Autogestión, DIY y ¿quién hace qué?

Como en el brillante texto de Caterina Almirall, el concepto (y más aun la práctica) de la autogestión, viene con preguntas, con millones de ellas, y por mucho que nos acerquemos, estas no son de rápida solución. Por ejemplo, ¿qué es lo que hace que una práctica, una asociación, una organización, una institución (…) se considere autogestionada? ¿La autonomía financiera? ¿la independencia de sus actividades? ¿la fuerza humana que la promueve? ¿sus orígenes? ¿su localización? ¿sus objetivos?

Con estas demandas, y millones más, empezábamos un tema que nos apetecía, y la verdad, no conseguimos aclarar nada…vamos bien. Además, aunque esto no se haya reflejado del todo en los textos que han sido publicados, también nos venía en gana darle al asunto el contrapunto. De la idea del DIY (háztelo tu mismo, que no viene a ser lo mismo que la autogestión, que sería más como gestiónate tu mismo, dejando de lado la idea del hacer, que implica acción, mientras que gestión implica orden…) en fin, que queríamos contraponerlo con una idea que nos interesaba, esto del DIWO (Do It With Others, con la que empatizamos notablemente), pero ahí se quedó como –posiblemente- un tema a rescatar y en el que profundizar. Igual que los conceptos de precariedad o de temporalidad, asociados a la autogestión. O la idea de juventud (simbólica) que se le atribuye, o de rebeldía…en fin otra vez.

Abríamos la lata con Montse Badia hablando de, no podía ser de otro modo, Autogestión, comisariada por Antonio Ortega en la Fundació Miró, entidad privada (aunque regida en parte por entes públicos). Creemos que tiene sentido destacarlo.

La seguía una incisiva Caterina Almirall y su chorro de preguntas, en gran medida fuente de su subjetividad y biografía, preguntándose cosas como ¿Qué gestionamos cuando nos autogestionamos? ¿Precario significa que conoce sus límites? ¿Se han confundido nuestros límites? A partir de la feria madrileña Supersimétrica, organizada por Salon, pero también a partir de su experiencia con El Passadís, con las charlas en FirePlace Project, y de mil capas más.

Con Virginia Lázaro nos acercábamos al deber de la autogestión con el compromiso, con la fuerza colectiva y los beneficios extendidos de un “Do It Together” que es de lo que trataba su texto: sobre la lucha de Standing Rock, y sus muchos niveles de interpretación, con la lectura de sus ejes en tensión, el DIY tomaba un cariz de lucha social, étnica, de clase.

Y terminábamos con una entrevista de Marina Vives a Rubén Martínez, en el que se le preguntaba a un artista por su recorrido desde el mundo de las Bellas Artes hacia la teoría política y en la que este parecía ser capaz de volverse sobre sí y contestar como teórico sobre el mundo de lo artístico. Desde la teoría a la práctica. Desde el concepto a su ejecución.