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Lo real y lo imaginario en exilio

Magazine

18 marzo 2024
Tema del Mes: ¿Estado igual a cultura?Editor/a Residente: Denis Maksimov

Lo real y lo imaginario en exilio

Sobre la muestra "On New Thinking and Other Forgotten Dreams" en Secession Viena

Denis Maksimov en conversación con la Agency of Singular Investigations (Stanislav Shuripa y Anna Titova).

Denis: Vuestra instalación On New Thinking And Other Forgotten Dreams (Sobre nuevos pensamientos y otros sueños olvidados) en Secession de Viena reflexiona sobre el escapar a la convencionalidad del espacio-tiempo aceptado. ¿Podría ser este el momento para el surgimiento de una nueva manera de imaginar los futuros?

Anna Titova: On New Thinking and Other Forgotten Dreams es un punto de encuentro, quizás un patio de recreo para varias temporalidades históricas. Cada momento presente está lleno de imágenes de otros tiempos, de rastros reales y virtuales de muchos flujos de acontecimientos que tuvieron lugar o que se imaginaron, suposiciones de futuros y pasados infelices. El presente está lleno de estos tiempos débiles, borrados e inviables.

Stanislav Shuripa: Tanto la utopía como la distopía parecen ser sólo elementos de este “ahora” planetario multicapa, dinámico y similar a una meseta que se siente más como un periodo geológico que como un parpadeo. Uno de los principios críticos en nuestro trabajo es la idea de liberación de las potencias polifacéticas de este amplio campo del presente. Lo hacemos interrelacionando tres tipos de realidades: la narrativa, la de los objetos y la experiencia del espectador.

D: Me gusta el término “magia burocrática”, que a menudo utilizáis para describir vuestra obra. ¿Podríais explicarnos el significado de vuestro trabajo en Secession y vuestra práctica en general?

AT: Una de nuestras fuentes de inspiración es la capacidad de transformar la realidad y producir y aniquilar cosas por el mero poder del discurso burocrático. Las palabras producen documentos; los documentos producen hechos. La burocracia es extraña porque es donde la máxima racionalidad se convierte en una fuerza inconsciente, y la técnica se convierte en magia. Nuestro trabajo no es ajeno a observar y analizar esta magia del lenguaje y la narrativa. Creamos las condiciones en el espacio para que el espectador vea cómo funciona esta magia y la pueda percibir a través de las nuestras elecciones estéticas.

SS: La razón y la incongruencia se encuentran en un espacio más grande del que se puede denominar imaginación institucional. La «magia burocrática», como nosotros la denominamos, es un caso extremo de este tipo de imaginación. Toda institución, grande o pequeña, estable o fantasmagórica, tiene su lugar, aunque este lugar esté en la cabeza de sus miembros. Estos lugares forman la parte actualizada del espacio más amplio del imaginario institucional. Este tipo de fuerza de imaginación colectiva es característica de nuestro tiempo. ¿Qué es una institución? Un lugar —por ficticio o abstracto que sea— e interacciones repetitivas que siguen algunas reglas. Un pasaje entre memoria y expectativas, entre interior y exterior. La burocracia es el «otro» arte en el sentido de que ambos funcionan con magia lingüística.

D: El proyecto en Secession forma parte de la serie de investigaciones sobre cambios dramáticos en la lengua oficial y las comunicaciones del estado ruso, que denomináis “una mezcla de histeria propagandista y discurso burocrático». ¿Qué otras entregas pensáis hacer en el futuro?

AT: Lo que nos interesa es como las comunicaciones construyen la realidad al unir fragmentos de material, imaginarios, virtualidades y otras dimensiones. Esto da vida a entidades de un tipo extraño: post-fantasmas semirreales que se revelan en lo social, político y psicológico. Estos casi-sujetos mutan y evolucionan imbuyendo formas burocráticas con energías de identificación masiva canalizadas por las redes digitales. Sin la óptica adecuada, estos asuntos oscuros no son visibles, sólo se pueden ver algunos efectos secundarios y algunas sombras: pueden parecer aberraciones psicosociales, una repentina estupidez colectiva o la locura del poder.

SS: Estamos explorando actividades en la zona gris entre realidad y ficción. Son conjuntos de lenguas, cuerpos, instituciones, fantasías, fobias y otros elementos. Las mutaciones del lenguaje son signos de cambios psicohistóricos. Ahora estamos trabajando en un proyecto de tipo parque temático que reconstruiría fuerzas psicohistóricas y acontecimientos de varias décadas, cartografiando lo que se puede denominar una revolución cognitiva permanente y una contrarrevolución.

D: El diagrama Lavender Mist of History (Bruma lavanda de la historia) en la pared del espacio recuerda la ansiedad de un intelectual perdido entre la autorreferencialidad y bucles de significado mientras intenta entender la realidad. ¿Puede ser un diagnóstico general de la teoría contemporánea?

SS: Lavender Mist of History es un diagrama de fuerzas psicohistóricas que formaron paisajes de ideas desde el comienzo de la Perestroika, una oleada de reformas democráticas a finales de los años 1980, antes del colapso de la Unión Soviética. Es un mapa de la historia de las redes de actores ideológicos, del tiempo como espacio de flujos. En lugar de leyes de la historia –mascarada de espectros, colisión de las burbujas, murmullos de un pepinillo que despliega la historia reciente como una historia de descenso y corrupción del impulso liberador de la Perestroika– se refiere al título de una pintura abstracta de Jackson Pollock y a la atmósfera inquietante de aquellos tiempos atrapados entre los horrores de la Segunda Guerra Mundial y las preocupaciones del inicio de la Guerra Fría. La historia es una nube asfixiante; este sentimiento también es característico de nuestros tiempos.

AT: Todas las piezas incluidas en la exposición son fruto de una fisura temporal. Los objetos pueden ser tanto utópicos como realistas, contener experiencia y esperanza, varios pasados y futuros. Esta temporalidad del mosaico puede comportar cierta confusión, especialmente al principio. La desorientación es un elemento notable del espíritu de esta época de transición. El mundo ha cambiado su forma tecnológica de la realidad producida por el discurso de la era posmoderna clásica a la realidad gobernada por algoritmos del capitalismo de vigilancia orientado a objetos .

D: Parece ser que muchos miembros de la sociedad rusa empezaron a retirarse hacia el exilio “interno” o “psicológico” —ignorando las noticias, intentando no seguir la actualidad y permaneciendo “pequeños”—.

AT: Convertirse en una “persona pequeña” es una estrategia generalizada para hacer frente a las catástrofes. Mucha gente piensa no haber elegido esta posición voluntariamente. Por el contrario, algunos piensan que «es hora de revelarse con uno mismo» y «descubrir» algo «interior» y desapercibido. Es como una psicoeconomía del enriquecimiento, pero bajo sanciones. De hecho, es el entorno adecuado para la reencarnación de una forma de vida clásica bajo la autocracia, «persona pequeña». Parece ser que es la única salida, porque hacerse visible o sentir es peligroso. Inicialmente la “persona pequeña” era una figura creada por la literatura rusa del siglo XIX para explicar formas de vida indiscernibles y subalternas de personas pobres y alienadas, que formaban parte del sistema, pero no tenían ni cara ni voz.

SS: Pero no es un carácter exclusivamente local; se puede encontrar en todas partes. Hoy forma parte de la mayoría silenciosa, una masa virtual de gente escondida detrás de avatares, nombres de usuario y direcciones IP. Las fábricas de trolls y las posverdades son solo los efectos más visibles de la telepresencia anónima en este agujero negro social. La “persona pequeña” es casi todo el mundo y casi nadie —lo que queda del megaproyecto soviético de producción de una nueva mente socialista. Hay figuras de este tipo en muchas obras de artistas del círculo del Conceptualismo de Moscú, un movimiento esencial del arte underground de la época soviética tardía.

D: Towards the New Flat Earth (Hacia la nueva Tierra Plana) se podría ver como una posibilidad satírica pero realista de un inquietante retorno a la premodernidad política. ¿Creéis que algunas alusiones existentes (principalmente de izquierdas) hacia un “retorno a la naturaleza”, curiosamente pueden considerarse aliadas con la utopía conservadora de derechas?

AT: El lenguaje lo produce todo: tiempo, espacio, sujetos, objetos. Hoy en día la producción lingüística es mucho más grande, pero se ha convertido en habitual. La realidad social, política y económica es producida por muchos discursos, desde ciencia y estado hasta discursos privados amplificados por las redes sociales. Estamos acostumbrados a la producción lingüística y la damos por sentado. Sin embargo, los tiempos están cambiando. El poder de la lengua ha alcanzado un nuevo nivel que trae consigo una nueva realidad donde lo que antes eran productos lingüísticos se convierten en autónomos y se imponen a lo que pueden alcanzar.

SS: Entramos en una nueva fase de la realidad con leyes generales debilitadas y objetos más voluntaristas. Cada uno de ellos forma su pequeño universo con reglas locales. Los simulacros se vuelven reales y comienzan a esconderse del observador, dejando a la vista sólo sus cualidades. Hay muchas «naturalezas»: algunas son anteriores al Antropoceno, la revolución industrial suprime otras y otras tantas son inhabitables. Towards the New Flat Earth se desarrolla como parte de uno de nuestros proyectos recientes en el que se parte de otra versión de la naturaleza en la que el aceleracionismo se encuentra con el turboconservadurismo.

D: Aparte de vuestra práctica artística, ambos tenéis un papel fundamental en el Institute of Contemporary Art (ICA) de Moscú, quizás la principal institución de formación de artistas contemporáneos en Rusia. A medida que se estrecha el cerco de la censura en el país, ¿cómo se ve esto reflejado en el trabajo de los estudiantes?

SS: Primero voy a presentar el Instituto de Arte Contemporáneo. Es un programa educativo independiente dirigido y fundado por artistas del círculo del Conceptualismo de Moscú justo después del colapso de la Unión Soviética. Durante décadas fue dirigido por Joseph Backstein; las aulas son el antiguo estudio de Ilya Kabakov, un lugar de culto para la escena artística underground de Moscú desde los años 1970.  Anna y yo nos graduamos en la escuela y hemos enseñado allí por mucho de tiempo. Hace unos años que ejerzo de director, tras la dimisión de Joseph.

AT: No es fácil ser crítica si estás allí porque te encarcelan durante años. Y sin embargo, hay mucha energía entre los artistas jóvenes; hay muchos eventos auto organizados y bastantes espacios pequeños autogestionados por artistas jóvenes. La contradicción entre la locura de los de arriba y la energía social es sorprendente. Para facilitar todo esto, desde 2022, hemos convertido ASI, nuestro antiguo espacio de exposiciones, en una especie de taller/laboratorio, un espacio seguro para que los jóvenes artistas se reúnan, hablen y experimenten con su práctica.

SS: El arte se ha convertido en la última bocanada de aire fresco para muchos. Cada vez hay más implicación, incluso entusiasmo por parte de los estudiantes y el arte joven; lo cual genera una atmósfera estupenda. La mayoría de las clases se imparten online, ya que muchos estudiantes y profesores se han trasladado a otros países, así que hay un alto grado de desterritorialización.

Frente a la censura y la represión, creo que es crucial conservar el sistema de relaciones profesionales porque puede llegar a funcionar como una plataforma común para artistas con pensamiento crítico que más adelante podría convertirse en punto de partida para reconstruir la esfera de producción cultural. Probablemente, la mejor forma de realizarlo sea pasando a la clandestinidad, donde las obras se muestran y se debaten dentro de círculos reducidos de artistas y amigos.

(Todas las imágenes: Agency of Singular Investigations, On New Thinking And Other Forgotten Dreams, vistas de la instalación en Secession (Viena, Austria), 2023. Fotos: Lisa Rastl)

Denis Maksimov es historiador del arte y crítico cultural. Es Comisario Foyle de Exposiciones y Programación Pública en Pushkin House y profesor en el Institute of Contemporary Art. Dirige el Lecture Performance Archive, un proyecto de investigación interdisciplinar, y es cofundador del Avenir Institute, un grupo de reflexión artística.

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