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En una conferencia transformada en libro, Belén Gopegui (mediante la voz de un personaje) destaca la imposibilidad de hacer política desde la novela. El motivo principal es la necesidad de verosimilitud en la novela y la aceptación de que lo verosímil se define desde las estructuras dominantes y la actualidad del poder. O sea, no hay opción de cambio porque todo tiene que parecer «real» y lo real es lo que es.
Si pensamos en la capacidad de maniobra que tiene un autor o autora en una novela, la posibilidad de generar todo el texto sin una producción como la que acostumbra a existir en arte, si pensamos que el formato es reconocido (aunque también se convierta en una barrera) y no necesita de interlocutor entre lector y obra, podemos -siguiendo la teoria de Diego, ese personaje de Gopegui- llegar a la conclusión que la obra de arte aún lo tiene más difícil para ofrecer otras posibilidades más allá de lo existente simplemente por los múltiples pasos en la negociación (con lo establecido) antes de su contacto con el usuario.
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)