Workshop, Workshop, Workshop!

Hace apenas un mes, una retahíla de espacios colaborativos ganaban -mención especial del jurado- el premio Ciutat de Barcelona. Entre otros, Fireplace, The Green Parrot, Halfhouse, Homesession, El Palomar, Passatge Studio… espacios independientes auto-gestionados que como tales, generan prácticas y circuito artístico desde el intercambio directo, desde la emergencia y el contacto. Nos gusta considerarnos familia de muchos de ellos, porque precisamente muchos de sus responsables pasaron por los talleres y cursos que A*DESK realizó desde 2009 hasta 2012, y en algunos casos, incluso siguen estando ahí como colaboradores y amigos.

Será porque echamos de menos esas reuniones de base intelectual y entorno afectivo, será porque pensamos que es necesario verlo desde una perspectiva crítica, será porque los vemos por todos lados (y es necesario hablar de ello)… El tema de marzo ha sido el Workshop.

Peio Aguirre inauguraba un gran número mensual revisando cronológica (y morfológicamente) esta práctica a nivel estatal, un excelente repaso al cómo y por qué de la evolución del taller desde los setenta y ochenta hasta hoy, con especial intensidad en torno a las maneras de hacer que esta evolución ha podido generar.

Por su lado, Caterina Almirall enfocaba precisamente el workshop como realidad desde una perspectiva más personal, más asumida, y defendía, a parte de explicar y revisar experiencias recientes, la naturaleza del workshop como un espacio de resistencia a la temporalidad contemporánea.

La entrevista del mes se realizaba, a modo de charla, entre David Armengol y Antoni Hervàs, a partir del proyecto de talleres «Fénix» (workshops de base mitológica con alcance educativo, artístico, mágico…) que Hervàs coordina en Sant Andreu Contemporani.

Y cerrábamos un mes que ha indagado en el tema del taller, de la práctica y la reflexión colaborativa, o mejor, del espacio común de discusión (y acción, creación, reflexión…) con un texto de fondo de Paloma Checa-Gismero, quien borda un excelente transcurrir crítico con paradas en Tucumán Arde (Rosario, 1968); Womanhouse (Los Angeles, 1972) y el Düsseldorf –y mundo- de Joseph Beuys y compañía a partir de los 60.

Pasen y lean (y compartan y sientan).