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Barcelona es una ciudad mediterránea con un clima suave. Los agostos son húmedos y calurosos. A pesar de que ya no todo el mundo puede cogerse vacaciones todo el mes, todavía estamos en un país que cierra en agosto. Y descansa. Y prepara la entrada para la nueva temporada. Este año muchos estarán tumbados en la playa o en una terraza en la montaña con los deberes hechos. O al menos pensados. Así lo esperamos. Porque cerramos el año con todo en el aire: ¿qué pasará con el Canòdrom? ¿y con la Capella? ¿y con la Virreina? ¿seguirá Arts Santa Mònica? ¿qué pasará con el CCCB? ¿y con el Macba? El conseller de cultura de Catalunya, Ferran Mascarell, anunció a principios de julio que haría cambios, que pensaria en como organizar todo el contexto. Y Jaume Ciurana, teniente alcalde del ayuntamiento de Barcelona, en una entrevista en El País y La Vanguardia el último fin de semana de julio, colocaba al Macba en el centro de todas las decisiones. Tanto Ciurana como Mascarell parecen estar de acuerdo en que el museo marque el discurso institucional en la ciudad, que sea grande. El caso es que Barcelona no puede seguir en stand-by. Hace unas semanas publicábamos una carta de la asociación de galerías independientes de Catalunya (GIC) que de manera muy acertada denunciaba el bloqueo de la situación. Sí, llevaban razón, una generación de comisarios, críticos y artistas corre en peligro de no encontrar salidas, de no poder desarrollar proyectos. Otros tampoco lo tienen fácil. Sea lo que sea, hay que apretar el «ON» de una vez.
De momento para pasar el agosto os dejamos con cuatro artículos. Uno de Pilar Bonet que repasa la exposición «La cuestión del paradigma» en la Panera de Lleida y Maite Garbayo Maeztu la exposición de Àngels Ribé en el Macba de Barcelona. Por otra parte, Syd Krochmalny nos habla de las complejidades de la política estadounidense a través de la obra “Do You Have Time?” de Judi Werthein con Tomás Espina en Aldrich Contemporary Art Museum de Connecticut y Marina Vives reflexiona sobre los estados-nación tan presentes en la Bienal de Venecia.
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)