Buscar
Para buscar una concordancia exacta, escribe la palabra o la frase que quieras entre comillas.
En A*DESK llevamos desde 2002 ofreciendo contenidos en crítica y arte contemporáneo. A*DESK se ha consolidado gracias a todos los que habéis creído en el proyecto; todos los que nos habéis seguido, leído, discutido, participado y colaborado. En A*DESK colaboran y han colaborado muchas personas, con su esfuerzo y conocimiento, creyendo en el proyecto para hacerlo crecer internacionalmente. También desde A*DESK hemos generado trabajo para casi un centenar de profesionales de la cultura, desde pequeñas colaboraciones en críticas o clases hasta colaboraciones más prolongadas e intensas.
En A*DESK creemos en la necesidad de un acceso libre y universal a la cultura y al conocimiento. Y queremos seguir siendo independientes y abrirnos a más ideas y opiniones. Si crees también en A*DESK seguimos necesitándote para poder seguir adelante. Ahora puedes participar del proyecto y apoyarlo.
Apenas a unas calles de distancia, dejando el barrio chino entremedias, coinciden en Nueva York dos exposiciones con algunos de los últimos trabajos de Guy Ben Ner y de la reciente galardonada con el Turner Prize Laure Prouvost. En la sala principal de la galería Postmasters, Ben Ner presenta uno de sus vídeos domésticos en el que reinterpreta 11 minutos de la película “La guerra de los mundos”, dirigida por Steven Spielberg, con el material que el artista tiene a su alcance, principalmente su casa y sus hijos. Prouvost centra el interés de su instalación, ubicada en la planta baja del New Museum, en la representación y encarnación de las estafas a través de Internet.
Ambas exposiciones tratan sobre la idea de la reconstrucción y personificación en carne propia de una ficción. En el caso de Ben Ner se trata del reenactment del reenactment, una historia, la de “La guerra de los mundos”, que a día de hoy sigue creando sentido a pesar de los diferentes formatos a los que se ha adaptado.
El reencatment de Prouvost es el de esa ficción que, aunque sea por unos instantes, asimismo crea sentido en nuestro imaginario: una historia desposeída de cuerpo a través de Internet. Ambas muestras tratan, desde lugares diferentes, la situación emocionalmente precaria del capitalismo occidental. Mientras Prouvost habla desde la seducción devenida en una situación emocionalmente frágil por las condiciones en las que se produce, Ben Ner lo hace desde el miedo. Sin embargo, más allá del contenido de sus trabajos, es significativa la postura que adoptan. No sólo tratan de lo inestable y quebradizo de una situación, sino que hablan desde ella, a través de medios igualmente pobres. Ambos tratan sobre un otro que se ha hecho nuestro: lo precario.
Es sintomático que ambas exposiciones coincidan en el tiempo y casi en el espacio en Nueva York, una ciudad que se mueve por el deseo en un país que lo hace por el miedo.
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)