¿Quedarse con el problema?

Una conversación con Ekaterina Iragui (Iragui Gallery).

En 2011, Ekaterina Iragui fundó una de las galerías de arte contemporáneo más importantes de Moscú, dedicada a dar a conocer el arte ruso contemporáneo. La galería cuenta con un programa variado que abarca varias disciplinas, con especial énfasis en las obras de arte conceptual. En particular, facilita activamente la participación de artistas rusos en iniciativas artísticas globales, lo que promueve su integración en la escena artística internacional.

Para Iragui es fundamental el compromiso con la investigación académica, y por ello colabora estrechamente con instituciones culturales de Rusia y Europa. Aboga por un enfoque colaborativo, valorando las asociaciones con artistas, comisarios y coleccionistas por igual. A lo largo de los años, la galería ha forjado colaboraciones impactantes con prestigiosas instituciones como la Bienal de Moscú, la Bienal Internacional de Arte Joven de Moscú, el Centro Georges Pompidou, el Espacio Louis Vuitton y el Museo Pera, entre otras.

Además, la galería de Iragui ha dejado huella en la escena mundial gracias a su participación en importantes ferias de arte internacionales como Art Brussels, NADA Miami, Artissima, LOOP, viennacontemporary, Drawing Now París, ARCO Lisboa, Cosmoscow y Paris Internationale. En la actualidad, dedica sus esfuerzos en inaugurar una nueva galería en París para finales de este año, lo que consolida aún más su compromiso de impulsar el diálogo y la visibilidad del arte contemporáneo a escala mundial.

Denis: Dadas las circunstancias actuales, ¿cómo percibes la compleja interacción entre estética y política?

Ekaterina: Tanto en la época contemporánea como a lo largo de la historia, la interacción entre arte y política ha sido compleja y polifacética. El arte siempre ha sido un medio potente para expresar puntos de vista políticos, poner de relieve injusticias sociales y abogar por la transformación de la sociedad. En el transcurso de la historia, los artistas han desafiado con valentía a la autoridad, han arrojado luz sobre la desigualdad y han suscitado movimientos en pro del cambio.

De hecho, el arte sigue siendo una forma de protesta crucial, en la que se aprovecha el ingenio de los artistas para enfrentarse a problemas políticos urgentes y catalizar el progreso social. Varios movimientos artísticos, como el arte de protesta, la sátira política y el realismo social, son testimonio de la perdurable importancia del arte a la hora de involucrarse en la política. Sin embargo, es esencial reconocer que la relación entre arte y política no es unidireccional; los regímenes políticos también pueden apropiarse del arte con fines propagandísticos y de control. Se han dado casos de arte y censura patrocinados por el Estado para propagar ideologías políticas y reprimir voces disidentes.

La dinámica interacción entre arte y política subraya el intercambio continuo de influencias entre artistas y figuras políticas. El arte posee la extraordinaria capacidad  de desafiar las normas, incitar a la contemplación e inspirar cambios transformadores en el panorama político. Como comentó una vez un amigo comisario de museo, el arte resulta especialmente cautivador durante tiempos tumultuosos.

Personalmente, para mí el arte me sirve de lente para comprender el mundo. Tras mi traslado a Moscú desde París, mi comprensión del arte underground soviético reciente se ha visto moldeada por las obras, los relatos y las experiencias de los artistas. Para mí, lo que ahora se conoce como arte moderno fue una puerta de entrada a entender los matices culturales y políticos de la época.

El arte contemporáneo intrínsecamente ha encarnado una forma de protesta en el contexto de Rusia y su trayectoria soviética y postsoviética. Su capacidad de provocar la introspección y evocar diferentes perspectivas lo convierten en una potente fuerza de crítica social. Durante años, el principio que me ha guiado se ha fundamentado en creer que mi vocación como galerista puede contribuir al avance de una sociedad más democrática.

D: Emprendiste tu viaje en el mundo del arte en medio de la vibrante atmósfera de París antes de adentrarte en Moscú, donde presentabas artistas extranjeros e iniciabas un diálogo gradual con los talentos rusos de la zona. Reflexionando sobre esta trayectoria, ¿cómo caracterizarías la evolución del panorama artístico de la ciudad desde tu llegada inicial hasta la actualidad?

E: El conflicto militar en Ucrania ha provocado una represión de la expresión artística y una notable transformación del mercado de arte en Rusia. Los artistas navegan por un panorama plagado de censura y autocensura, coaccionados por el miedo a sufrir represalias por sus obras. Con todos estos desafíos, algunos artistas se han atrevido a canalizar su desacuerdo a través del arte, erigiéndose como inconformistas ante la adversidad. Por el contrario, otros han optado por temas más viables comercialmente.

Sin duda, las repercusiones del conflicto han afectado a galerías, museos y ferias de arte, y muchos participantes internacionales se han mostrado reticentes con la idea de involucrarse en la escena artística rusa. Esta indecisión ha contribuido a crear una atmósfera de sobrecogedora insensibilidad —incertidumbre y dificultad para los artistas y las partes interesadas de la industria artística rusa—.

D: ¿Qué proyectos contemplas próximamente? Cuando te planteas futuras exposiciones, ¿qué preguntas esenciales te haces?

E: El objetivo principal es elevar el estatus de una galería regional a un nivel internacional, con especial atención a convertirnos en un espacio de exposiciones dinámicas dedicado a mostrar nuevas obras de arte visual e interdisciplinar.

Estoy entusiasmada con la apertura de nuestra nueva galería de París, que acogerá una exposición de la aclamada artista Olga Chernysheva, galardonada con el prestigioso premio Guerlain 2022 en París. Esta exposición explora de manera inmersiva la extraordinaria obra de Chernysheva, ofreciendo al público una mirada profunda de su visión artística y su historia. Además de exhibir a artistas reconocidos como Chernysheva, me comprometo a fomentar el talento emergente de las nuevas generaciones. Uno de ellos es Rodion Kitaev, que se ha trasladado recientemente a París y ha establecido aquí su atelier. Nuestra programación incluirá una mezcla variada de exposiciones individuales y proyectos de grupo comisariados, con el fin de garantizar a nuestros visitantes una experiencia artística rica y variada. Este enfoque refleja nuestro compromiso de promover voces artísticas individuales e iniciativas de colaboración en el panorama del arte contemporáneo.

Además, nuestra presencia en París representa una muy buena oportunidad para profundizar en nuestro compromiso con artistas internacionales. Estoy deseando seguir trabajando con Carlos Noronha Feio, Jeanne Susplugas y Linda Carrara; fomentar el diálogo intercultural y traspasar los límites de la exploración artística. En general, la apertura de nuestra galería de París abre un excitante nuevo capítulo.

Estoy ansiosa por dar la bienvenida a entusiastas del arte y aficionados a la cultura para que experimenten las vibrantes y dinámicas exposiciones que les esperan. Mi objetivo es crear un centro comunitario en el que converjan ideas provocadoras, diversas formas artísticas, artistas y público, fomentando una perspectiva que promueva la visión, la asunción de riesgos y el descubrimiento. Veo este espacio como un refugio para la experimentación creativa, donde la creatividad no tiene límites.

Aprovechando mi conocimiento de la Europa del Este, me comprometo a ofrecer oportunidades a los artistas de esta región y garantizar que sus voces y perspectivas ocupen un lugar destacado en esta plataforma internacional.

Más info sobre Iragui Gallery aquí.

(Foto de portada: Retrato de Ekaterina Iragui. Cortesía de Ekaterina Iragui y Iragui Gallery).