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FAMILIAS INGOBERNABLES

Magazine

06 enero 2025
Tema del Mes: Valores familiaresEditor/a Residente: Arts of the Working Class

FAMILIAS INGOBERNABLES

Reflexionando sobre el ensayo "Making Love and Relations Beyond Settler Sex and Family" de Kim TallBear

¿Qué posibilidades habría en un modelo en el que el amor y las relaciones no fuesen consideradas objetos raros que deben acumularse y protegerse, sino que se multiplicasen más allá de los límites de la pareja socialmente constituida y de la familia nuclear?

Esta es una de las muchas preguntas que la profesora Kim TallBear intenta responder en su ensayo Making Love and Relations Beyond Settler Sex and Family (Amor y relaciones más allá del sexo y la familia colonial). Su planteamiento es que todos conocemos el guion del sexo, pero no cómo liberarse de las formas coloniales de entenderlo. Todos sabemos cómo tener hijos, pero para la creación de parentescos, es decir, conexiones no basadas en la sangre, esa sabiduría se borra. Todos pertenecemos a una familia, pero pocos ven en la familia una herramienta de emancipación de las relaciones coloniales-capitalistas que perduran. Todos sabemos lo importante que es la descolonización como proyecto para desmantelar la familia nuclear, revelando cómo el amor, el afecto y la natalidad han sido cristalizados al servicio del colonialismo. Sin embargo, TallBear argumenta que la descolonialidad no es una elección ni una acción individual, sino una red de relaciones que desmonta críticamente la sociedad colonial en una continuidad entre pasado, presente y futuro.

Kim TallBear, ciudadana de Sisseton-Wahpeton Oyate, en la actual Dakota del Sur, con derecho a ciudadanía en las tribus Cheyenne y Arapaho a través de su abuelo materno, creció en la reserva de la Tribu Flandreau Santee Sioux y en St. Paul, Minnesota. Se crió con su madre, su abuela y su bisabuela, y junto a muchas de sus parientes femeninas. Basándose en las experiencias de desposesión y erosión de valores de su comunidad, el ensayo de TallBear revela cómo la familia nuclear funciona como una herramienta para legitimar y afirmar la supremacía del sistema colonial en América. Al “producir población colonial,” la familia nuclear apoyó la construcción de la nación estadounidense sustituyendo a las poblaciones indígenas y sus constelaciones relacionales. La familia nuclear, consolidada como la unidad social más pequeña del estado-nación y reforzada por el cristianismo, representaba espacios de seguridad de clase media donde los valores y la economía de esta clase podían prosperar mientras parasitaban la tierra y las comunidades indígenas preexistentes. Como parte de los esfuerzos por asimilar a los pueblos indígenas al cuerpo nacional, tanto la iglesia como el estado evangelizaron el matrimonio, la familia nuclear y la monogamia. Estos estándares se impusieron a los pueblos indígenas como un modelo aspiracional, utilizado para justificar la restricción de sus sociedades.

TallBear examina con rigor estas lagunas históricas, exponiendo cómo éstas despojaron a las comunidades indígenas de sus prácticas relacionales, en particular las de sus propios antepasados Dakota, donde los grupos de parentesco extendidos, incluidos los matrimonios plurales y el apoyo mutuo más allá de las relaciones de sangre y familia, creaban texturas sociales plenas. No sorprende que la abundancia de relaciones consensualmente no monógamas asegure el bienestar de la comunidad más allá de la sociedad occidental centrada en el estado-nación. TallBear relata estas prácticas al contar cómo creció en una comunidad muy orientada al parentesco y no natalista, donde la natalidad y el parentesco no implicaban reproducir la estructura familiar de clase media colonial. Su experiencia nos enseña a criticar las jerarquías de la familia nuclear, más allá de la sexualidad y el género de las personas implicadas, ya que esta unidad representa un proyecto de gobernabilidad que, sin embargo, es también una red autogobernada y amorosa que abraza la abundancia. TallBear argumenta e invita al lector a reflexionar sobre cómo desvincular la procreación de la reproducción del statu quo social colonial-heteronormativo y patriarcal.

En el ensayo, publicado como parte de la colección Making Kin Not Population (Crear parentesco, no población) editado por Donna Haraway, TallBear lamenta el modelo social de parentesco extendido, reconociendo que ha sido sustituido por definiciones que objetivizan las relaciones y los géneros de por sí. Incluso el poliamor o lo queer, los modelos relacionales y de género más cercanos a la abundancia erradicada de un mundo precolonial, siguen siendo modelos de sexualidad colonial y no logran describir las múltiples formas de amor, solidaridad, respeto y rituales cultivados por las comunidades indígenas. TallBear fomenta una oposición colectiva al sistema de sexualidad y familia colonial obligatoria que sigue sustituyendo los parentescos indígenas por la mera “producción de población”. En última instancia, reconocer las posibilidades de otros tipos de intimidades, que no se centren en la reproducción biológica y en la creación de población, sino en el cuidado de parientes valiosos que llegan a nuestra atención de diversas maneras, es el primer paso para desestabilizar el sistema colonial de sexo y familia. Se trata de una invitación a mirar la sexualidad a través del prisma de la espiritualidad y la naturaleza, y a comprender cómo la intersubjetividad de las relaciones en estos dos realismos se forma para una conectividad mutua, responsabilidad compartida y bienestar independiente. Una invitación a resistir la objetivación de las fuerzas intersubjetivas y a ampliar nuestra atención a las relaciones no humanas también, que existen más allá del capitalismo colonial. Una reconstitución desobjetivada de las relaciones, con intercambios de poder nutritivos y sanadores, al tiempo que se ensaya una no monogamia intencional y abierta, y reconceptualizando intimidades más justas con otros no humanos, parecen ser los siguientes pasos importantes. Los lectores que abracen esta invitación a desordenar y disgregar, y, en última instancia, al reconocimiento de otras nociones de intimidad, deberán centrarse en la alegría y no en la reproducción biológica, cuidando al preciado parentesco.

TallBear añade una pieza decolonial al amplio rompecabezas de literatura sobre la materia, como All About Love: New Visions (Todo sobre el amor: Nuevas perspectivas) de bell hooks, Full Surrogacy Now: Feminism Against Family (Gestación subrogada en la actualidad: Feminismo contra la familia) de Sophie Lewis, o el renovado Polysecure (en español: Una red segura: Apego, trauma y no monogamia consensuada) de Jessica Fern, por citar algunos, que abogan por la abolición de la supremacía de las familias heteronormativas. Invitando a pensar más allá de la instrumentalización de las familias como garantía de seguridad en medio de la constante crisis del capitalismo, para controlar y prescribir la forma en que la vida llega a darse a través del embarazo. Escribiendo esta reseña desde Italia, el contenedor del que provengo, las tecnologías de reproducción que desafían el “embarazo natural” como la maternidad subrogada, están legal y universalmente prohibidas, y a los funcionarios pro vida se les permite entrar en las clínicas ginecológicas para disuadir a las mujeres de abortar, regulando la reproducción a nivel legislativo. Los gobiernos de todo el mundo, que exprimen la fuerza de trabajo de los vientres de las mujeres,, tienen más agencia sobre sus cuerpos que ellas mismas.

Quienes están familiarizados con el proceso de deconstruir y reimaginar las formas relacionales —ya sea a través de la anarquía relacional o del poliamor— entienden que construir una red de conexiones rica y no jerárquica se enfrenta a una escasez persistente en la vida metropolitana capitalista: el tiempo. Este deseo, para sorpresa de muchos que aún no participan en procesos de desmontaje relacional, está profundamente entrelazado con el anticapitalismo. Puede suceder orgánicamente, que nos liberemos del tiempo de trabajo para nutrir las relaciones antes de su codificación, para liberarlas de la codificación, para volvernos, juntos, ingobernables.

Leiko Ikemura, Ohne Titel, 1984. Courtesía de Leiko Ikemura

(Imagen de portada: Leiko Ikemura, Trees out of Head, 2015-2020. Cortesía de Leiko Ikemura)

Dalia Maini alias DM, alias Dalia Maini Troise, alias DMT, es una pensadora lenta y agitadora cultural que escribe y edita para y dentro del procomún. Dalia Maini es redactora jefe de Arts of the Working Class.

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