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El verano, y la pausa de noticias, exposiciones, actividades y eventos que lo acompañan, nos ha parecido un buen momento para compilar diferentes reflexiones, algunas opuestas, otras complementarias, en torno a un tema que siempre está de actualidad, pero que, a nuestro parecer, nunca se acaba de enfocar de una manera renovada. Hace mucho tiempo que hablar de vídeo ya no significa hablar de nuevos medios (porque ¿cuánto tiempo algo es nuevo cuando hablamos de tecnología?). Hablar de vídeo implica hablar de herramientas de trabajo, de modos específicos de producción y, sobre todo, de formas diferentes de distribución y de recepción, de manera que, los cambios en la producción, afectan a la distribución y, en consecuencia, a la recepción, y así sucesivamente.
Aprovechamos la pasada edición de Loop para entrevistar en profundidad a algunos de los profesionales que nos visitaron. Algunos de los vídeos ya fueron colgados en su momento (y pueden consultarse en el siguiente enlace), pero añadimos ahora algunos otros que aportan interesantes reflexiones, ya no tanto en relación al evento en concreto, sino entorno al vídeo no tanto desde una perspectiva de medio específico, sino en relación a un contexto más amplio, es decir, al arte y la sociedad.
Desde a-desk pensamos que la discusión sobre la distribución del material artístico es algo más que necesario en este momento. El sistema de valor en el arte se encuentra en una diatriba compleja que, de algún modo, podría servir para entender la lógica de la interacción entre un entorno digital y una economía de base fordista. ¿Es necesario que sea la industria cinematográfica o sonora quien defina el uso del material digital? ¿Por qué desde el arte y sus instituciones no se insiste de un modo más tajante en la valoración de lo que podría ser el uso cultural? ¿Por qué no se toma el liderazgo en este campo? Si nos vamos quedando atrás, el papel que puede jugar el contexto del arte contemporáneo va arriconandose hasta llegar a ser únicamente algo así como un fetiche de lujo. Y una cosa no quita la otra, ya que de sobra es conocido que la relación entre el consumo de productos específicos y el uso cultural no tienen porqué estar directamente vinculados.
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)