El miedo

«Dune» es una de esas novelas de ciencia ficción que recuperaremos ya mismo. En el complejo mundo que crea John Herbert, una cofradía de brujas ligada íntimamente al poder utiliza una letanía en la que destaca la siguiente frase: el miedo mata la mente.

El miedo, eso que primero paraliza, eso que aniquila la capacidad de raciocinio, eso que nos convierte en animales ¿Es realmente el miedo lo que tiene paralizado a un buen sector del arte contemporáneo y de la cultura en general? ¿no será que nuestro miedo se llama exceso de institucionalización? En Holanda, se esperan años de incerteza presupuestaria. Hace unos meses, en Gran Bretaña, estaba todo el mundo sin mucha idea sobre qué depararía el futuro y esperando un recorte importante. En España la crisis y la ineptitud política golpean a partes iguales. Estamos a la espera, que «ellos» decidan, que «ellos» marquen los ritmos, que «ellos» den el dinero.

A lo mejor se ha dado un peso demasiado importante a los mecanismos institucionales y hemos olvidado que si las instituciones existen es para tratar con contenidos, para reaccionar y mostrar posibilidades. Tanto estar a la espera y se va oxidando la capacidad de acción, la mirada crítica, la creencia en la existencia de contenidos y en la necesidad de trabajar con ellos. Y olvidamos las posibilidades que también existen fuera del marco acogedor, y desestabilizador, de lo institucional.

En este número de A*Magazine presentamos tres textos críticos. Maite Garbayo analiza la exposición de Iñaki Garmendia en Virreina Centre de la Imatge de Barcelona. Oriol Fontdevila observa la situación del libro de artista con motivo de la apertura de Múltiplos, una librería dedicada a este tema en Barcelona, y Jaime Cuenca se acerca al trabajo de Itziar Barrio en su exposición individual en Artium de Vitoria.