close

En A*DESK llevamos desde 2002 ofreciendo contenidos en crítica y arte contemporáneo. A*DESK se ha consolidado gracias a todos los que habéis creído en el proyecto; todos los que nos habéis seguido, leído, discutido, participado y colaborado. En A*DESK colaboran y han colaborado muchas personas, con su esfuerzo y conocimiento, creyendo en el proyecto para hacerlo crecer internacionalmente. También desde A*DESK hemos generado trabajo para casi un centenar de profesionales de la cultura, desde pequeñas colaboraciones en críticas o clases hasta colaboraciones más prolongadas e intensas.

En A*DESK creemos en la necesidad de un acceso libre y universal a la cultura y al conocimiento. Y queremos seguir siendo independientes y abrirnos a más ideas y opiniones. Si crees también en A*DESK seguimos necesitándote para poder seguir adelante. Ahora puedes participar del proyecto y apoyarlo.

Wendy Carlos, Terre Thaemlitz, ARCA -electrónicas y fluidas-

Magazine

15 abril 2024
Tema del Mes: Eléctrica & Porosa -un presente contínuoEditor/a Residente: Natalia Piñuel Martín
Wendy Carlos, Terre Thaemlitz, ARCA Artista en una foto de prensa.

Wendy Carlos, Terre Thaemlitz, ARCA -electrónicas y fluidas-

De entre todos los recorridos posibles que hubieran podido hacerse poniendo ese necesario foco en trazar una nueva genealogía de la música electrónica comparto tres ejemplos -Wendy Carlos, Terre Thaemlitz, ARCA- que desde tres lugares muy distintos en la historia han marcado caminos para las generaciones presentes y futuras.

El caso de Wendy Carlos importa porque es una pionera como compositora y una pionera también en leerse y aparecer públicamente como mujer trans en la década de los años setenta del siglo pasado. Como compositora de música electrónica enlaza con la tradición de inventoras de sonidos dentro del campo de la ciencia-ficción donde, ya desde los años cincuenta, destacaron mujeres como Delia Derbyshire y Bebe Barron. Dentro de la propia industria cinematográfica, los géneros del fantástico y el terror dejaron siempre margen a la experimentación tanto temática como formal y por eso las películas de la época sobre monstruos de Serie B [1]Bebe Barron fue una compositora e ingeniera de sonido norteamericana que, junto a su marido, Louis Barron, realizó la primera banda sonora completamente electrónica de una película, Forbidden … Continue reading o invasiones extraterrestres no ponían pegas en contratar mujeres para hacer el diseño de sonido y la banda sonora. Con Wendy además llegó el éxito y el mainstream a la composición y producción electrónicas. Nació en un pueblecito de Rhode Island en 1939. Estudió física y música, en 1962 se trasladó a Nueva York, ciudad en la que hoy todavía reside y cursó un Master en música en la Universidad de Columbia, desde donde también han trabajado otras pioneras como Laurie Spiegel [2]Laurie Spiegel es una compositora y académica norteamericana pionera en entender y abrazar las posibilidades ofrecidas por la llegada de las computadoras en la década de los años 60. Experimentó … Continue reading. En los años sesenta, el doctor Robert Moog adoptó la idea del control por tensión para construir el primer sintetizador modular. Este fue el origen de los sintetizadores tal como hoy los conocemos. Su aparición desembocó en la mayor revolución de la historia de la música contemporánea por que cualquiera podía comprarlos y ensamblarlos por piezas en casa, siendo un precedente también de la cultura DIY, diez años antes del movimiento punk en Londres. En 1969 Wendy Carlos en colaboración con Moog, grabó una serie de obras de Johann Sebastian Bach en un disco llamado Switched on Bach. Para producirlo se utilizaron un sintetizador modular Moog y una grabadora de 4 pistas. El álbum tuvo un éxito increíble, vendió más de un millón de copias y fue el primer disco de música electrónica en obtener un premio Grammy.  Wendy Carlos inició su transición en 1968 aunque no fue hasta 1979 cuando anunció su cambio de sexo y se presentó como mujer trans a través de una entrevista en la famosa revista Playboy. Ocultando el proceso hormonal, imaginaos a principios de los setenta no había apenas derechos ni estaban visibilizadas las personas trans, recién empezaba la lucha del movimiento LGTB y ella se presentó al cineasta Stanley Kubrick en 1971, con un postizo facial y vestida con indumentaria masculina. El director de cine era fan del disco con Moog y quería esa aportación electrónica a la banda sonora de su siguiente película, La Naranja Mecánica. Wendy Carlos reinventó piezas clásicas brindándoles el tono futurista que la película requería; Title Music from a Clockwork Orange, es una transcripción electrónica de la música para el funeral de la Reina Mary, escrita por Henry Purcell a finales del siglo XVII. Mientras que March from a Clockwork Orange tiene como base el cuarto movimiento de la novena sinfonía de Beethoven, y es la primera canción en la historia cuyas vocales fueron grabadas con un vocoder, es decir, un sintetizador de voz. En 1980 Kubrick volvió a contar con ella para el score de su nueva película, la adaptación de la novela de terror de Stephen King, The Shining y dos años después trabajó para Disney en la creación de la banda sonora de TRON; esta partitura incorporaba orquesta, coros, música de órgano y sintetizadores, tanto analógicos como digitales y abrió camino para que los sintes fueran protagonistas de todas las bandas sonoras de pelis de terror y ciencia ficción de los ochenta. De hecho, su influencia llega hasta hoy, con la banda sonora de Kyle Dixon & Michael Stein para la serie producida por Netflix, Strangers Things. A principios del siglo XXI se remasterizó la mayor parte de su catálogo. Con el tiempo su rol dejó de ser activo para volverse patrimonial, pero su visión de la música y la tecnología como aliados está más vigente que nunca. Además de ser la primera mujer trans de la música electrónica y una de las primeras personas en visibilizar el tránsito de género. Ya en pleno siglo XXI continúan estas conexiones entre experimentación electrónica y ciencia ficción con compositoras como Mica Levi y Hildur Guðnadóttir, primera mujer en llevarse un Oscar por una banda sonora de composición electrónica.

Como pionero, pero desde la Academia, los estudios de género y los clubs a través de su alter ego como DJ Sprinkles, Terre Thaemlitz es otro artista originario de la américa profunda que ha preferido contar con una base en un lugar más amable como Japón, donde es propietario de la discográfica Comatonse Recordings, y organiza numerosos talleres de sensibilidad transcultural en la Uplink Factory de Tokio. Su obra combina de forma crítica temas de política de identidad ‒incluidos temas de género, sexualidad, clase, lingüística, etnicidad y raza‒ con una crítica y reflexión continuas de la socioeconomía de la producción de los medios comerciales. Esa diversidad se ve correspondida por la amplia y heterodoxa gama de estilos de producción de Thaemlitz, en la que se incluyen música electroacústica, deep house, ambient y solos de piano neoexpresionistas compuestos digitalmente. Ha publicado doce álbumes, numerosos EP, singles y discos en colaboración con otras artistas, remixes y obras de vídeo desde los años noventa. Siempre me interesó Thaemlitz pero fue a raíz de un encuentro en el MACBA de Barcelona [3]El programa Idiorritmias tuvo lugar entre los años 2017-19 en el Museo MACBA. El título hace referencia al concepto explorado por Roland Barthes en sus seminarios del College de France, dictados en … Continue reading hablando sobre la hipocresía en el mundo artístico, con una honestidad brutal, cuando me hice aún más fan si cabe. La charla en formato podcast tuvo lugar junto a Laurence Rassel, comisaria de arte y gestora cultural, que había pasado por Barcelona trabajando para el Centre d’Art Santa Mònica y como directora de proyectos de la Fundación Antoni Tàpies. Puede que haya sido la mejor conferencia-clase-encuentro-charla a la que haya asistido nunca. Allí se habló del concepto de hospitalidad y en cómo, adelantándose también unos años a la situación actual, las nuevas empresas tecnológicas y las instituciones culturales abrazan el postcapitalismo con una falsa idea de amabilidad que sirva para capitalizar una buena imagen, algo evidente entre la comunidad LGTBQ+, el movimiento queer o los feminismos. De esa violencia se habló en el MACBA en un ejercicio crítico hacia la propia institución museística que te acoge. Cito a Thaemlitz en un corte que compartió con las asistentes ese día acerca de una entrevista con Bandcamp que censuraron: “Existe la idea de que los clubs LGTBI que empezaron en los sesenta y evolucionaron hasta los años ochenta eran espacios seguros. Pero había un riesgo efectivo si ibas a este tipo de clubs. Hoy los lenguajes de estos espacios seguros provienen de instituciones que están alineadas con el mainstream. Como ahora que estamos en el MACBA y estamos hablando de estas cosas. Hemos perdido perspectiva y debemos tener en cuenta que toda esta lucha es en realidad un proceso que no ha acabado. La sensación de riesgo no es la misma ahora que la de antes. El lenguaje no es el mismo. Porque el contexto no es el mismo. Para empezar, vivimos en una sociedad que se sustenta en el Me gusta. Con lo que las relaciones también han cambiado. Muchos de los clubs de hoy están dirigidos por instituciones que se alinean con el discurso del poder. Esa sensación de que todo va bien y que ya estamos en lugar seguro”. La sociedad es perversa y en esto inciden los últimos textos publicados por Thaemlitz que se trasladan también en su música con publicaciones y sesiones que el mismo autoedita y derivan hacia el noise y la experimentación formal más alejada de las modas de la electrónica contemporánea. Para Thaemlitz, las empresas y cuando digo empresa me refiero también a instituciones y administración, fuerzan la hospitalidad y el buen rollismo para que sus trabajadores y colaboradores se sientan felices estando donde están. En el encuentro recuerdo que se habló también del origen de esa perversión desde la escuela y la universidad donde en las facultades de Bellas Artes se forman artistas que funcionen en el mercado del arte. De la misma forma que en las escuelas de cine fabrican artefactos audiovisuales para las plataformas online, ¿dónde queda la libertad artística?, ¿dónde queda la diversidad? Terre Thaemlitz admitió ser señalado en EE. UU. así que la razón principal por trasladarse a Japón es pasar desapercibido. Entiendo que manejar esa situación de vacío importa, que no todes pueden pero que sí lo consigues es una manera mucho más real de estar en el mundo. En ocasiones y esto es un planteamiento que os lanzo a quienes me leéis y formáis parte de todo esto ¿no creéis que nos estamos pasando con el tema de la visibilidad aceptando con ello formar parte de la normatividad? La hipocresía resulta tremendamente cansada. En su sesión en Nitsa, que se negó a que fuera grabada, quedó claro que nunca ha sido un DJ hospitalario.

Del activismo nada complaciente de Thaemlitz, finalizar con todo lo contrario, o quizás no tanto, quizás tiene la misma validez y legitimación hacer todo eso dentro de ese mainstream complaciente, ¡claro que sí! ARCA es una visionaria y más allá de la producción electrónica se ha creado un personaje que es una performer en sí misma. Ella lo hace todo, salió del underground, el underground del siglo XXI con las RR.SS. no es comparable con el del siglo XX, pero quedan otredades. Alejandra Ghersi es ARCA y nació en una familia acomodada de Caracas, migrando muy joven a Nueva York y después a Barcelona. Los orígenes importan ya que desde pequeña cursó piano y tuvo una excelente formación, también pudo viajar al norte y empezar a publicar canciones aprovechando la buena acogida de los ritmos urbanos latinos por parte del público general europeo y estadounidense, blanco se entiende. En 2018 se declaró como persone de género no binario para en 2019 leerse como mujer trans. Su trayectoria arrancó en 2017 cuando empezó a pinchar y performar de forma autodidacta en un club del Lower East Side.  Como tantas otras artistas trans, ARCA habla sobre la pista de baile como espacio seguro y de libertad. Desde entonces es una diva digital. En 2020 lanzó un disco espectacular KiCk i y colaboró con artistas como Björk, Rosalía, Shygirl y Sophie. La deconstrucción del pop está fuertemente arraigada en su imagen y videoclips donde aparece frecuentemente como una imagen en 3D, con animales fantásticos, paisajes oníricos, uñas de gel sobredimensionadas y referencias clásicas a su país como la presencia de la pintora María Lionza. Vulnerable, feroz, orgánica y digital. Los escritos de Donna Haraway y Ursula K. Le Guin la inspiran, y ella es ejemplo de como materializar la figura del cyborg a través de la mutación física y sonora donde todo exceso tiene cabida contando con una verdadera capacidad para liberar el cuerpo de la construcción trampa del género.

[Imagen destacada: ARCA. Fotografía de prensa].

References
1 Bebe Barron fue una compositora e ingeniera de sonido norteamericana que, junto a su marido, Louis Barron, realizó la primera banda sonora completamente electrónica de una película, Forbidden Planet (Fred M. Wilcox, 1956), clásico de culto de la ciencia ficción.
2 Laurie Spiegel es una compositora y académica norteamericana pionera en entender y abrazar las posibilidades ofrecidas por la llegada de las computadoras en la década de los años 60. Experimentó la composición algorítmica y escribió gran parte de la electrónica tal como la conocemos en la actualidad. Continúa trabajando desde la Universidad de Nueva York. A mediados de los 80 trabajó para Apple Mac creando un sintetizador inteligente para sus ordenadores personales y fue pionera también en la distribución de música online.
3 El programa Idiorritmias tuvo lugar entre los años 2017-19 en el Museo MACBA. El título hace referencia al concepto explorado por Roland Barthes en sus seminarios del College de France, dictados en 1977 y publicados de manera póstuma bajo el título Cómo vivir juntos. En el programa se daban cita performances y encuentros.

Natalia Piñuel Martín  es Historiadora del arte, investigadora cultural y comisaria. Cofundadora de la plataforma Playtime Audiovisuales con base en Madrid desde el año 2007 desde donde desarrollan proyectos para museos y espacios culturales como MUSAC (León), DA2 (Salamanca), Espacio Fundación Telefónica y Museo Centro de Arte 2 de mayo (Madrid), AECID o el Instituto Cervantes. Programa música & actividades del Festival She Makes Noise en La Casa Encendida desde el año 2015. Escribe regularmente en medios y da clases y charlas sobre prácticas artísticas contemporáneas y temas de género. Ha comisariado exposiciones para el MEIAC (Badajoz) y ciclos de audiovisuales y performance para el Instituto de las Mujeres y el Festival Her. Actualmente dirige y presenta el podcast Derivas. Está en su segundo año como doctoranda en la USAL. Foto: Enrique Piñuel.

Media Partners:

close
close
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)