Cucú – Encuentro con Perla Zúñiga

Natalia Piñuel Martín: Hola Perla, encantada de saludarte de nuevo.
Para conocer y entender tu práctica artística hay que remontarse a la Universidad, cuando desde muy joven te detectan un cáncer y cómo aprendes desde la enfermedad. También esas conexiones que empezaste a establecer con artistas que habían trabajado con el SIDA en los 80’s y 90’s. ¿Quiénes fueron esos primeros referentes?

Perla Zúñiga: El primer referente de mi vida fue Shin-chan, me he dado cuenta de eso hace unos días. Luego, tras ese primer año de universidad del que me preguntas, y una vez me diagnosticaron el cáncer, mis referentes han sido artistas y escritores que han trabajado y convivido de distintas maneras con la enfermedad como Pepe Espaliú, Carolyn Lazard, Nan Goldin, Fernando Molano Vargas, Anne Boyer, Jon Greenberg y su carta Querida Carmen, entre otros muchos. Aunque siento que quien más me ha influenciado es Pepe, por la poética y contundencia de sus obras.

Natalia: En tu caso queda claro que vida y obra están claramente unidas y una retroalimenta a la otra, pero ¿dirías que existen diferencias cuando te presentas en un contexto artístico, museo o centro cultural a cuando estás en un contexto de club y de noche?

Perla: Siento que mi trabajo cae en una lectura muy enclaustrada. Al partir de mi experiencia con la enfermedad, la lectura mayoritariamente de mi trabajo se queda en: “Ay pobrecita Perla que a través de su obra nos cuenta su historia con el cáncer”. Se minimiza y eso provoca que el público no se sienta interpelado, cuando, en realidad, toco temas tan comunes como el tiempo, el amor, el sexo o lo truncado. Picasso partía de las putas que se follaba, Dalí de sus sueños y no tienen esa lectura, aunque las putas y los sueños sean frágiles y comunes (tienes toda la razón, me disculpo porque siento en la formulación de la pregunta que lleva implícita para ti un sentimiento “paternalista”).

Natalia: ¿Cómo vinculas el texto escrito, la poesía, con la performance en un escenario o la creación de un dj set?

Perla: Mi principal herramienta de trabajo es la escritura. Mis obras, tanto plásticas como escénicas, nacen de ahí. Uní poesía y música por un impulso de hacer algo en directo con 20 años. Quería que me vieran el culo y escupir rabia. También, era lo que podía permitirme en ese momento. Ahora, 7 años después, veo que mi propuesta escénica ha evolucionado mucho. He sabido escuchar a mi pieza y eso es gracias al tiempo y la constancia. La forma de vincular texto, poesía y performance me ha parecido sencilla porque creo que mi escritura es rítmica, me lo imagino como canciones. Cada texto va encontrando su historia, material y sonido. Preparar un dj set es una experiencia ritualística. Me gusta mucho saber dónde voy a pinchar o que intención/historia tiene el mix que estoy grabando y buscar música. Me encanta pasarme horas frikeando cosas.

Natalia: Eres muy joven y has viajado y transitado ya por ciudades muy distintas como Madrid, ciudad de origen, Berlín, Londres, Valencia, Buenos Aires y ahora cuentas con base en Barcelona, ¿qué te han aportado cada una de ellas?

Perla: Aunque haya tenido muchas pausas debido a mi salud, tengo la suerte de haber viajado a muchos lugares y haberlo podido hacer gracias a mi trabajo. Esto me ha permitido conocer y conectar con otras almas. Que la gente venga a ver mis sets como DJ, mi trabajo plástico o a escuchar mi poesía es algo que me deja encogida sin palabras.

Buenos Aires ha sido fundamental en mi desarrollo, además de que mi novio es de allí, jajaja. Soy tremendamente fan del universo editorial tan rico, local y diverso. También admiro a muchos artistas, escritores y poetas de la zona. Estuve allí hace poco y fue un sueño. Recitar en el espacio de Cecilia Pavón y que me contara cuál es su labial favorito, o bailar en una Hiedrah, sello musical que he seguido desde que empecé a pinchar, o tocar en un muelle encima del río de la Plata convertido en un club. Admiro mucho su energía por el hacer y seguir adelante. Valencia es mi sitio favorito para actuar, tocar y salir. Siempre que voy me lo paso demasiado bien. Son las verdaderas reinas de las fiestas. No solo saben hacerlas, si no disfrutarlas. Son disfrutonas. Todo es tan genuino allí. Hace nada estuve en el espacio Pluto y volví flotando de la emoción. Londres, la verdad, me horripila, y creo que Berlín, cuando estuve allí, lo cogí en un buen momento. Pasé una cuarentena de fiestas clandestinas y pude vivir ‘ese espíritu del Berlín antiguo’ que a todo el mundo tanto le gusta alardear. Aunque sigue pareciéndome una ciudad genial, está un poco de capa caida, especialmente con todo lo que está pasando en Alemania, lo cual es repugnante. Pero bueno, viven personas a las que amo y yo cambié gracias a esa ciudad. Vi propuestas increíbles que me hicieron soñar y aprender a bajar y materializar esos sueños. Ay, es que es una ciudad tan propicia para la experiencia, cómo cuidan eso. ¡La echo tanto de menos!

Natalia: En los últimos dos años no has parado de trabajar. Para mí fue muy emocionante reencontrarme con el vídeo Movimientos para una manifestación en solitario de Cabello/Carceller cuando montamos desde Playtime Audiovisuales la exposición con elles en el DA2 y verte desde la lona y trípticos publicitarios ondear y abrazar la bandera con la frase “Lo que puede un cuerpo”. La obra ha estado expuesta también recientemente en el Patio Herreriano junto a una serie sonora tuya. ¿Qué ha supuesto todo este encuentro con unes artistes tan importantes dentro del movimiento queer en España como Cabello/Carceller?

Perla: Trabajar con Cabello/Carceller ha sido muy importante para mi carrera. Supuso una motivación, un wake up chica, sigue con tus cositas. Son artistas que he tenido de referencia y que admiro. Nos entendimos a la perfección desde el primer instante. Recuerdo el día que vi por primera vez el video terminado en la Galería Joan Prats, se me puso la piel de gallina. Fui sola y recordaba el viaje que fue, ha sido y sigue siendo encarnar esa frase y haberla hecho bailar. Como dices, muy agradecida por la invitación a participar en la exposición del Patio Herreriano. Expuse un conjunto de 3 obras gráficas, que pudieron verse en Generación 2023 en La Casa Encendida, junto a una pieza sonora de 2016 llamada: Querida célula alterada.

Natalia: Pese a algunas recaídas de salud, aquí vuelvo a esa frase maravillosa que deviene de Baruch Spinoza “Lo que puede un cuerpo” el pasado mes de diciembre inauguraste tu primera individual en Barcelona dentro del espacio artístico Cordova que dirige Cory John Scozzari. ¿Qué se han podido encontrar los visitantes con Cucú y cómo trabajaste un espacio industrial tan peculiar como este? No sé sí condiciona también el estar situado en la Zona Franca de la ciudad y no en el recorrido habitual de las galerías.

Perla: El público ha tenido la oportunidad de encontrarse con mi mayor producción plástica. Todo era obra nueva. Mi trabajo tiene mucho que ver con los deseos y sus espacios. Para esta exposición, utilicé Cordova como escenario de juego. Para ello, mantuve el espacio de fondo y perforamos agujeros en las paredes. El público tenía que mirar para ver las obras, pero lo que veías a través del agujero era solo una parte de la pieza. Luego, podías acceder a otra sala del espacio y ver el resto de esta. Esto hacía que fueran dos obras distintas, dos lecturas, o, todo lo contrario: una necesitaba a la otra para completarse. No sé, dime tú. Eso es lo divertido del juego del cucú. En esta exposición, he profundizado más en el dibujo y la escultura. Como soportes, utilicé jaulas, botes de orina y cajas de mudanza. Son elementos cotidianos que hablan de enclaustrar, encerrar y mover. Además, retomé el trabajo con gelatinas de imágenes, ya que me interesa el proceso de transferir, esa idea de rastro, huella, lo que fue y lo que cuento. También tenía muchas ganas de explorar la idea de la pancarta, y para ello, presenté una primera que hice enteramente con vendas médicas y que llevaba la frase ‘Hoy estás aquí’, cerrando así la exposición. Con esta exposición quería hacer una burla a la exigencia de visibilidad y representación además de continuar explorando lo que venía ya trabajando desde Generaciones, la idea de la coraza y la entraña, de lo truncado, del tiempo…

Natalia: Tu obra es crítica y vulnerable y a la vez cuenta con bastante sentido del humor, esta expo de Cucú se tuvo que posponer varias veces. Sé que no te gusta nada el lenguaje bélico para hablar sobre la enfermedad, pero, ¿cómo afrontas el futuro por venir y como has integrado la ironía por ejemplo en Cucú o el año pasado en Generaciones 2023 de La Casa Encendida?

Perla: La risa es algo que no nos pueden quitar. El humor es una herramienta muy potente para anunciar verdad o hablar de lo que duele. Me sirvo de la ironía porque la utilizo en mi vida. Mi vida, al final, es muy dura. Es un deseo truncado tras otro, con parones constantes. Siempre pienso, ufff, ¿dónde estaría si no tuviera que parar cada cierto tiempo a darme unas vacaciones de quimioterapia? La ironía en mi obra se manifiesta en mi uso de imágenes o frases. En Generaciones, por ejemplo, utilizaba al cangrejo de Bob Esponja como metáfora para hablar del cáncer (el cangrejo es el símbolo del cáncer), y ese cangrejo te sacaba la lengua y te decía: ‘Si tu cuerpo genera un cáncer, tócate el culo’. En Cucú, había una imagen que decía ‘Ibiza is waiting’ porque da igual cómo estés ahora, Ibiza te espera para que lo pases teta. Básicamente, no hay problemas mientras haya limones para el gin tonic.

Natalia: Eres bastante prolífica en redes sociales, muy divertida y honesta también por ejemplo a través de la red X donde te llamas Emma Watson @JOVENDELAPERLA (ya me cuentas ahora el porqué del nombre de la actriz para ti) ¿Te gusta, te divierte, ayuda la sobreexposición pública?, ¿cómo llevas la gestión con las redes y los seguidores?

Perla: Me puse Emma Watson porque alguien subió mi Boiler Room a Twitter y puso qué hace Emma Watson pelada tocando en Boiler Room. Los seguidores hace tiempo que me dan igual. He entendido que no quiero ser una fashion DJ/ artista y, además, me hace muy feliz saber que cuando la gente viene a ver mi trabajo en directo, no piensa: ‘era mejor en redes’.

Natalia: Me gustaría que nos comentaras acerca de tu trabajo en la noche, en otras ocasiones ya hemos hablado de ese espacio liberador y seguro que suponen los clubs para las disidencias, cuéntanos por ejemplo acerca de las fiestas con CULPA y de tu intervención en proyecto CLUBS de Barcelona.

Perla: CULPA es mi bebé, que parí junto a Vera Amores, y desde hace un año hemos adoptado a una tercera madre llamada Vega Serafín. Mis tareas dentro del colectivo son la dirección creativa y el comisariado musical, aunque al final todas acabamos haciendo un poco de todo. Es precioso ver cómo el colectivo ha evolucionado y las personas que hemos conocido durante este camino y que ahora son familia. Las fiestas de CULPA están creadas por y para personas trans. Esa es la intención, aunque obviamente todo el mundo es bienvenido (siempre me meo teniendo que especificar esto). Básicamente, creamos las fiestas para traer propuestas que nos gustan y bailarlas con otras personas trans. Un recuerdo precioso es cuando vimos a Slim Soledad en She Makes Noise y aunque ambas ya nos conocíamos de Berlín, fue verla con Vera y decir ‘tenemos que traerla a un club en Madrid’, y ahora gracias a invitarla pasamos un fin de semana mágico y somos amigas. (esta parte que nos cuentas de generar comunidad y amigues desde el festival She Makes Noise me hace especial ilusión). Para clubs presenté un boceto del track que estoy trabajando con mi amiga Cem del colectivo HerrenSauna. Rescatamos un poema que escribí en 2019 y el concepto era: Destrucción sonora de locura jazz hablada. El arte y la pista beben la una de la otra, ¿cambian los códigos para ti, los procesos creativos y las relaciones que estableces cuando trabajas con la institución en una galería o junto a un promotor musical en un festival como Sónar o discoteca? (te diría que los procesos creativos son los mismos pero las relaciones profesionales, de producción, logística y tiempos que manejas si varían, siendo con la institución menos flexibles, aunque también es verdad que hace mucho tiempo ya que no salgo de la institución).

Natalia: Describe a Vera Amores aka Berenice, tu cómplice en CULPA y en el directo El Hechizo del Viejecito (ahora Cuarto de Pastilla)

Perla: Vera es una chica alta, guapa, misteriosa, portada de Vogue Checoslovaquia y una gran productora musical y artista. A parte, es una de las personas fundamentales en mi vida. Qué ganas de ver lo que estará gestando.

Natalia: Eres residente también de MARICAS, ¿la comunidad LGTBQ+ hace las mejores fiestas?

Perla: Si y las suyas son un gran ejemplo de esa certeza.

Natalia:Más allá de ser DJ, recuerdo uno de nuestros encuentros allá por 2021 colaborando con productores de música tan potentes como Lechuga Zafiro. ¿En qué punto estás ahora musicalmente?

Perla: El verano pasado fundamos Vera y yo el grupo Cuarto de Pastilla que es la consagración de nuestro show El Hechizo del viejecito y la idea es continuar grabando los temas para sacar el EP, pero con calma no hay prisa. También estoy trabajando con mi amiga Cem y excitada de ver qué cosas salen de ahí. Pero, me repito, sin prisa.

Natalia: ¿Cómo es tu presente Perla, qué nos puedes compartir de este 2024?

Perla: Mi presente es una gran mierda por temas de salud, pero me quedo con que soy muy afortunada por las amigas, pareja y familia que tengo. Os quiero mucho.

Natalia: Gracias y un fuerte abrazo. Cuídate.

Perla: Gracias por esta entrevista donde he podido hablar extensa y tranquilamente sobre mi trabajo. Es un placer como siempre volver a encontrarnos y qué ganas de ver cuándo será la próxima. Te envío un beso enorme (otro de vuelta Perla).

[Imagen destacada: Cucú – Perla Zuñiga. Fotografía Cortesía de la artista y Cordova].