Memoria feminista en Argentina y España. Un mar en continuo movimiento

En el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA), desde el 2 de agosto hasta el 21 de septiembre de este año se presenta la muestra Recuperar la Memoria. Experiencias Feministas desde el Arte: Argentina y España. Curada por Juan Vicente Aliaga (España) y María Laura Rosa (Argentina), esta exposición reúne dos experiencias feministas distantes y cercanas -unidas por el Atlántico- sobre las luchas sociales de mujeres y el continuado intento de acallamiento por parte de los diferentes regímenes de gobierno de ambos países. Con ella, el hilo histórico del devenir de mujeres activas y activadas por la transformación y los cambios sociales, por la defensa de sus derechos y que toman la historia por las astas está hoy presente en Buenos Aires.

Las historias, las memorias y las cartografías pueden construirse desde muchos lugares y posiciones, y aunque ya hace tiempo que la presencia de la mujer irrumpió en la escena -tanto teórica como artística y política-, no abundan los relatos de experiencias contadas por mujeres y de mujeres. La artista española Anna Navarrete y el colectivo argentino de Mujeres Públicas comparten el espacio de la calle Paraná sin discontinuidad. En la entrada de la instalación, Anna Navarrete expone una (otra) historia española -no siempre contada- con las obras ‘Una, Grande y libre’ (2013) y ‘Nadie se acuerda de nosotras mientras estamos vivas. Muerte, represión y exilio (1931-1941)’, (2010). Con su investigación histórica, en esta última obra recuerda a las mujeres republicanas silenciadas por el franquismo, así como los niños apropiados, los niños de guerra, la cárcel y el exilio, destacando la violación de los derechos humanos sufrido por la barbarie fascista y patriarcal. Si bien su referencia es a las mujeres republicanas, con este work in progress hace un homenaje al florecimiento feminista español y a las mujeres y niños que soportaron aquel horror más allá de la conciencia de las ideologías declaradas. Mientras tanto, en ‘Una, Grande y libre‘ en formato de baraja española de gran dimensión, denuncia a hombres y mujeres –con nombre, apellido y actividad- protagonistas y promotores de la sublevación contra la II República. Simbolismos si los hay.

Continuamos por el camino propuesto. En otro tono, pero no por eso más distendido, el grupo feminista Mujeres Públicas presenta ‘Ensayo para una cartografía feminista’ (2013). Las artistas activistas nos sumergen en un recorrido por la propia historia de un feminismo descentrado en la ciudad de Buenos Aires. Recorrido que sucede a la vez en el espacio de la instalación y en el proceso de la creación de la obra. La cartografía comienza con una investigación centrada en los hitos consumados por mujeres desde 1830 hasta la actualidad, seguida por la creación de un mapa “imaginado y deseado” de una cartografía feminista. Las huellas femeninas toman cuerpo para converger en dos vídeos que recorren esos lugares (expuesto como videoinstalación). En efecto, las activistas no dejan esa información inmóvil y registran en uno de los videos la actualidad de esos sitios simbólicos, mientras que para el otro proponen una visita guiada para mujeres por esos lugares de la ciudad megafoneando en la vía publica las experiencias pasadas por otras mujeres –la cual se documentara el día 4 de mayo de 2013. Improntas de mujeres que recorren un mapa más subjetivo que cartográfico, donde la historia viva recupera la memoria –resignificada- del feminismo actual.

La reflexión es inminente. La experiencia de las mujeres en lucha por la opresión, la conquista de sus derechos y su voz en la vida pública aúna estas historias dispares, donde el derecho a la memoria histórica vuelve a bifurcar sus semejanzas. La memoria y el recuerdo fluye por las calles y las instituciones porteñas, mientras que en España ciertos fantasmas se resisten a la exhumación de su propia memoria . Es invierno en Buenos Aires, el refugio parece ser mantener la memoria activa, y en este caso tiene cuerpo de mujer.