«Signal» es la expo que el Palais de Tokyo dedica a Mohamed Bourouissa y a su equipo de colaboradores. Bourouissa trabaja a partir de las experiencias íntimas para crear historias colectivas que se nutren de las raíces de la amargura (seum en árabe). Entre esas experiencias figuran, por ejemplo, el aprisionamiento de los cuerpos y la restricción del pensamiento, la representación de las identidades, la determinación y el control del lenguaje, las formas de cuidado basadas en las plantas, la música y el color, las economías informales, la alienación y la resistencia.

Por otro lado, «Past Disquiet» es una exhibición documental y de archivo que recorre las historias de compromiso político y solidaridad de artistas dentro del movimiento antiimperialista internacional desde la década de 1960 hasta la de 1980. Fruto de la investigación iniciada en 2008 por las investigadoras y comisarias Kristine Khouri y Rasha Salti, la exposición toma como punto de partida las historias olvidadas y transcontinentales de cuatro «museos en el exilio», o «museos solidarios», concebidos como exposiciones itinerantes, que encarnaron el apoyo de artistas de todo el mundo a la lucha por la liberación de los pueblos palestino y nicaragüense, respectivamente, y a la lucha contra la dictadura de Pinochet en Chile y el régimen del apartheid en Sudáfrica.

En un momento en que la evolución geopolítica internacional es un palimpsesto de tiempos y espacios en crisis, la exposición «Dislocations» reúne a quince artistas de generaciones y orígenes diferentes (Afganistán, Francia, Irak, Irán, Líbano, Libia, Myanmar, Palestina, Siria y Ucrania) cuya obra está marcada o informada por la experiencia del exilio, de estar desgarrado entre el aquí y el allá, entre el pasado y el presente. Sus prácticas se basan en conocimientos ancestrales y tecnologías contemporáneas, gestos humildes y materiales pobres. El objetivo es rendir homenaje a la necesidad vital y a la intensidad de la creación artística a través de narrativas fragmentadas que combinan el desplazamiento, el encarcelamiento y la guerra con la resiliencia y la reparación.

Por último, la muestra colectiva «Approaching Unreason» aborda la psicoterapia institucional, una práctica psiquiátrica experimental que comenzó a desarrollarse a mediados del siglo XX, y que se centra en la convicción de que si queremos cuidar de los enfermos, primero debemos cuidar del hospital. Es decir, nunca debemos aislar los trastornos mentales de sus contextos sociales e institucionales. Inspirándose en estas prácticas psiquiátricas y humanas revolucionarias que recurren a lo colectivo y a la creación artística, esta exposición explora diferentes maneras de transformar los lugares de aislamiento en lugares de protección que puedan ofrecer refugios frente a la violencia de la sociedad.

(Imagen de portada: «SIGNAL» de Mohamed Bourouissa. Foto: Paco Arteaga)