close

A A*DESK portem des del 2002 oferint continguts en crítica i art contemporani. A*DESK s’ha consolidat gràcies a tots els que heu cregut en el projecte; tots els que ens heu seguit, llegit, discutit, participat i col·laborat.

A A*DESK hi col·laboren i han col·laborat moltes persones, amb esforç i coneixement, creient en el projecte per fer-lo créixer internacionalment. També des d’A*DESK hem generat treball per quasi un centenar de professionals de la cultura, des de petites col·laboracions en crítiques o classes fins a col·laboracions més perllongades i intenses.

A A*DESK creiem en la necessitat d’un accés lliure i universal a la cultura i al coneixement. I volem seguir sent independents i obrir-nos a més idees i opinions. Si també creus en A*DESK, seguim necessitant-te per a poder seguir endavant. Ara pots participar del projecte i recolzar-lo.

Dos gestos aparentemente mínimos, para que corra el aire

Magazine

11 juny 2014

Dos gestos aparentemente mínimos, para que corra el aire


Siempre han sido los pequeños detalles los que suelen escapársenos, los que pasan desapercibidos. Quizás sea esa la razón por la cual de la historia del arte destacan leves gestos que se han convertido en la razón por la cual seguimos vivos dentro de este monstruo, cuyo apetito va en aumento. Quizás sea también la razón por la cual lo sutil se convierte en algo mucho más grande cuando la distancia lo confirma.

No es fácil encontrarse en tan pocos metros dos propuestas cuyo resultado -a priori tan distante, tan distinto- provoque la sensación de estar frente a algo que parece ser mucho más grande de lo que en un principio parece. Así se presentan las intervenciones de Luz Broto en García Galería y Carlos Maciá en la ventana de L21.

Porque probablemente el gesto que llama la atención no sea esa intención de ocupar el espacio público, sino más bien esa necesidad de abrir el espacio privado. Un espacio como la ventana, de la que ya había retirado su puerta Rodríguez-Méndez, y que se confirma con ese material expandido que contra todo pronóstico ocupa su interior -¿Todo? Me lo pregunto exactamente en Kassel, donde Walter de Maria enterró su Vertical Earth Kilometer y donde en realidad poco importa que puedan ser diez centímetros o mil metros-. Quizás esa imposibilidad para cerrar la ventana, para transformarla en un espacio público, sea el gesto que Carlos Maciá extrae de la experiencia previa de Rodríguez-Méndez y comparte con Luz Broto, que durante toda una jornada utilizó el espacio de García Galería para pasar una cuerda que bajaba por la fachada del edificio, atravesaba la puerta principal, cruzaba la sala y el almacén hasta perderse por una ventana que le permitía ascender de nuevo hacia la azotea del edificio, donde un nudo ataba los dos cabos. Un nudo que hemos podido ver a posteriori en fotos, que bien se podría haber situado en el interior de la galería, pero que sin embargo, por el hecho de estar en el tejado, obligaba a mantener la puerta y la ventana abiertas, para que corriera el aire.

También la ventana de Carlos Maciá exige que corra el aire en una calle en la que cada espacio, a modo de joyería, dispone de un timbre para que el espectador informe de su deseo de acceder al interior. Y es el interior el que ha hecho ahora el esfuerzo de comunicar al exterior su deseo de salir. Así cada trozo extraído a la intervención de Maciá, saca a la superficie un color rosa como el de un algodón de azúcar, que estimula dos impulsos tan básicos como el del apetito y el de lo destructivo.

Àngel Calvo Ulloa va néixer en un lloc molt petit i ple d’infames personatges. A la facultat on va estudiar, mai li van parlar ni de la crítica ni del comissariat, per això ara dedica els seus dies a llegir, escriure, i de tant en tant, fa alguna exposició. Adora viatjar i sentir-se petit en una gran ciutat. També adora tornar a casa per a odiar de nou aquest petit indret.

Media Partners:

close
close
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)