Más Bolonia

Josep Casals, profesor de la Universidad de Barcelona en el departamento de Historia del Arte, ha escrito un par de artículos sobre los affaires en torno al plan Bolonia. Un más que destacable intento por matizar y por ir más allá de los lugares comunes, de la oposición entre buenos y malos, por diferenciar el grano de paja, por calificar y señalar el papel de los medios de comunicación, de los profesores, asambleas de estudiantes y, en definitiva, por ir más allá de los discursos simplificadores propios de los medios. Y también un intento por ofrecer algunas soluciones, vías de negociación.

Rescato un párrafo: «…la qüestió era transmetre la idea que després s’ha anat estenent: hi ha uns estudiants “bons” i uns altres –els crítics- que no volen ni deixen treballar. I davant d’això he de dir, simplement, que aquesta equació no es certa. Tampoc seria cert absolutitzar la idea contrària; però el sentit crític forma part de les característiques d’allò que s’hauria d’entendre per “bon estudiant” (una altra cosa és que els que demostren intel.ligència crítica tinguin els millors curriculums, car el mètodes d’avaluació i els criteris de promoció dominants penalitzen als que no accepten certes coses, i aquesta és una de les fonts de la mediocritat que impregna tants Departaments).»

Pues sí, en consonancia con ello, recientemente defendía en una discusión en la radio que los alumnos que estaban por ir a clase deberían suspender. Básicamente porque no han entendido lo poco que hay que aprender en una facultad de letras: ese sentido crítico del que habla Josep Casals. Poco más hay a aprender. Algo que se aprende en la discusión, muchas veces fuera de clase y quizás en la lucha. Una lucha que, en este caso, como decía Manuel Delgado, seguramente está perdida, lo cual no demuestra su ineficacia, sino, al contrario, su necesidad.

Otra cosa es que en una facultad como la de historia del arte de la Universidad de Barcelona, el plan Bolonia no vaya a ser útil. Básicamente porque dado el estado de la facultad (y salvando honrosas excepciones) sólo puede mejorar. Como prueba un botón. Recientemente me contaban una discusión en torno al diseño curricular de una asignatura sobre arte contemporáneo. Y la discusión estaba, no en si hablar en términos de contemporaneidad o si era necesario remontarse brevemente a algunas claves como el Pop Art, sino en si empezar con la Revolución Francesa: 1789, para quien no recuerde la fecha…

Aquí los artículos:

http://josepcasalsnavas.googlepages.com/plabolonya

http://josepcasalsnavas.googlepages.com/acotacions