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En busca del arca perdida

Magazine

17 enero 2022
Tema del Mes: InvestigArtEducacionEditor/a Residente: Rosario García Martínez

En busca del arca perdida

Deshacer la subalternidad de los Departamentos de Educación a través del archivo

La palabra latina para caja o cofre es arca, de la cual se deriva «arca», como en el Arca de Noé. La cual proveyó de refugio seguro, pero Noé tuvo que imponer condiciones estrictas de selección para la entrada: sólo dos animales de cada especie eran permitidas a bordo. A este respecto, el Arca de Noé es un microcosmos del mundo en general, ya que cuanto más reducido es el espacio, más limitado y, por tanto, más valioso es el contenido. [1]Assmann, Aleida. (2011). Cultural memory and Western civilization. New York: Cambridge University Press

En el arca o archivo del museo, conviven muchas especies: los conservadores, los comisarios, quienes trabajan en el departamento de exposiciones, los investigadores o los expertos en comunicación, y todos ellos, sin duda se salvarían del diluvio. Sin embargo, las educadoras, pereceríamos bajo las aguas porque, en el microcosmos del museo, la Educación sobrevive en una posición subalterna y lo que está fuera del archivo, perece bajo el diluvio.

Las especies que se salvan del diluvio, lo hacen porque tienen herramientas históricas que las permiten flotar: siempre hay registro visual y escrito de las adquisiciones, costosos catálogos de las exposiciones, y un lugar especial en las webs. En cualquier momento, en cualquier museo, podemos re-visitar esa exposición que tuvo lugar hace diez años, ver cada pieza de la colección. Pero, y pedimos por favor al lector/a que haga el experimento, resulta prácticamente imposible rescatar los proyectos desarrollados por cualquier Departamento de Educación de cualquier museo de hace más de tres años.

Los archivos institucionales que los museos albergan recogen lo relativo a colecciones, exposiciones, adquisiciones, tienda, cafetería…. Los archivos institucionales no albergan la historia neutral del museo, sino que revelan sus prioridades: ¿qué es lo que merece la pena ser guardado? ¿qué es lo que configura la memoria institucional? La ausencia de la educación en los archivos institucionales hace pensar que, pese a que los museos se fundan como instituciones educativas, quizá las prioridades del museo sean bien distintas.

La realidad es que en los Departamentos de Educación no se registra, ni se hace memoria, ni se archiva. Es casi imposible seguir el rastro, saber qué ocurrió, quién hizo qué y cuándo lo hizo. Y esto ocurre, entre otras cosas, por la condición de subalternidad en la que aún nos situamos, esa situación que Preciado apunta en el siguiente texto:

¿Cuál es la relación compleja de jerarquía o incluso de rivalidad política entre el espacio expositivo y eso que comúnmente se llaman «las actividades», o el programa público o lo que discutiendo con Belén Sola ella nombraba como «mediación»? Me refiero a ese conjunto de programas que han sido situados en una posición subalterna o marginal dentro de la institución museo, que aparecen como una nota a pie de página de la exposición o de la colección, o como un elemento suplementario que supuestamente debería servir para captar nuevas audiencias, para establecer una mejor relación con el contexto social de la ciudad en el que está inscrita la institución… [2]Preciado, Paul B. (2019). “Cuando los subalternos entran en el museo: desobediencia epistémica y crítica institucional” en Belén Sola (Ed.).  La educación en museos como producción cultural … Continue reading

Si la condición de subalternidad de los Departamentos de Educación nos impide archivar, rellenar el arca junto con el resto de especies del museo y en las mismas condiciones, deshacer esa condición pasa por entender el archivo como una herramienta de lucha institucional.

Crear un archivo, pone encima de la mesa la idea subversiva de que la educación no produce eventos y actividades, sino que es un proceso de producción intelectual que hace honor a la misión fundacional del museo. Deshacer la subalternidad de los Departamentos de Educación hace necesario un asalto al archivo, reclamando el lugar central de los públicos y sus aprendizajes en el corazón del museo, abordando tres líneas de acción que pasan por la reflexividad, los procesos de recoger y el destino del tiempo y el dinero.

Posicionar la reflexión como eje de las actividades en vez de producir actividades sin eje

Disolver la bipolaridad hacer/pensar pasa, en nuestro caso, por visibilizar que pensamos, que desarrollar prácticas educativas transformadoras solo puede hacerse desde una reflexividad encarnada que genera programas con sentido, engarzados con problemáticas que reconcilian las instituciones con la honestidad social, que llevan a la realidad la idea del museo público como mecanismo de compensación social.

Visibilizar los procesos de pensamiento que ya están ocurriendo en los Departamentos de Educación, podría ser el primer paso para generar una posición y, desde ahí, la necesidad del archivo.

Recoger la oralidad, escribir textos, hacer imágenes

Las actividades educativas en museos son performativas y temporales, no se pueden concretar en productos visuales, como hacen las y los artistas, ni en recorridos ni en textos, como hacen los y las comisarias y conservadoras. Los participantes se llevan su presencia con ellos, plasmada en memorias personales y narraciones volátiles, mentales y por ello, intrascendentes.

Generar procesos de recogida de este proceso oral mediante la redacción de textos, la producción de podcast, vídeos, fotografías es necesario, pero creemos que hay que ir más allá. Queremos abrazar las «contradicciones, inconsistencias y banalidades»[3]Guasch, Ana María. (2010). Arte y archivo, 1920-2010: Genealogías, tipologías y discontinuidades, Akal, p.45 de los relatos de la educación en museos a través de formatos como el diario, la relatoría gráfica y narrativa o los formatos de video. Investigar formatos que vayan más allá del discurso pulcro y antiséptico institucional para abordar una documentación que hable de lo excluido en estos relatos.

Las imágenes, por tanto, forman su única visibilidad perdurable, la “única prueba de que algo sucedió”. Estas desempeñan un papel importante en la reproducción económica y la legitimación de los programas educativos en museos, ya que sirven para las solicitudes de financiación como prueba de sus efectos sociales y educativos. Hasta ahora, ha habido poco discurso sobre las narraciones universales y universalizadoras que estas imágenes crean[4]Mörsch, Carmen. (2006). “Application: proposal for a youth project dealing with youth visibility in the galleries”. En A. Harding, Magic Moments: Collaborations Between Artists And Young People … Continue reading

Destinar tiempo y recursos al archivo

Para llenar el arca de objetos necesitamos destinar aquello que es altamente valioso: rescatar el tiempo y los recursos materiales, es decir, reservar parte del tiempo que dedicamos a programar e implementar para reflexionar y registrar. Determinar que las profesionales de la educación, tal y como es tácito en el trabajo de los comisarios y los artistas, dediquen parte de su tiempo a escribir, leer y generar espacios para producir líneas de pensamiento desde donde, como dice Luis Camnitzer, poder llevar a cabo una de las misiones más importantes de las institución museo que es, transformar al que mira.

Al redactar este texto nos hemos dado cuenta de que no es que no haya arca, sino que simplemente, no está donde tiene que estar.

Efectivamente, solo tenemos que buscarla, limpiarla, darle valor.

Nosotras queremos dar la vuelta a lo que Indiana Jones, mediante una saga decididamente colonial y machista, mostraba al mundo sobre el acto de archivar. Nosotras, desde nuestra posición decolonial y feminista, no deseamos generar un arca nueva, sino recuperar el arca perdida.

A partir del año 2022 tendrá lugar el proyecto “Mediar el futuro” en el que la artista Begoña Solís junto con el equipo del Departamento de Educación del Museo Reina Sofía, abrirán una línea de investigación centrada en los archivos visuales en los Departamentos de Educación. Esta foto es uno de los primeros registros del proyecto citado.

 

References
1 Assmann, Aleida. (2011). Cultural memory and Western civilization. New York: Cambridge University Press
2 Preciado, Paul B. (2019). “Cuando los subalternos entran en el museo: desobediencia epistémica y crítica institucional” en Belén Sola (Ed.).  La educación en museos como producción cultural crítica. Catarata
3 Guasch, Ana María. (2010). Arte y archivo, 1920-2010: Genealogías, tipologías y discontinuidades, Akal, p.45
4 Mörsch, Carmen. (2006). “Application: proposal for a youth project dealing with youth visibility in the galleries”. En A. Harding, Magic Moments: Collaborations Between Artists And Young People (1st ed.). London: Black Dog Publishing.

María Acaso es una productora cultural cuyos proyectos se centran en desafiar las divisiones entre arte y educación, lo académico y lo popular, la teoría y la práctica; en desarrollar una educación contemporánea y en transformar los formatos de transmisión del conocimiento. Socia fundadora del colectivo Pedagogías Invisibles, actualmente es jefa del Área de Educación del Museo Reina Sofía.

Sara Torres-Vega es profesora de creación artística y educación en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid y en la New York University. Investiga los departamentos, archivos y actividades de Educación en museos (Tate de Londres, el MOMA de Nueva York y el Reina Sofía de Madrid, entre otros). Como artista, académica y educadora, se enfoca en las prácticas relacionales y participativas que destacan el arte como un catalizador para la inclusión y la conectividad social. www.saratorresvega.org

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