El holobionte que por tanto soy

Hace unos meses publiqué la que fue mi pequeña tesis de máster, que titulé de la misma manera que mi última videoinstalación: The holobiont that therefore I am, que se puede ver en la BIAM (Lo Pati, Amposta), y que los videos que se han podido ver en Chiquita Room en el contexto del festival de videoarte Loop, en Barcelona. Y de los que uno de ellos, The knots we knot, estuvo proyectado durante el festival en el Centre Excursionista de Catalunya.

The holobiont that therefore I am, que se puede leer aquí, es una reflexión sobre mi obra, mis intereses y mi investigación actual, que se basa en repensar a través de la imagen en movimiento y la videoinstalación otras formas de mirar, habitar y representar aquello a lo que hemos llamado naturaleza y sus habitantes. A través de ejemplos de cuidados entre especies en mundos más que humanos, basados tanto en experiencias personales como leídos en literatura académica, pienso en piezas que me han inspirado y que creo que podrían ayudar a tener una perspectiva diferente de la ecología.

Un holobionte es, en palabras de Helen Torres, una comunidad biótica, se refiere a una planta o un animal con toda su microbiota, es decir, todos sus microorganismos asociados. Etimológicamente, holo- significa completo, total, sano y salvo. Por lo que holobionte sería «seres enteros». Quizás sentirnos parte de algo mayor, parte de un sistema en red, un ente simbionte conectado que es tan necesario como cualquier otro. Todo parte de que el holobionte que es la ecología, nos haga querer actuar, pasar a la acción.

Película  Los nudos que anudamos, Bárbara Sánchez Barroso y Adriana Vila Guevara

Para ello nos necesitamos unas a otras, así que para pensar-con, desde lo colectivo y el pensamiento situado, he invitado a 4 autoras que admiro, de las que sigo su trabajo y que han sido referentes para mi investigación. Las he conocido en contextos muy diversos y estimulantes, y con ellas he conversado sobre poshumanismo, feminismo, materia vibrante y mundos más que humanos. Editar sus textos ha sido una forma de seguir esas conversaciones:

Marjolein Van der Loo, a la que conocí gracias a Instagram y a sus tentáculos de hyperlinks que me llevaron a su tesis de máster, The vegetal curator. A través de ella he podido mantener y seguir sus aventuras actuales en Japón, y sus investigaciones sobre procesos curatoriales de decolonización basados en las plantas. En el texto nos propone un ejercicio de respiración y de agencia con esos seres magníficos que nos permiten obtener oxígeno a través del intercambio y la colaboración.

Cris Noguer, a la que conocí gracias al taller de Escritura expandida de Alicia Kopf. En este taller salimos a pasear por el campo en silencio, para luego leer juntas la ya clásica Teoría de la bolsa de transporte de la ficción, de Ursula K. Le Guin. En el texto que aquí ha presentado, nos cuenta su experiencia como diseñadora e investigadora de nuevos materiales, lo que la llevó a descubrir la palabra Alwé.

Yasmine Ostendorf, a la que conocí en la expedición Labverde en el Amazonas brasileño, lleva muchos años explorando el mundo de los hongos. Tanto que se ha convertido en agricultora shiitake y viaja alrededor del mundo investigándolos. En la actualidad prepara un libro sobre lo que el micelio le ha enseñado y su texto da muestra de esos secretos sobre diferentes nociones del tiempo y los cuidados.

Helen Torres, con quién me encontré en las jornadas transhackfeministas en Hangar, aunque la había conocido mucho antes leyendo a Haraway a través de ella. Helen está presente en este texto gracias a que la invitación que hice a ella y Yayo Herrero a unas jornadas online en la universidad. Charlar con ella siempre es sinónimo no solo de aprender, sino de cambiar, por ejemplo, sobre la palabra “attunement” que Vinciane Despret usa para hablar de una manera más “cercana” de la empatía. En su texto Helen describe el holobionte mejor de lo que yo nunca podría hacerlo.

Gracias por estas miradas afines y aliadas que me ayudan a expandir mi forma de ver el mundo, no solo viéndolo, sino tocándolo, sintiéndolo, y perteneciendo, formando parte de una red donde estamos todas conectadas.

(Imagen de portada: Vista de la video instalación The Holobiont that therefore I am, Inter Arts Center, Malmö)