punto en el que se instala «Bilderpause», mi propuesta de intervención de «suprimir» todos los carteles de una calle comercial.

 

01_DenkpauseKHZAppenzell
02_DenkpauseKHZAppenzell
previous arrow
next arrow

Denkpause, 1984/1999 (Pausa de pensamiento)

Simulación fotográfica

Esta «Pausa de pensamiento» trata la idea que el tráfico ha de esperar hasta que se funda el hielo.

 

Lichtpause, 2004 (Pausa de luz)

Vídeo, 3 min 28 seg

Esta «pausa de luz» muestra un oscurecimiento coreográfico de una ciudad (Duisburg).

 

Test Human Intermission, 2020 (Test pausa humana)

Vídeo, 14 min 36 seg

La imagen de un sentimiento: una cosa que sentimos, pero al final no vemos. (La música está compuesta y producida por Oliver Frank (D) / Nombre artístico: «Oeler»). El cine en la calle en el vídeo muestra un montaje fragmentado de «No es país para viejos» (Joel y Ehtan Coen).

Andreas M. Kaufmann. Nacido en Zurich, vive y trabaja en Barcelona y Colonia. De niño recogía todo tipo de cosas, sobre todo fósiles; y quería ser arqueólogo. Durante los primeros años de bachillerato, cambié de opinión. Estudié Bellas Artes en la Kunstakademie Münster y Diseño Fotográfico a la Universidad de Ciencias Aplicadas de Münster y Dortmund. Además, también estudié Filosofía, Historia y Literatura alemana en la Westfälische Wilhelms-Universität Münster. Mis trabajos se han expuesto internacionalmente en instituciones y ferias de arte como Bunkier Sztuki Cracòvia, el Museo de Arte Moderno de Saitama en la ciudad de Urawa, el espacio de exposiciones Sagacho en Tokio, Apex Art en Nueva York, Wilhelm Lehmbruck Museum Duisburg, la Biennal de Arquitectura Venecia, Galerie für Zeitgenössische Kunst Leipzig ….

Un aspecto central de mi práctica artística es el hecho que he estado recopilando imágenes desde hace casi 20 años. La mayoría son imágenes de dominio público, como medios impresos, TV, archivos, webs y otras fuentes. Estas imágenes han sido el material de muchos de mis trabajos artísticos, que he realizado con diversas técnicas. El hecho que estas imágenes a menudo formen parte de nuestra memoria colectiva me motivó a explorar la conexión entre la esfera pública, las imágenes y la identidad humana.

 

Peter Freund suele trabajar en otras cosas. Escribe para evitar hacer arte y hace arte para evitar escribir. A veces es comisario para librarse de su propio trabajo, pero eso suele inspirarlo a escribir o hacer arte. [www.peterfreund.art] Originario de la zona de la bahía de San Francisco (EUA), Peter se trasladó a Barcelona en el 2018 con una excedencia prolongada de su cargo de profesor de arte en el Saint Mary’s College de Califòrnia. En 2018-19 tuvo una residencia de investigación en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA_CED) y una residencia de estudio en Werner Thöni Artspace. Su proyecto curatorial Retracted Cinema, se presentó en Xcèntric (CCCB) en septiembre de 2020 y seguirá en un artículo sobre el programa en Found Footage Magazine en 2021. Peter es artista visitante en la Faculdad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, desde el año 2018 hasta la actualidad, y es miembro fundador del colectivo de artistas con sede en Barcelona, Adversorecto, 2020.

Media Partners:

close
close
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)