Final de año.

Final de año es siempre un momento extraño. Un momento de cierre y valoración por un lado y de nuevas expectativas, esperanzas, o simplemente voluntad de cambio y mejoría por el otro. Un momento que, por tradición popular y festividad navideña, parece reducir el nivel de intensidad de instituciones, museos y centros de arte. Algo que, en el mejor de los casos, permite cierto margen para repensar y analizar el trabajo realizado. Qué ha funcionado, que no, como mejorar tal cosa, como evitar tal otra. Un momento de revisión de intenciones y resultados. Un momento para perfilar modelos y marcarse nuevos (y utópicos) objetivos para el año próximo. En definitiva, una falsa aunque placentera sensación de tregua.

A-Desk finaliza el año con un número que revisa modelos ya establecidos e incorpora otros que, por su juventud o inicio de trayectoria, se encuentran en una situación de confección y búsqueda de su posición o identidad dentro del circuito artístico. Martí Manen ofrece así una doble entrega: una entrevista a Rosina Gómez-Baeza, directora de LABoral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón y un ensayo sobre Vvork, nueva plataforma sobre arte contemporáneo en la red; Monste Badia analiza la necesidad de museos y centros por definir su propia marca o modelo de actuación; David Armengol habla de los proyectos deslocalizados de la Sala d’Art Jove; Milena Pi de la exposición de Sascha Weidner en la Galería Toni Tàpies; y Nizaia Cassián de la muestra de Ignacio Uriarte en Nogueras Blanchard.

Feliz Navidad a todos y hasta el año que viene.