Arte de los nuevos medios en Marruecos y el mundo árabe

Marruecos y la región MENA a menudo se pasan por alto en la cultura contemporánea actual, y cuando no, el enfoque se centra principalmente en la cultura tradicional. Sin embargo, y desde la década de los 90, la creación de nuevos medios en Marruecos y en la región ha sido testigo de un crecimiento y renovación constante. Las condiciones políticas y sociales específicas de estas comunidades, sus tradiciones narrativas y poéticas profundamente arraigadas (escritas y orales), así como una presencia decisiva de la música y el ritual han permitido que estas obras abarquen un campo muy amplio de experimentación y reflexión en el que la fascinación por la tecnología se mezcla con un sentido de la poesía y el ritmo, y la capacidad de hablar directa o metafóricamente sobre sus realidades individuales o comunitarias. Las realidades cambiantes sobre el terreno durante estos años se democratizan, debido al desarrollo tecnológico, que ha jugado un papel importante en la adaptación de los artistas al video y los medios digitales, haciendo así que la producción sea más accesible y de mayor calidad. El interés en el arte de los nuevos medios entre los artistas nuevos, emergentes y establecidos en Marruecos y la región aumentó de manera considerable.  Los nuevos formatos de medios, incluyendo películas y videos digitales, instalaciones de video, mapeo digital, net art y formas híbridas, se han convertido en herramientas de comunicación y expresión importantes.

Utilizando diversos medios y nuevas estrategias de medios, los artistas estaban y están explorando caminos de expresión subjetiva dentro de una libertad recién encontrada y frágil.  Si bien son muchos los desafíos que sus sociedades tienen por delante, los artistas marroquíes están desempeñando un papel cada vez más importante en el cambio de sus realidades. Las artes digitales y mediáticas, y hasta cierto punto, las herramientas de las redes sociales, se están convirtiendo en formas de expresión cada vez más importantes. Hay que entender el papel tan importante que puede desempeñar la creación de nuevos medios. Muchas iniciativas en la región han surgido celebrando proyectos y festivales para fomentar la creación artística y establecer plataformas a largo plazo para el movimiento.

Marruecos está liderando las iniciativas en la región.  El Festival Internacional de Videoarte de Casablanca, fue organizado por primera vez en 1993 por la Facultad de Letras y Ciencias Humanas Ben M’sik Casablanca. Gracias a los esfuerzos de formación y divulgación realizados por la facultad y los artistas que han optado por expresarse a través de este medio, Marruecos se convirtió en un polo relevante de esta práctica artística en la región, con varios talleres de investigación de video que se están implementando en varias facultades de todo el imperio. Yo mismo fui uno de los galardonados en estos talleres. Como resultado, mis videos, realizados durante este período, no solo se mostraron en varios festivales en Marruecos y en el extranjero, sino que también me permitieron viajar, ganar premios y seguir estudiando en el extranjero.

Para varios artistas marroquíes, este festival, así como el videoarte como medio de expresión, fueron un motor de transformación personal, profesional y social muy importante. Muchos artistas marroquíes de los nuevos medios surgieron de esta iniciativa, entre ellos: Mounir Fatmi, Brahim Bachiri, Nourredine Tilsghani, Abdelaziz Taleb, Abdelghani Bibt, Abdellatif Benfaidoul, Dalila Ennadre, por mencionar algunos.

Actualmente, y a pesar de la presencia continua del festival durante dos décadas, el videoarte sigue siendo desconocido para el público en Marruecos. Su condición marginal en el campo del arte marroquí contemporáneo está lejos de deberse a la escasez de obras, a su calidad artística y técnica, o al desinterés del artista. Más bien se debe, en gran parte, a la reticencia mostrada por la mayoría de los actores en el «mundo del arte.» Para muchos de estos actores, el vídeo y el cine digital todavía carecen del estatus de un producto con un «valor de mercado.»

Siguieron surgiendo iniciativas de otros países, algunas a través de festivales anuales o proyectos comisariados patrocinados. Catherine David, por ejemplo, comisarió uno de sus proyectos muy aclamados y controvertidos: Representaciones árabes contemporáneas, que incluía obras de arte digital y video.  La muestra alentó un valioso intercambio de visiones culturales, pero desafortunadamente la iniciativa ofreció solo algunas representaciones dispersas y determinadas del mundo árabe, en lugar de realizar una investigación exhaustiva, que también habría implicado una dirección artística muy profunda y fuerte en las decisiones respecto al comisariado.

Por el contrario, iniciativas como TRANSARAB (2003-2009), un programa de vídeo comisariado por La Mostra de video de Barcelona (Ovni-Desorg) dirigido por mi amigo fallecido Toni Serra (Abu Ali), tuvieron mucho éxito en ofrecer una visión profunda y amplia de obras que podrían etiquetarse como árabes. El programa incluyó a videoartistas de diferentes orígenes, algunos producidos desde sus propios países, otros como parte de la diáspora europea o americana, mientras que otros han decidido acercarse y sumergirse en la cultura árabe por motivos críticos o personales.

Para contribuir también a este movimiento dando al arte de los nuevos medios la relevancia que merece, Medrar, un colectivo de arte contemporáneo con sede en El Cairo, lanzó The Cairo Video Art Festival, convirtiéndose en una referencia en el arte de los nuevos medios en la región. Durante diez años, el festival ha invitado a artistas, cineastas, arquitectos y escritores a mostrar las producciones más recientes de videoarte y cine experimental, con un programa que captura el espíritu de la jovialidad y la experimentación.

De vuelta a Marruecos, Digital Marrakech Festival también se lanzó en 2011 como un festival anual de nuevos medios y arte digital, con el objetivo de presentar diversas tendencias y prácticas en los campos del cine y el video, la actuación multimedia, la instalación de video, el mapeo digital, el net art y la práctica interdisciplinaria. Una experiencia única en el país, mezclando disciplinas y teniendo un fuerte principio comisariado.

Digital Marrakech Festival. Colage @Digital Marrakech Festival

Otra iniciativa líder contemporánea en Marruecos es The Arab Media Lab project, que trabaja para la difusión de la creación audiovisual independiente y del cine creativo, al mismo tiempo que desarrolla programas educativos centrados en la imagen.

Collage AML@Arab Media Lab

Los programas educativos, eventos y festivales tienen lugar con el objetivo de contribuir tanto a la transformación personal como al cambio social a través del arte de los nuevos medios. Los principales eventos son: Digital Marrakech International Festival, Media Art Morocco Workshops Series, clases magistrales con figuras relevantes del cine marroquí y árabe, la creación del Marruecos Moving Images Unrchive, y programas de cine comisariados como Arab Stereotypes in Western Media o Tangier Interzone por mencionar algunos.

Actualmente, a pesar de todas las iniciativas mencionadas anteriormente, y del hecho de que la producción de arte contemporáneo ha sido profundamente impactada por las tecnologías digitales, las manifestaciones artísticas están tradicionalmente conectadas a instituciones gubernamentales, que ofrecen un alcance limitado para renovar formatos y temas, de acuerdo con las realidades cambiantes, la estética contemporánea y la influencia cultural contemporánea. La creación de arte en medios digitales en estos países es muy limitada. El trabajo de los artistas de video locales apenas se proyecta, ni a nivel local ni internacional. Además, la formación en arte de los nuevos medios es muy limitada, a pesar de que hay un evidente interés creciente.  Además, las políticas culturales locales aún no han asumido la idea de que la cultura desempeña un papel importante en el desarrollo y la reurbanización de la comunidad, la generación de puestos de trabajo y la mejora de la calidad de vida. Sin embargo, no hay estrategias para incorporar las artes y la cultura en los planes de desarrollo comunitario a través de subvenciones, asistencia técnica, incentivos financieros o fiscales.

Sin embargo, desde lo tradicional hasta lo más vanguardista, mezclando sonido e imagen, los artistas marroquíes han hecho posible crear obras que comprenden la experimentación y la reflexión, donde la tecnología, los objetos visuales y los ritmos son capaces de comunicar las realidades contemporáneas del país y más allá.