Buscar
Para buscar una concordancia exacta, escribe la palabra o la frase que quieras entre comillas.
En A*DESK llevamos desde 2002 ofreciendo contenidos en crítica y arte contemporáneo. A*DESK se ha consolidado gracias a todos los que habéis creído en el proyecto; todos los que nos habéis seguido, leído, discutido, participado y colaborado. En A*DESK colaboran y han colaborado muchas personas, con su esfuerzo y conocimiento, creyendo en el proyecto para hacerlo crecer internacionalmente. También desde A*DESK hemos generado trabajo para casi un centenar de profesionales de la cultura, desde pequeñas colaboraciones en críticas o clases hasta colaboraciones más prolongadas e intensas.
En A*DESK creemos en la necesidad de un acceso libre y universal a la cultura y al conocimiento. Y queremos seguir siendo independientes y abrirnos a más ideas y opiniones. Si crees también en A*DESK seguimos necesitándote para poder seguir adelante. Ahora puedes participar del proyecto y apoyarlo.
Mirar se convierte en un ejercicio de precisión matemática cuando la distancia de enfoque es milimétrica. Espacio, objeto y ojo se vuelven uno solo. Las esquinas acumulan más de lo que pueden soportar, poniendo en peligro la recta. El exceso amenaza con desdibujar la forma de las cosas y la opacidad del ambiente no ayuda en absoluto. Si al menos se tratara de penumbra, de moderación lumínica, podríamos ver algunas estrellas despuntando entre las sombras. Pero estas tinieblas son deslumbrantes, de un blanco tan frío que casi parece azul, color flash. La penumbra exige más tiempo de exposición, pero el brillo también requiere de acomodo. Cuando el material está muy junto, compactado, tiende a comportarse como un bloque, pero sin adhesivo la unión es muy frágil y el aglomerado se deshace fácilmente. La materia se desorienta con enorme facilidad. Queda saber si se aprovecha esta pérdida de forma para reconfigurar una nueva, una forma que abra posibilidades. El vuelto (Julia Spínola – etHALL) de un diálogo generoso y no extractivista con la escultura. Aglutinar pequeños actos, gestos y disposiciones que permitan virar levemente tu mirada hacia el mundo, tu mirada del mundo.
Julia Spínola, El vuelto. Cortesía © etHALL
Seguir rastreando las esquinas, invocando intervenciones minúsculas. Recoger, recopilar, señalar, apuntar, marcar, habitar los lugares de paso, espacios para todes y para nadie, buscando donde no hay nada (LUCE – ProjecteSD). Donde está todo, solo escondido, como en un abrazo se esconde la vida. Lo efímero, que ya no existe. Lo que existe, pero está condenado a desaparecer; que deja de ser protagonista o, tan siquiera, personaje secundario para pasar a formar parte del escenario, a integrarse y fundirse molecularmente con él. El poder de mirar la vida de frente y preservarla en el fondo de los ojos hasta que estos se sequen. Acariciar las malas hierbas como si fueran el vello del mundo. Peinar cunetas y masajear escombros. ¿De qué te sirve acariciar un gato? No hay producción material, no hay superávit, no hay acumulación. Esto va de otra cosa.
Nada en la vida impulsional parece propiamente gratuito. Desde que una interpretación dirige el proceso mismo (el combate de la emoción por mantenerse contra el instinto de propagación), interviene la evaluación, esto es, el precio; pero el que carga con todos los gastos, el que de un modo u otro pagará, es el agente constituido por el lugar en que se desarrolla el combate, donde se trafica o se negocia un posible o imposible compromiso, el propio cuerpo.[1]Klossowski, P. (1998). La moneda viviente.
Hay cuerpos que son personas y otros que arrastran una pugna impuesta por alcanzar dicho estatus. Ser la que no tiene nombre, la que a nadie le interesa. Hablando con los espejos y haciendo carrozas de algodón, curioso por las estrellas que despuntan. La carga del macho pesa demasiado, aunque todos los cuerpos sean fuertes. La espalda cede, los hombros colapsan, las piernas tiemblan, la mano se quiebra. Esa alita rota que guarda una herencia sucia, pringosa y rica, inflada de vida, de orgía y juegos perversos. Ni vergüenza ni respeto. Lucha. Solidaridad con un pueblo que, aunque no sea el tuyo, te queda a la altura exacta de los ojos. Una bisagra soporta toda la tensión de dos estructuras, de sus fuerzas contrarias que pugnan soberanía. Ser el “entre” es tener el corazón roto en pedacitos y repartido, pero también tener muchas casas. La trampa es el momento en el que, por muy a gusto que puedas estar, no puedes imaginar otros lugares hacia donde proyectarte. Las opciones se reducen, una a una o de forma drástica, y tu cuerpo se resuelve refugio y cárcel. Entrar, desde la desesperación, en un espacio “interanimado” o entre almas, intentando recordar quién decía “libertad”, entre convulsiones. Atrapades en los engranajes de la historia. El problema es crear, es crear ahora, es crear belleza, crear algo, crear algo que tiene que ver contigo, que tiene que ver con el ahora, que tiene que ver con las bombas, con todo explotando y con el fin del mundo. La honestidad de une niñe, la franqueza de un rifle, la fatalidad de un pequeño trozo de metal. El cuerpo abierto en canal, brotando todos los colores. La monnaie vivante (Ocaña, Wifredo Lam, Niki de Saint Phalle – Mayoral) en un momento de inflación aguda.
Mantenerse juntes, repetido al menos doce veces, a modo de mantra. Frente a la mercantilización, militarización y desposesión de los elementos básicos vitales. A pesar de tener la lengua inflamada y mantener la obligación de hablar, aun sabiendo que cada fonema maltrata y corrompe. La glossia (algunas urgencias) (Lauren Gault, Ariadna Guiteras – Dilalica) que exige el momento presente. ¿Quién puede parar? Frente la negación de la otredad, abrazo y transformación en colectividad monstruosa, maravillosa. Palpar la entraña de la bruma y encontrar la noche encubierta, caliente; un corazón de una oscuridad tan cerrada que parece una cebolla de terciopelo negro. Mirar con la punta de los dedos y no tener miedo, dejar que nos hable el tacto y ejercitar el ritmo del corazón. Confundir y confundirte con, en vez de tratar de significar lo que es inaprehensible. Ser, en movimiento. Evitar el propósito único, reduccionista, dictado por la claridad como dogma de entendimiento superior; o, dicho de otra forma, cerrar los ojos de vez en cuando y dejar que las cosas se deshagan y sus límites se confundan.
(Imagen de portada: Lauren Gault, Ariadna Guiteras, glossia (algunas urgencias). Cortesía © Dilalica)
11. edición Barcelona Gallery Weekend del 18 al 21 de septiembre
24 galerías en Barcelona y L’Hospitalet de Llobregat y + de 50 artistas. Lista completa de galerías aquí.
Todas las muestras de las galerias y la nueva sección FLASH se inauguran el jueves 18 de septiembre, y estarán en display todo el fin de semana. Consultar programa de exposiciones aquí.
Agenda de actividades paralelas: encuentros con artistas, performances, charlas, rutas guiadas o visitas para familias. Consultar el programa de actividades aquí.
9. edición del Programa de Adquisiciones, toda información aquí.
ADN Galeria durante Barcelona Gallery Weekend 2023 con Bouchra Khalili i Abdelkader Benchamma. Foto © Eva Carasol
↑1 | Klossowski, P. (1998). La moneda viviente. |
---|
L. San Gregorio (Aranda de Duero, 1996) es comisarie, artista y educadore. Desde este lugar pluridisciplinar, investiga el cuerpo como materia, espacio y acumulación de signos. Con formación en Bellas Artes, Historia del Arte Contemporáneo y Educación, ha desarrollado proyectos expositivos, eventos y programas educativos en los que la performatividad del cuerpo es el eje central. Junto a Empar Polanco, conforma el colectivo comisarial Luisempar desde 2020.
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)