Cuenta regresiva hacia la desconexión

En pocos días queda fuera de circulación 100pre juntos (2gether 4evr) de Amalia Ulman. En alrededor de un mes, le tocará el turno de salir de circulación a GARBAGE WORLD, de Nicolas Ceccaldi y Morag Keil.

Otros que han aparecido y vuelto al pozo de brea: It’s Still Privileged Art, de Condé & Beveridge, y Home vs. Away, de Peter Friel y Eric Schmid. ¿De qué estamos hablando? De XYM, la mayor base de datos mundial de publicaciones artísticas en formato .pdf, iniciada por Marlie Mul e Yngve Holen, cuya característica principal es que el material que se sube, en algún momento, se baja.

Azuzando el interés por la vía de una artificial escasez, XYM logra darle una vuelta de tuerca al concepto de «arte consciente de internet» (internet-aware art, según la nomenclatura de Ryder Ripps), al ofrecer una plataforma, vehementemente selectiva en su presentación de artistas, que ya tiene un pie y medio en el mundo que se abrió del otro lado del hipertexto, pero mediante un dispositivo que al mismo tiempo parece declararle la guerra a uno de los principios fundantes de la híper-conectividad actual: el de intervincular y hacer disponible todo.

XYM coquetea con la imagen cataclísmica de la desconexión, con las restricciones como activadoras del apetito o con lo que John Kelsey llamaría «la posibilidad de desamigarse» como principio saboteador y burlón.