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Hay muestras dirigidas por artistas que se oponen a ubicar a exposiciones en contextos y plataformas discursivas, históricas o teóricas como manera de ilustrarlos. Una es Bergen Assembly 2022, dirigida por el artista Saâdane Afif (Vendome, 1970), que apela al espectador como un co-creador de un proceso de investigación, rico en ficción de fortunas y sin co-relato pedagógico. Saâdane Afif y Yasmine D’O apelan buscan que el espectador coopere con lo que el francés llama un “esfuerzo necesario”. ¿Cuáles son las claves de este acertijo?
Vª Bienal de Marrakech, Marruecos, 2014. El origen de este relato está en la acción „Souvenir: La leçon de géométrie“. Cada tarde, Saâdane Afif ofrecía una clase de geometría en Jamaa El Fna, plaza central de la ciudad. Tras la clase, cada uno recibe una figura geométrica de cartón. En la plaza, público y comerciantes especulan, negocian, programan vidas comunes a sus suertes.
Bergen Assembly: Yasmine and the seven faces of the Heptahedron (Yasmine y las siete caras del heptahedro) es el nombre de su consecuencia en el presente. Saâdane Afif, convenero „congregante“ invita a un personaje enigmático a que sea curadora del evento, basándose en la obra Yasmine D’O – A dialogue by Thomas Clerc. “Yasmine es por una parte Yasmine d’Ouezzan, princesa, jugadora de billar y primera mujer en ganar el campeonato femenino francés de billar de 1932”, explica. “ Y Yasmine es en realidad tres personas: La original, campeona de billar, que descubrimos en el Museo de la Fotografía de Marrakech. Otra, la que encontramos en la obra de teatro de Thomas Clerc y que nos inspira. Y otra es la curadora de esta Bergen Assembly”, dice.
La trama es traducida a un recorrido por diferentes sedes que llevan los nombres de los personajes. Yasmine ha de buscar la forma final del heptahedro en encuentros con personajes. Así, una suerte de psicogeografía y viaje iniciático se despliega sobre la ciudad de fiordos: el profesor, el mercachifle, la motorista, la adivina, el acróbata, el carbonero y el turista.
El carbonero (The Coalman) está en Gyldenpris Kunsthall. En los días inaugurales, Afif presenta el pabellón y ante el público se pregunta por qué Yasmine no está ahí. Alguien exclama que ha visto a Yasmine en la estación de trenes: “me ha dicho que no podía quedarse y ha dejado una carta para ti”. Saâdane Afif lee en voz alta. En el suelo, una línea de algo entre carbón y alquitrán y en la pared, un texto: Nothing more, por Augustin Maurs. El artista sonoro residente en Berlín lee a diferentes ritmos la frase, deconstruyendo sentidos: “Nothing More. No thing more. No. Thing. More. More Nothing. More…”. De acuerdo con el artista, el proyecto “explora la voz como recurso de expresión y transformación, desde la fonación y el habla hasta el canto y la oralidad política, evocando la obra de Mladen Dolar, A voice and Nothing More, en que propone que la voz es la más auténtica textura de lo social. El carbonero es un espacio que emerge de la oscuridad, es trabajo manual desaparecido.
Un parlante en el piso toca Les soirs illuminés pa l’ardeur du charbon, de Claude Debussy, 1917, una pieza que en el lado es interpretada en un piano blanco de cola. Ahí también se encuentran gabinetes de madera y cristal con la colección de esculturas de carbón de Yasmine d’O. Son hechas por mineros en diferentes lugares de Europa entre los 60s y 80s. Las obras reproducen maquinaria, situaciones, símbolos de sindicatos – también la Copa de la FIFA.
Mientras, en la Academia de Arte, Música y Diseño, nos encontramos con The Professor, espacio donde se desmontan jerarquías y se experimenta con la libertad artística y pedagógica. Jörg Heiser reflexiona ahí en torno a la pieza Selbstportrait als Warner (“Autorretrato, advertencia”, 1927), que muestra a Grosz con un dedo índice corto en señal de advertencia, mofándose de sí mismo como docente. A un lado, la pieza Gruppo Petrolio de Lili Reynaud-Dewar, un trabajo que hace del fracaso un éxito: unos estudiantes desarrollan durante 2010 una investigación para un largometraje, tutorados por una profesora personificada por la artista. La investigación es una coartada de atentados a empresas de extracción. El espacio expositivo es un bar de poca monta. En las paredes, en cada uno de las siete pantallas de video vemos dos horas de discusiones y producción: los estudiantes conversan, analizan, conspiran tomando cerveza, comiendo pizza, fumando. Perpetuum mobile, la obra es comedia de educación y resistencia basada en Petrolio, de Pier Paolo Pasolini (1977).
En The Moped Rider encontramos un circuito de obras en las que “con las herramientas del pensar analógico, (la motorista) nos señala relaciones insospechadas entre cosas de la fortuna”. Aquí, en Bryggens Museum, vemos obras de Katia Kameli, Shirin Sabahi y Denicolai & Provoost. Katia Kameli presenta Stream of Stories en torno a los orígenes míticos persas e indios de las fábulas de La Fontaine, desacralizando los cantos de animales y moral para deducir y demostrar que todo proviene de la traducción y traslación.
Shirin Sabahi, iraní,muestra Borrowed Scenery: gabinetes de vidrio con objetos como monedas, conchas, peines, etc. y dos vídeo-proyecciones , ambas en salas contiguas: uno es la visita a Japón al escultor Noriguki Haraguchi, quien en 1977 montara Mind and Matter en el Museo de Arte Contemporáneo de Teherán, una tina de metal llena de lubricante usado. Sabahi rememora cuando ella y un amigo han visto de niños la obra –mostrada en Documenta 6 en 1977 y luego adquirida por el museo iraní– preguntándose si esta sería una masa sólida y reflectante. El otro video consiste en la recreación de la obra de Haraguchi, vertiendo aceite usado de motor en la pileta del museo en Teherán. Un equipo de personas cuenta sus recuerdos de la obra original, mientras sacan del fondo los objetos que los visitantes han arrojado a ella por décadas, confiando en su poder de cumplir deseos. Los personajes recuperan pasado desentrañando.
Denicolai & Provoost, en Eyeliner, presentan una colección de objetos puestos habitualmente a nivel de la mirada en vitrinas y ventanales. Son puentes-amuletos entre vida privada y pública, horizontes de pasado y presencias narrativas.
En El turista, vemos una obra de traducción y transformación espacial: La cantina de Sol Calero. El comedor social Kafé Mat & Prates convertido en un espacio de reminiscencias tropicalistas y de bienvenida. La cantina es evidencia perenne de que los procesos de diseño, convivencia y escucha tienen efectos concretos más allá de fronteras de idioma o geopolíticas en el contexto de tensión global.
En lugar de ilustrar, la curaduría de d’O –“porque Yasmine existe”, dice Afif – crea un sistema de claves, un dilema del somos replicantes. ¿Para qué? Pues, los oficios del juego dependen del azar y son tan efímeros como el acertijo que les da vida.
Bergen Assembly, hasta el 6 de noviembre en Bergen, Noruega
(Foto de portada: Sol Calero, La Cantina de la Touriste, en el Kafe Mat & Prat, Bergen. © Bergen Assembly 2022, Convened by Saâdane Afif and curated by Yasmine d´O. Photo: Thor Brødreskift)
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