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Intervención en la presentación del libro de Marco Scotini L’inarchiviabile. L’archivio contro la storia (Meltemi Editore, Collana GeoArchivi, Milán, 2023), junto con Marcella Campagnano y Ugo La Pietra, en FM Centro per l’Arte Contemporanea, Milán, 20 de abril de 2023.
Buenas tardes a todos y a todas. Quiero agradecer en primer lugar profundamente a Marco el doble privilegio de hacerme formar parte de esta sesión. Privilegio por el honor que supone acompañarlo en su primera presentación pública de este libro formidable que es L’inarchiviabile. Y privilegio también por hacerlo junto a nada menos que Marcella Campagnano y Ugo La Pietra, cuyo trabajo es ya hoy para todos nosotros y nosotras una referencia histórica importantísima.
Quisiera comenzar mi lectura de L’inarchiviabile dando un paso atrás. Artecrazia. Macchine espositive e governo dei pubblici (DeriveApprodi, 2021), publicado por Marco hace dos años, problematizaba la manera en que la hegemonía neoliberal se ha expresado durante varias décadas como una máquina de producción de pseudoesferas públicas aparentemente democráticas, y planteaba su contracara: la construcción de esferas públicas alternativas no-neoliberales mediante las prácticas que emergieron en la conjunción de arte, política y activismo durante el ciclo de las décadas de 1990-2010. En continuidad con lo anterior, me parece que L’inarchiviabile se enfrenta a cómo el devenir autoritario del neoliberalismo en crisis destruye incluso esa apariencia democrática normalizando la historia del autoritarismo y el autoritarismo de la historia, de tal manera que, por ejemplo, la naturalización de las violencias fascistas, por un lado, y la dificultad de asumir las insurrecciones radicales posteriores a 1968, por otro lado, son las dos caras del mismo problema en Italia y en el conjunto de Europa.
Un problema de doble cara que la práctica de lo inarchivable, tal y como se conceptualiza en este libro, tiene como objetivo revertir: para desnaturalizar tanto el autoritarismo de la historia como la naturalización de la violencia histórica fascista, es necesario reactivar, actualizar y volver a hacer presentes las radicalizaciones emancipatorias de los años sesenta y setenta del siglo pasado.
Este libro supone una culminación extraordinariamente compleja y potente de un fenómeno que comienza a delinearse de manera muy ostensible a mediados de los años noventa. Se trata del giro simultáneamente documentalista y archivístico del arte contemporáneo, un giro que experimenta un impulso importantísimo con la celebración de documenta X en 1997. El primer libro citado por Marco en L’inarchiviabile es Mal de archivo, de Jacques Derrida, que fue publicado en 1996. Derrida había publicado también, en 1993, Espectros de Marx, que constituye una respuesta al libro del politólogo neoliberal Francis Fukuyama El fin de la historia, aparecido en 1992; y 1998 es el año en el que Jean-Luc Godard (hablando de archivos y de lo inarchivable) finaliza sus Historia(s) del cine. El alzamiento zapatista había tenido lugar en México en 1994, haciendo estallar tanto la teleología histórica de la modernidad, como la pretensión neoliberal de que la historia habría quedado suspendida al haber sido derrotada la hipótesis de la lucha de clases con la caída del Muro de Berlín en 1989.
La sofisticación del libro de Marco a la hora de tejer las interconexiones entre el giro documental y el giro archivístico del arte contemporáneo nos hace entender hoy retrospectivamente la profundidad y la altura de los retos que estaban poniéndose en juego en aquel momento originario de mediados de los años noventa, a propósito de la naturaleza de la historia y la importancia emancipatoria que reviste reactivar y reconstruir el discurso histórico después del siglo XX.
De la misma manera que en los años noventa empieza a cobrar forma, en el sistema del arte global, la articulación entre el giro documental y el giro archivístico, en un clima en el que la resistencia contra el neoliberalismo cobraba por primera vez espesor filosófico y proyección global, se inicia también consecuentemente una articulación entre el giro archivístico y lo que podríamos denominar un “giro periférico”. Un giro periférico que muestra dos aspectos que no por ser opuestos dejan de constituir la cara y la cruz del mismo fenómeno:
El efecto que el mercado global del arte ha tenido desde los años noventa sobre estos archivos es doble. Por un lado, los desintegra: los dispersa, separando sus componentes, transformando en objetos de arte comercializables aquello que originalmente eran materiales que formaban parte orgánica e inescindible de prácticas anticapitalistas, antipatriarcales, anticoloniales. Por otro lado, se reifican archivos enteros: devienen volúmenes de materiales institucionalizados que, por fortuna, adquieren finalmente visibilidad pero siendo congelados en el tiempo, de tal manera que su potencial emancipatorio para el presente se neutraliza. Si nos damos cuenta, las prácticas archivísticas críticas y curatoriales que Marco desarrolla a partir de 2004, y de las cuales este libro rinde cuenta, suponen exactamente un contramodelo de esta doble tendencia a disgregar y a reificar los archivos que durante años han permanecido invisibles de las prácticas radicales de los años sesenta y setenta. Piénsese fundamentalmente en su curaduría de la exposición de 2016 que da origen a este libro, y que tuvo lugar en este mismo centro de arte FM: L’inarchiviabile. Italia anni ’70, pero también en las sucesivas exposiciones de Disobedience, un archivo vídeo-fílmico creciente, móvil y transnacional aún en proceso, desde su primera versión de Berlín en 2004 hasta la última de la 17th Bienal de Estambul en 2022. (Naturalmente, ambos casos figuran destacados en este libro.)
Y quiero llamar la atención finalmente sobre la siguiente cuestión: no por azar, en absoluto, una parte importante de los archivos y las prácticas en torno a los cuales se libra la batalla entre estos diferentes modelos y contramodelos de recuperación, se originaron en países del Sur Global (como ha sido el caso notable de Latinoamérica) o en países que, como España o Italia, podemos considerar históricamente de una manera ambivalente tanto Norte como Sur, centro y periferia, colonizadores y colonizados, dominantes y subalternos. Por este motivo, la manera insistente en que Marco se ha dedicado a producir contramodelos de reactivación archivística de las prácticas radicales italianas de los años sesenta y setenta —de sus archivos— no se puede considerar de ninguna manera un interés nacionalista sino, por el contrario, como una comprensión muy aguda por su parte de que atender al fabuloso laboratorio estético-político italiano (estético-político en el sentido de Félix Guattari, a quien Marco también se refiere en el libro) resulta vital hoy día porque, al hacerlo, Marco y su libro se sitúan justamente en la encrucijada del conjunto de problemas comunes que en esta intervención he mencionado: 1) la disputa por cómo reconstruir un nuevo sentido emancipatorio heterogéneo y no lineal —ni tampoco suspendido— de la historia, 2) la disputa por cómo reconstruir un imaginario geopolítico que revierta el orden global que ha imperado durante el ciclo corto del neoliberalismo, y por supuesto en el ciclo largo de la modernidad capitalista, patriarcal y colonial; y 3), en definitiva, prestar atención al largo 68 italiano como una manera peculiar de atender al llamado de Derrida a propósito no sólo del mal de archivo, sino también de los espectros de Marx: convocar, a través de las prácticas de lo inarchivable, el fantasma de las insurrecciones emancipatorias pasadas, de tal manera que nos sirvan para contrarrestrar esos otros fantasmas de las violencias autoritarias de los que lamentablemente Italia también ha sido en el pasado, y vuelve a ser en el presente, un laboratorio.
[Imagen destacada: Marcelo Expósito, Marco Scotini, Marcella Campagnano y Ugo La Pietra presentando el libro de Scotini L’inarchiviabile, FM Centro per l’Arte Contemporánea, Milán, 2023. En la pantalla del fondo, la obra fotográfica de Campagnano L’invenzione del femminile. Ruoli, 1974-1980.]
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