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mus-A es la revista de Museología y el coleccionismo editada por la Dirección General de Museos y Promoción del Arte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Y como tal nace en 2002 vinculada a una administración pública con la tarea de convertirse en un instrumento de difusión de las instituciones museísticas andaluzas.
Su situación dentro de la Administración, nos ha llevado a comprender que una publicación de estas características debe de plantear cada número con el obvio compromiso de rigurosidad, ofreciendo análisis y temas al servicio de la sociedad. Cumpliendo de este modo uno de los objetivos de la consejería que la edita, el de acercar los museos y las colecciones al público andaluz y por extensión a cualquier usuario que quiera acercarse al mundo de la museología.
Otro de los objetivos marcados que contempla mus-A como publicación institucional de la Junta de Andalucía es el de establecer las vías de contacto entre Andalucía y el resto del mundo: dar a conocer nuestra comunidad autónoma y abrir ventanas a las tendencias europeas y mundiales, así como a los eventos de referencia que tienen lugar más allá de nuestras fronteras.
El estar vinculado a una institución pública, implica, como para cualquier otra publicación, mantener siempre un alto nivel de rigurosidad, y para ello contamos con una buena red de profesionales de la museología vinculados a la institución: los conservadores y técnicos de los museos y conjuntos arqueológicos de la consejería. Esta es una de las facilidades que nos proporciona estar vinculados a una institución, el poder contar con el asesoramiento de expertos en prácticamente todos los temas que abordemos.
Las dependencias que se pueden dar al estar dentro de una institución pública, por supuesto existen, y el consejo editorial, del que forma parte la dirección política de la consejería, puede en un momento determinado centrar su atención o destacar ámbitos concretos, en coherencia con la política cultural que pone en práctica. Por poner un ejemplo, el número especial que le dedicamos al arte emergente, de no ser porque constituía una línea de actuación política expresa de la consejería seguramente no hubiéramos afrontado. En este sentido, existe un cierto paralelismo con los medios de comunicación generalistas, en los que la inserción de publicidad determina en muchas ocasiones la línea editorial.
No obstante, también hay que ver la otra cara de la moneda. Si bien es cierto que tenemos que ser conscientes de nuestra naturaleza institucional y lo que ello significa, el hecho de que nuestra financiación se vincule a un criterio político de difusión y acceso a la cultura nos libera de las muchísimas servidumbres que impone depender de la publicidad y los compradores.
En este escenario, sí queremos dejar claro que, en el marco de nuestra línea editorial, mus-A siempre se ha movido por criterios técnicos y nunca hemos recibido imposición alguna.
En la actualidad el dilema que se plantea, como de cualquier otra publicación, es la del futuro de su versión digital, aún sin resolver; y aunque todos los números se cuelgan en la web, entendemos que hay que dar un paso más allá en favor del formato digital y hacia él vamos.
Mientras tanto, la propia evolución de los contenidos de mus-A nos ha llevado a complementar el análisis de los artículos textuales con una reflexión visual relacionada con el tema del dossier central y ofrecer así al lector un punto de vista añadido y convertir cada número en pequeños catálogos que merecen la pena conservarse.
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)