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Andrés Jaque y la Oficina de innovación política hablan de las diferentes maneras en las que se pueden llenar las piscinas. La instalación se ha podido ver desde septiembre hasta finales de noviembre en la galería del REDCAT de Los Ángeles.
Curada por Ruth Estévez, Different Kinds of Water Pouring Into a Swimming Pool toma como detonante la pintura del mismo nombre ejecutada por el británico David Hockney en 1964. Recién llegado de Inglaterra, fascinado con Los Ángeles, pronto identifica los fluidos como gestualidad autóctona de la ciudad. Esta obra aunaba elementos tales como el deseo que une a los cuerpos con los espacios, la confluencia de los imaginarios personales sobre la vida californiana, sus proyecciones en la arquitectura y el valor de las narrativas personales como motores de los movimientos y las transformaciones del contexto. Del mismo modo, Jaque y la Oficina se embarcan en un análisis parcial de las maneras en las que habitantes de esta gran urbe negocian con la arquitectura la posibilidad de que sus cuerpos y sus memorias configuren los jardines de atrás. El arquitecto ha recogido testimonios de cómo se transforman las casas para dar cabida en ellas a las historias particulares de sus habitantes.
El proyecto tiene dos partes. Una instalación en la galería se complementa con una publicación. La primera propone una interpretación libre de apaños y remendos a los que las familias entrevistadas han recurrido para alterar las arquitecturas que habitan. Esta traducción desde la casa física a la voz de su habitante a la instalación ha sido mediada por otro cuerpo, el del arquitecto. La publicación, por otra parte, recoge la transcripción de las memorias de cada habitante en relación al espacio que habitan. Éstas conviven con textos de la curadora y el arquitecto.
Dudas sobre los límites de la arquitectura y la instalación han bombardeado el proyecto desde frentes diversos. Yo me niego a entrar en ese debate; prefiero prestar atención al escenario donde ocurre el drama del agua que fluye. Una galería en el mismo corazón de la burbuja urbanística, en donde se escenifica la cadena de traducciones de seis historias absolutamente fragmentarias e individuales. Quienes nieguen que se haya pillado de qué va la arquitectura en esta ciudad, que levanten la mirada y disfruten del juego de los fluidos.
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)