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Spotlight

16 noviembre 2023

«Sin autocontrol» en Space52 de Atenas

«No Self Control (Sin autocontrol)», comisariada por Dinos Chatzirafailidis en Space52 de Atenas hasta el 2 de diciembre, desafía las nociones convencionales de espectador, fomentando una conexión psicosomática entre los visitantes y las diversas obras de arte. Influenciada por las aportaciones feministas a los estudios sobre el trauma, la exposición explora el estado intermedio de intimidad e inaccesibilidad. Con artistes como Dafni Atha, Katerina Komianou, Cecilie Skov, Leontios Toumpouris, Corinna Triantafyllidis y el español Carlos Zorromono, la muestra trasciende las oposiciones binarias. En esta entrevista con el comisario, profundizamos en el marco conceptual de la exposición y en su innovador enfoque curatorial.

¿Puedes explicarnos el marco conceptual de «No Self Control» y cómo trasciendes las oposiciones binarias, explorando específicamente el estado intermedio que resuena tanto en el yo como en lo que amenaza?

La exposición navega por las complejidades de las experiencias humanas, al tiempo que oscurece deliberadamente las líneas de las oposiciones binarias tradicionales. Esta exploración matizada pretende descubrir espacios liminales en los que la identificación y la categorización resultan difíciles. Un ejemplo es Proliferation I (2020) de Dafni Atha, una pintura escultórica a gran escala que fusiona a la perfección elementos de diferentes medios, encarnando esta difuminación de las fronteras y ejemplificando la disolución de las distinciones artísticas convencionales.

En su serie Suave como una espina (2022-23), Carlos Zorromono se enfrenta a sistemas insostenibles y explora contrastes convincentes. Al yuxtaponer vulnerabilidad y resistencia, construye una narrativa visual que explora la interacción de fuerzas opuestas dentro de la condición humana y se aventura a los complejos espacios que existen entre estas dicotomías.

En Pore Interlude (2021), de Corinna Triantafyllidis, unos retratos extraños resuenan a un nivel muy personal al tiempo que abordan aspectos de la existencia, como la erosión de la propia identidad y la profunda sensación de alienación dentro de la propia imagen. Estas obras provocan malestar e introspección, reflejando los propios conflictos interiores del espectador.

¿Cómo seleccionaste a los artistas participantes en esta exposición y qué criterios utilizaste para garantizar la diversidad de los temas relacionados con la intimidad, la inaccesibilidad y la fragilidad de la integridad física del sujeto?

El proceso de selección de los artistas participantes en «No Self Control» supuso un delicado equilibrio entre la relevancia temática, la diversidad de perspectivas y la inclusión de un amplio abanico de prácticas artísticas. Los temas de la intimidad, la inaccesibilidad y la fragilidad de la integridad física del sujeto son muy introspectivos y pueden ser experimentados de diferente modo por diferentes individuos. Para captar esta diversidad de experiencias, reuní a un grupo de artistas de procedencias y enfoques artísticos variados. Esto permitió una exploración más amplia e inclusiva, arrojando luz sobre estos temas desde diferentes ángulos.

He dado prioridad a la inclusión de artistas que no sólo demuestran una habilidad excepcional, sino que también exhiben, directa o indirectamente, un profundo compromiso con los temas elegidos y las ideas centrales. El set-up colectiva se hizo de manera que siguieran una narración coherente. Como resultado, todas las obras intentan evocar una respuesta somática, movilizando los procesos cognitivos y psíquicos en confrontación con los componentes cargados de la exposición.

La exposición parece desafiar las nociones tradicionales del espectador animando a los visitantes a comprometerse con las obras a un nivel más subjetivo y afectivo. ¿Podrías contarnos algo más sobre tu enfoque curatorial a la hora de fomentar esta relación única entre el espectador y la obra de arte? En el texto curatorial haces referencia a las aportaciones feministas a los estudios sobre el trauma de Jill Bennett, Griselda Pollock y Bracha L. Ettinger. ¿Cómo han influido estas aportaciones en el comisariado y de qué manera crees que se manifiestan sus teorías en la exposición?

La exposición desafía deliberadamente las nociones convencionales de espectador, invitando a los visitantes a comprometerse con las obras de arte a un nivel más profundo y afectivo. Los temas seleccionados suscitan a menudo respuestas emocionales complejas y, para fomentar una conexión íntima entre el espectador y el arte expuesto, he recurrido a valiosas aportaciones de las feministas a los estudios sobre el trauma. Las tres investigadoras mencionadas subrayan la importancia de la interpretación subjetiva, la empatía y la autorreflexión a la hora de enfrentarse al trauma. Su enfoque interdisciplinar, que abarca campos como el psicoanálisis, la historia del arte y la teoría feminista, sentó las bases para una comprensión global del trauma y su impacto en la naturaleza humana.

Esta perspectiva me permitió evaluar críticamente las formas de comisariado experiencial y comprometerme con ellas, pasando de un modelo orientado al público a otro en el que el espectador se convierte en protagonista empoderado. Este tipo de enfoque holístico y relacional se aleja de lo puramente informativo y representacional: «No Self Control» pretende tratar al espectador como un agente, reconociendo su naturaleza multidimensional y sus cualidades sensibles.

Además tu declaración curatorial menciona algunas obras de arte que crean un diálogo entre el cuerpo del espectador y la materialidad del objeto, afectando al espectador a nivel psicosomático. ¿Puedes dar ejemplos concretos de obras que aprovechen las características de los materiales, instigando una profunda conexión con la forma viva del espectador?

La selección de Cecilie Skov de materiales con cualidades orgánicas, como hojas, flores, pajitas y semillas de hinojo, genera una profunda resonancia con la forma viva del espectador. Transmiten una sensación de vida preservada, que sirve de testimonio de los aspectos tangibles y funcionales del cuerpo humano. Al mismo tiempo, su pieza Spoon Spoon (2022), forja extrañas asociaciones corporales, actuando como sustituto simbólico del cuerpo humano: una forma invertida y desestructurada que evoca la imagen del cuerpo patológico y fragmentado de finales del siglo XX que era objeto de escrutinio clínico y disección.

Sin título II (2023), de Katerina Komianou, magnifica la interacción entre las sensaciones corporales internas y el mundo exterior a una escala sustancial, intensificando la conexión físico-mental. Como resultado, el espectador puede experimentar dificultades para localizar su propio cuerpo en relación con la escultura.

La íntima relación de Leontios Toumpouris con los materiales  va más allá de lo visual, forjando un vínculo que llega hasta la esencia misma del espectador. El vidrio fundido en Hallucinations and tempi #4 (2022) lleva marcas visibles de transformación y fragilidad, invocando la vulnerabilidad y la fugacidad.

Dada tu variada experiencia como comisario en instituciones como el MoMA y Gagosian, así como en espacios artísticos independientes, ¿cómo ha influido tu experiencia en el enfoque curatorial para «No Self Control»? Además, ¿podrías compartir algún tema o concepto que te interese para futuros proyectos?

Al haber trabajado en diversos entornos e interactuado con numerosos creativos, mis ideas han evolucionado y esto también ha influido en mi práctica y ha reforzado mi perspectiva sobre el arte y la narración curatorial. Mis estudios de máster y doctorado me han permitido centrarme en la teoría del afecto y la estética psicoanalítica, que han demostrado ser herramientas poderosas para comprender la dimensión psicológica del arte, un elemento clave que se explora en esta muestra.

La exposición es la tercera entrega de una serie de proyectos curatoriales que he emprendido, todos ellos con el denominador común de explorar modos experimentales de hacer exposiciones afectivas. Estos proyectos profundizan en temas relacionados con la subjetividad del horror y se inspiran en conceptos similares, como lo siniestro, lo abyecto, el extrañamiento y lo sublime. Estos temas han proporcionado un vasto terreno para explorar la psique humana y las innumerables formas en que el arte puede provocar respuestas emocionales. Así pues, en mis futuros proyectos curatoriales, mi compromiso con este examen de la teoría del afecto y su intersección con el comisariado es inquebrantable. Me entusiasma la idea de seguir superando los límites de la creación convencional de exposiciones, buscando nuevas formas de atraer tanto al público especializado como al general.

¿Puedes describir tu experiencia en la colaboración con Space52?

Mi colaboración con Space52 ha resultado ser una experiencia satisfactoria y fluida, caracterizada por una coordinación perfecta. Space52 es una plataforma excepcional para mostrar mi trabajo de comisariado, además de la variedad de obras de arte aportadas por los artistas que participan en la exposición. Agradezco el inestimable apoyo y la libertad creativa que Space52 me ha dado a lo largo de todo el proyecto. El fundador del espacio, Dionisis Christofilogiannis, ha mostrado mucha apertura para explorar diversas posibilidades, y su profesionalidad y enfoque colaborativo simplificaron todo el proceso. El espacio en sí desprende una estética única, con líneas arquitectónicas características. La sinergia entre el lugar y las piezas ha resultado orgánica y espero que haya más oportunidades de colaborar con ellos en el futuro.

Todas las fotos de la instalación son cortesía de Space52 © Stathis Mamalakis.


«No Self Control» se pude visitar hasta el 2/12 en Space52
Space52 es un espacio de arte independiente gestionado por artistas en Atenas, Grecia.

Katerina Milesi (1999) vive y trabaja en Atenas. Estudia Historia del Arte y Biología, y desempeña diversas funciones como comisaria independiente, investigadora, diseñadora y coordinadora de proyectos. Sus colaboraciones se centran principalmente en iniciativas y espacios gestionados por artistas. En los últimos dos años, Katerina ha colaborado con entidades como space52, la Galería del American College of Greece y varios artistas independientes. En la actualidad, participa en el proyecto artístico «Eleonas ’23- Cthonic and Anthropocene», en colaboración con Dimitris Trikas, así como en la Galería ACG, en calidad de comisaria adjunta, coordinadora e investigadora.

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