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Douglas Coupland, autor de Generación X (1991) y Generación A (2009), es mejor conocido como el hombre que ve el futuro. Hace un par de años proclamó ante un público: «Hasta hace poco el futuro era algo que nos esperaba. Era algo que anticipábamos e incluso temíamos. En algún momento el presente se fundió con el futuro. Ahora estamos viviendo dentro del futuro permanentemente. Es lo que yo llamo el superfuturo.»
Igual que el filósofo Paul Lafargue (El derecho a la pereza, 1883), Coupland opina que una jornada laboral de nueve a cinco es una cosa anticuada y rechazable, similar a la explotación infantil. En su manifiesto a favor de la pereza Lafargue argumenta que las máquinas modernas de la Revolución Industrial iban a dar más libertad al ser humano. Lafargue: «¿Pero que vemos? A medida que la máquina se perfecciona y sustituye con una rapidez y precisión cada vez mayor al trabajo humano, el obrero, en vez de aumentar su reposo en la misma cantidad, redobla aún más su esfuerzo, como si quisiera rivalizar con la máquina.»
El revolucionario Lafargue, enemigo de la sobreproducción, propone trabajar durante un máximo de tres horas al día, «holgazaneando y gozando el resto del día y de la noche». En su régimen de pereza, para matar el tiempo que nos mata segundo a segundo, habrá espectáculos permanentemente. Ya a finales del siglo XIX Lafargue se estaba imaginando un mundo con ‘Netflix and chill’. Imagínate la reacción de Lafargue si hubiera sabido que la Revolución Digital y la inteligencia artificial en el siglo XXI nos han dado aún más libertad, pero que seguimos cumpliendo con nuestra jornada completa de cuarenta horas.
Volviendo a Coupland. El artista canadiense trabaja junto con la inteligencia artificial. El año pasado el equipo de Google alimentó un ordenador con todo el trabajo literario de Coupland de los últimos treinta años a través de un algoritmo de aprendizaje automático. Así con más de un millón de palabras la máquina se podía familiarizar con el estilo del escritor. Después el ordenador aprendió con otro millón de palabras sacadas de publicaciones en Instagram como crear frases breves e inspiradoras. Con toda esta información la inteligencia artificial creó veinticinco lemas inspirados en los textos de Coupland. El artista mismo comentó: «¿He escrito estas frases? Sí y no. ¿Podrían haber existido sin mí? No.»
Hace más de diez años Coupland trabaja con el formato de lemas, donde comprime la mayor cantidad de información en la menor cantidad de palabras. Para él es un ejercicio de encontrar las sensaciones colectivas de nuestra cultura mundial. Coupland se inspira en el trabajo del artista Jenny Holzer quien a finales de los años setenta empezó a exponer en el espacio público sus Truisms; afirmaciones como «el trabajo es una actividad destructora de la vida», «cualquier superávit es inmoral» o «redistribuir la riqueza es obligatorio». Como comenta Holzer en una entrevista a raíz de su muestra en el Museo Guggenheim de Bilbao en 2019: «Hay verdades tan obvias que resulta doloroso recordarlas».
Uno de los eslóganes que la inteligencia artificial benévola de Google creó a partir de las ideas futuristas de Coupland fue «en el futuro todos seremos el 1%». Una frase que dolorosamente subraya la creciente desigualdad en la sociedad. El mundo en que vivimos donde, mejor dicho en las palabras del economista Joseph Stiglitz, «el 1% de la población tiene lo que el 99% necesita».
En el superfuturo de Coupland los trabajos de oficina se dispersan y la jornada laboral se vuelve más fluida gracias a la nube y la mayor velocidad de nuestra conexión al Internet. Nuestras horas de trabajo disminuyen, mientras todos los días de la semana nos sientan como si fuera un miércoles. No hay un fin de semana que anhelar, ni tampoco tenemos esa tristeza de los lunes. Bendito sea el miércoles.
(Imagen destacada: Ilustración de Pilar Sánchez Molina para «El derecho a la pereza» de Paul Lafargue (1883), editorial Virus, 2016)
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