Damas de la electrónica

Boing peng boom tschak peng boing peng boom tschak tscha-tschak^[1]Extracto de la letra del tema Boing Boom Tschak de Kraftwerk (Kling Klang, EMI, 1986).

1958, los sonidos electrónicos empezaban a llenar las ondas hertzianas británicas. Algún alto directivo de la BBC recibió la advertencia de un médico aprensivo: habría que rotar los turnos de trabajo del Taller Radiofónico por el riesgo de enfermedad mental que los nuevos sonidos podrían causar.

El Radiophonic Workshop de la BBC se había puesto en marcha para producir los efectos especiales y música incidental de sus programas de radio y televisión. Actualmente se considera que tuvo una influencia decisiva en la música británica y concretamente en los avances y difusión de la electrónica. Pasados casi setenta años, han dejado de publicarse noticias alarmistas sobre los efectos de la música en los oídos, el cerebro o el corazón del oyente. Y la música electrónica es prácticamente mainstream.

La experimentación con la electrónica musical se había iniciado dos siglos antes cuando aparecen varios prototipos de instrumentos estrafalarios que utilizaban la electricidad para emitir sonidos musicales. Sus inventores los presentaron en los salones entre juegos de sociedad y bromas para pasar el rato. La experimentación continuó en el siglo XIX entre frustraciones y fracasos. Entrado el XX, los experimentos, patentes y partituras que usan la electricidad para la música constituyen una catarata imparable. Hasta los fabricantes de electrodomésticos invertían en patentes de instrumentos eléctricos. Hoy día se sigue utilizando el Theremin de 1922 y las Ondas Martenot de 1928. Llegados los años sesenta, setenta y ochenta del pasado siglo, sintetizadores, cajas de ritmos y secuenciadores salen de la fase experimental y se integran de lleno en las canciones veraniegas, la música de discotecas, el funk, el soul y el rock. La irrupción de los fabricantes japoneses y coreanos abarató y simplificó lo que hasta entonces había sido un entorno científico, prohibitivo y prácticamente artesanal.

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La creación más célebre e intemporal del Radiophonic Workshop de la BBC es la sintonía de la serie Doctor Who, el alienígena que viaja por el tiempo enfrentándose a villanos perturbados y pavorosos. La partitura del compositor Ron Grainer fue interpretada por las máquinas del Taller bajo la dirección de las manos y el oído de Delia Derbyshire. El reglamento interno de la BBC no permitió que su firma apareciese junto con la de Grainer y su co-autoría solamente se reconoció oficialmente en 2013, para celebrar el 50º aniversario de la serie.

En Internet circula abundante información sobre el trabajoso proceso que supuso la creación de los dos minutos y medio de la sintonía. Delia tuvo que grabar en cinta magnetofónica notas sueltas de diversos instrumentos reales y coleccionó un banco de sonidos con ruido blanco y diferentes ondas. Una a una, esas notas y sonidos se aceleraron, ralentizaron o trataron siguiendo la partitura. Finalmente, hubo que recortar las cintas y ensamblarlas a mano en el orden que pedía la melodía. La misma tarea minuciosa se hizo con los bajos y con todos los contrapuntos, arreglos y efectos. Todos estos collages se almacenaban analógicamente en diferentes cintas magnetofónicas para luego volcarlas en la cinta máster. Así se trabajaban diariamente todas las sintonías, efectos y cortinillas. Quizás lo farragoso del proceso es lo que hizo cargar a las mujeres del equipo la tarea de sacarlo adelante.

Delia Derbyshire en el Taller Radiofónico de la BBC, 1965

Delia Derbyshire fue una niña precoz que tocaba el piano desde los ocho años. Consiguió una beca para estudiar matemáticas, pero lo dejó para continuar con la música: una formación perfecta para una futura investigadora de la electroacústica musical. Fue rechazada por Decca que no aceptaba mujeres para puestos técnicos. En cambio, encontró trabajo en la BBC en 1960 y trabajó en el Taller Radiofónico durante doce años.

A pesar del obligado anonimato de su trabajo, Paul McCartney le pidió un acompañamiento electrónico para Yesterday que desgraciadamente no se llevó a cabo. Sus músicas para la serie Inventions for Radio, fueron acreditadas al guionista de los programas, pero colaboró con Yoko Ono y Luciano Berio, participó en ferias y eventos vanguardistas y puso en marcha formaciones experimentales. White Noise, uno de estos grupos, ha sido reconocido como gran influencia por artistas como Aphex Twin, Orbital o Chemical Brothers. Compuso bandas sonoras para cine y teatro, pero dejó la música -con algunas pequeñas excepciones- cuando los sintetizadores comerciales eliminaron el trabajo artesanal y matemático que le gustaba.

Delia tuvo un final triste por culpa de su alcoholismo. Quizás tuvo que ver la falta de reconocimiento de su trabajo. Los tiempos han cambiado y actualmente su obra está debidamente preservada en los archivos de la BBC y en la Universidad de Manchester y existen dos documentales dedicados a difundir su legado The Delian Mode de Kara Blake,2009, y Delia Derbyshire: The Myths And The Legendary Tapes de Caroline Catz, 2020.

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Durante la Segunda Guerra Mundial, la BBC se veía obligada a tener preparada una grabación de los conciertos que retransmitía para no interrumpir la emisión en caso de ataque alemán. La que se encargaba de tener el disco a punto para lanzarlo era una pianista, organista y compositora de diecisiete años. Se llamaba Daphne Oram, preparaba efectos especiales para los programas dramáticos y ecualizaba las emisiones.

Creadora de la primera banda sonora completamente electrónica de la BBC, fue testigo del estreno del Poème électronique de Edgard Varèse en la Expo de Bruselas, 1958. De regreso, propuso la creación del Taller de Radiodifusión pero no consiguió convencer a los directivos de usar la electrónica más allá de efectos especiales y cortinillas. Un año después dejaría la emisora y se convirtió en la primera mujer que abrió y dirigió su propio estudio de grabación: Oramics Studios for Electronic Composition donde siguió trabajando en nuevas sonoridades. Con finalidad meramente alimenticia, compuso para el cine, la televisión, el teatro, etc.

Oramics era también la marca registrada de un aparato de su invención para componer música a través de dibujos realizados en film de 35 mm, una técnica destinada a dar al compositor una visión plástica de su obra. El complejo aparato original se encuentra desde el 2011 en el Science Museum de Londres. Suya es la parte electrónica de la banda sonora del film de terror Los Inocentes ^[2]The Innocents (Jack Clayton, 1961) clásico de terror psicológico de 1961 dirigida y producida por Jack Clayton. Guión de Truman Capote basado en la novela The Turn of the Screw de Henry james … Continue reading, pero no consiguió estrenar en vida sus creaciones más personales.

Sólo en 2016, la London Contemporary Orchestra estrenaría su Still Point, la primera y quizás única composición para orquesta real y tocadiscos, compuesta sesenta casi cuarenta antes de que los platos se considerasen un instrumento de creación musical. A veces la justicia se hace de rogar demasiado.

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Increíble que se mantuviera a Delia y Daphne en el anonimato durante tantos años. Sus nombres son actualmente representativos del Radiophonic Workshop, pero la ley del silencio que pesa sobre el trabajo y el mérito femenino ha borrado a las otras creadoras que trabajaron allí.

Elizabeth Parker, en el Taller Radiofónico de la BBC, 1982

Maddalena Fagandini procedía del servicio italiano de la BBC. Se incorporó al Radiophonic Workshop en 1959 gracias a sus conocimientos de  electroacústica y música concreta. Posteriormente tuvo a su cargo los servicios televisivos de enseñanza de lengua italiana. En 1962 grabó con George Martin dos discos electrónicos con el seudónimo Ray Cathode. Como ella, Glynis Jones ^[3]No confundir con la actriz inglesa Glinys Johns formó parte del Taller durante los años setenta y fue responsable de alguno de los discos comerciales que se lanzaron con su archivo de sonidos y músicas. Elizabeth Parker no necesitó descubrir lo que era la música electrónica como sus antecesoras. En los años setenta ya se podía estudiar en la universidad. Formó parte del equipo que tuvo que clausurar el Taller en 1998.

Maddalena Fagandini en el Taller Radiofónico, 1962

[Imagen de portada: Daphne Oram en taller radiofónico de la BBC, 1958]