En el puerto industrial de Singapur, un espacio que durante siglos solo movió mercancías, acaba de abrir Padimai Art & Tech Studio en un almacén rehabilitado del distrito de Tanjong Pagar. Es el nuevo laboratorio de arte digital impulsado por Vignesh Sundaresan —aka Metakovan—, tecnólogo blockchain y coleccionista que irrumpió en la escena global en 2021 tras adquirir el NFT Everydays: The First 5000 Days de Beeple en Christie’s. Padimai inaugura su programa con Your View Matter, una instalación inmersiva de Olafur Eliasson que combina realidad virtual y registro blockchain, comisionada por Sundaresan en 2022.

La pieza ocupa el centro de la sala. Del techo cuelgan gafas de realidad virtual de alta tecnología sobre siete entornos circulares de cuatro metros de diámetro. Your View Matter —que también existe como NFT— se basa en los seis sólidos platónicos, esas formas perfectas que los antiguos creían que sostenían el universo. Los visitantes, equipados con las gafas, navegan por entornos geométricos superpuestos cuyas paredes se desplazan y distorsionan según patrones moiré, es decir la vibración óptica que se produce al superponer dos tramas. Los planos visuales se desplazan y distorsionan según el ángulo de mirada y se acompañan de un paisaje sonoro minimalista compuesto por el propio Eliasson. El entorno virtual tampoco es fijo: cambia según el hardware y puede experimentarse tanto en Padimai como desde cualquier dispositivo personal. No es una pieza para ser contemplada, sino una interfaz que registra cada interacción.

Olafur Eliasson, Your View Matter (dodecaedro), 2022. Instalación de realidad virtual con audio. Metakovan © 2022 Olafur Eliasson

https://www.youtube.com/watch?v=H7uU6xqqRsc

El gesto es radical, cada recorrido, cada mirada en Your View Matter produce un archivo único almacenado en Metarium, el sistema de archivos descentralizado creado por Sundaresan. Para comprender su alcance conviene desmontar el mito de la “nube”, que hoy opera como infraestructura extractiva que filtra y monetiza nuestras experiencias. La tecnología de «cadenas de bloques» —blockchain— tan compleja e impenetrable para los profanos, puede entenderse desde un principio esencial: su vocación de archivo. Simplificando, funciona como un libro de contabilidad colectivo distribuido y prácticamente inalterable. Imagina un documento que no se guarda en un solo servidor, sino replicado en miles de ordenadores, donde cada modificación queda registrada y debe ser validada por consenso. Nada puede alterarse en silencio, si alguien intenta alterar una parte, toda la red lo detecta. Se trata de una estructura organizativa sin centro.

Vista de la instalación, Your View Matter en Padimai Art & Tech Studio © 2025 Padimai Art & Tech Studio

Metarium aplica este principio al arte, por eso la memoria de la obra no reside en un servidor corporativo ni en una institución que decide qué conservar, sino en una red autónoma capaz de reproducir cada instante vivido en ella. Esa estructura descentralizada permite imaginar modelos culturales menos dependientes de quienes históricamente han definido qué entra en la historia del arte y qué queda fuera.

Si el museo moderno funcionó como una máquina foucaultiana de clasificación y legitimación, una arquitectura del poder que ordenaba objetos y narrativas, blockchain ofrece, al menos en potencia, una ruptura con ese régimen. No porque sea intrínsecamente emancipador, sino porque dificulta la concentración del control. En lugar de archivo centralizado, Padimai Art & Tech Studio opera como un rizoma, una red de nodos que verifican colectivamente, que no acumula bienes, sino relaciones y que no se impone desde arriba, sino que se extiende, se ramifica, se replica.

Your View Matter encarna esta lógica. Su “visión somática” no disuelve el cuerpo en el simulacro, sino que lo reconecta con su agencia perceptiva. Al mismo tiempo, su archivo distribuido desafía la lógica del tecnofeudalismo —ese medievo algorítmico gobernado por plataformas como Google o Meta—. Frente a su imperativo de transparencia y extracción, Padimai reivindica el glitch como derecho cultural. Defiende el derecho a no ser totalmente legibles para el panóptico digital, a preservar la singularidad de la experiencia fuera del mercado.

Olafur Eliasson, Your View Matter (octaedro), 2022. Instalación de realidad virtual con audio. Metakovan © 2022 Olafur Eliasson

Este reclamo de opacidad es el primer gesto de una descolonización efectiva del ciberespacio. La colonización digital no opera solo mediante la extracción de datos, sino mediante la imposición de un régimen de visibilidad obligatoria. Para ser procesado por el algoritmo, el sujeto debe volverse transparente, convertir su experiencia en datos legibles y, por tanto, explotables. La distorsión moiré de Eliasson —ese patrón que se forma y deforma en movimiento— es más que un efecto óptico, es una metáfora técnica de resistencia. Es un modo de desenfocar la mirada del colonizador algorítmico, de introducir distorsión para proteger un espacio de autonomía irreductible.

En este contexto, el archivo distribuido de Metarium no es un mero recurso de preservación, sino un acto de reterritorialización política. Disputa el control del lugar donde reside la memoria cultural. Mientras el colonialismo data-centrista concentra archivos en gigantes corporativos —las Casas de Contratación contemporáneas—, distribuirlos equivale a devolverlos a una comunidad de nodos que nadie controla en exclusiva. Es una forma de restitución digital.

Pero la pregunta clave es fanoniana, ¿qué significa descolonizar un territorio que no es físico? ¿Equivale la descentralización a la descolonización del ciberespacio? Fanon insistía en que la descolonización no es metáfora^[1]Frantz Fanon, Los condenados de la tierra (1961), cap. 1: “La descolonización no es un discurso, no es una metáfora”., es una redistribución real del poder. Traducido al ámbito digital significa cuestionar quién diseña los protocolos, quién posee los servidores, qué lenguas circulan, qué historias permanecen o cuáles se invisibilizan. La nube, aunque abstracta, está anclada a macro servidores, cables submarinos y lógicas económicas profundamente occidentales. La alienación digital no es inherente a la tecnología, sino consecuencia de esas infraestructuras corporativas que ejercen un control colonial sobre la experiencia. Descentralizar, en este sentido, es un acto descolonizador, redistribuye poder sobre creación, archivo y memoria. No es tecnoutopismo, es un gesto material y político que esculpe espacios de autonomía dentro del ciberespacio.

Vista de la instalación,Your View Matter en Padimai Art & Tech Studio © 2025 Padimai Art & Tech Studio

Esta operación tiene una dimensión constitutiva. La distribución no solo traslada la posesión de A a B; transforma la naturaleza de lo poseído y redefine relaciones de poder. Un archivo centralizado es un instrumento de autoridad, quien controla el centro controla acceso, narrativa y futuro del relato. Un archivo distribuido es una estructura relacional donde el protocolo sustituye a la autoridad. En Padimai, la obra deja de ser un bien escaso custodiado para convertirse en un proceso verificable por la comunidad. La descolonización no consiste en entregar el cetro a otro, sino en disolver la figura misma del cetro y reemplazarla por un código abierto de soberanía colectiva, algorítmica e intransferible.

Que este laboratorio surja como una investigación situada en Singapur es significativo. Su historia reciente está marcada por procesos de colonización y liberación acelerados, por su hiperconectividad y una férrea disciplina social. Todo ello en una fractura temporal muy comprimida, funciona como lente para pensar otro territorio todavía en disputa, el ciberespacio. Igual que la ciudad-Estado redefinió su identidad fuera de las lógicas coloniales, la infraestructura digital global exige revisar quién controla, clasifica y distribuye el conocimiento.

Durante la presentación del proyecto, Eliasson afirmó que Sundaresan y Padimai representan “el futuro”. No un futuro donde los artistas usan tecnología, sino donde participan en el diseño de sus estructuras de gobierno. Padimai Art & Tech Studio es el prototipo de esa institución por venir. Un lugar donde la memoria cultural no se legitima por autoridad, sino que emerge de la cooperación; donde preservar significa construir commons. Su apuesta es transformar la experiencia humana —frágil, precisa, impredecible— de materia prima del tecnofeudalismo en fundamento de un mundo común.

Olafur Eliasson y Vignesh Sundaresan durante el opening de Padimai Art & Tech Studio. Foto: Selvaprakash Lakshmanan. Cortesía © Padimai Art & Tech Studio

(Foto de portada: Vista de la instalación, Your view matter en Padimai Art & Tech Studio © 2025 Padimai Art & Tech Studio)

Olafur Eliasson, Your View Matter
Hasta el 31 de marzo de 2026 en Padimai Art & Tech Studio, Singapur