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LO QUE IMAGINAMOS AYER, HOY PUEDE SER TOTALMENTE VERDAD Y TOTALMENTE MENTIRA. La propuesta se lanzó en abril. En aquel momento el reto que nos planteamos era cómo podíamos hablar de un tiempo que estaba por venir en un momento en que cualquier proyección parecía verse sobrepasada a tal velocidad que casi ni cristalizaban. Pareciera como si las antítesis se plantearan antes que las tesis, y las síntesis fueran imposibles… de golpe, la vida era “más que real que la vida misma”. ¿Quedaría entonces la ficción obsoleta?
La ficción que barajamos tiene un campo indeterminado, debiera poder girar en torno a cualquier tema, pero al mismo tiempo surge de una intención que sin estar pautada, tiene una dirección, la de reflexionar sobre nuestros modos de vida. Por eso, mas que especulaciones individuales, mas que un lugar de evasión de la realidad, se planteó como si colocáramos una lente sobre la incertidumbre, que responde a la normalidad, un ejercicio para repensarnos… las tesis y sus antítesis, las acciones o sus ausencias que quieren ser una práctica libre, un gesto consciente -que no una herramienta, ya que va más allá del utilitarismo- que nos permita un espacio y un tiempo para imaginar el ser colectivo.
Estas alternativas plausibles (¿por qué no?), de alguna manera, se han tejido y entretejido, se han conjugado – lo que implica algo más que una relación de datos e informaciones, y pone en juego una sensibilidad estética y sensitividad emocional[1], diferente a una mera conexión – y se han comentado las unas a las otras en un camino de cuatro semanas. Así, estas ficciones articulan una matriz, un patrón que escapa de una estructura de posibilidades pautadas, ya (siempre) caducas.
“… el destino no puede ser un asunto exclusivo de este universo físico; tiene que involucrar una o más de las otras ramas de un multiverso, del alam al-khayal (el Mundo Imaginal), o la ficción que no se desmorona “dos días después”, o el reino de la danza de movimiento, cuerpo, espacio, tiempo alterados, silencio y música, etc. En algunos casos, el otro cuerpo diferente con el que se va a colaborar ya existe, en la forma del cuerpo sutil en el Mundo Imaginal, o el cuerpo espectral en el reino no-muerto… en otros casos, uno tiene que producirlo, por ejemplo, como personaje de una ficción que no se desmorona “dos días después”, o, si se es bailarín, como versión sutil en el ámbito de la danza de movimientos alterados, cuerpo, espacio, tiempo, silencio y música.”[2]
Andrés Carretero pasea por el espacio urbano – escenario de lo humano y civilizado por excelencia – para repensar su uso en la hipótesis de su vacío, y qué tipo de producción o de nueva productividad se puede establecer en su negación de dinámicas pasadas o en su redefinición de otras nuevas.
Julia Ramírez Blanco cuenta. Y nos cuenta dos veces una fábula que literalmente agujerea estructuras para tratar el concepto de comunidad, imagina los cuerpos que la forman, los lugares que habitan y los monstruos de sus márgenes.
Lorenzo Sandoval da forma a modo de decálogo a una serie de intuiciones, en una enunciación política y poética para plantear, punto a punto, posibilidades divergentes de lo institucional.
Como ultima reflexión, la hecha desde el propio campo de la investigación artística (si es que lo otros no lo son, o si es que este se puede reducir), Esther Gatón nos propone una visión nuclear en la que se diluye en un movimiento expansivo el concepto de máquina / trampa desde el dispositivo expositivo, las redes de un campo de diversión / alienación, hasta la enana negra en la que un día se convertirá el sol.
En estas cuatro semanas los edificios se han diluido, las casas agujereadas fueron sometidas a un control estructural, el sol podría haber estallado, nuestra conectividad se pudo ver comprometida. Pero también las comunidades se abren, las instituciones se pueden reinventar, las trampas son dispositivos que abrazan y las ciudades son repensadas, desde una condición política que se fundamenta en una nueva imaginación radical. Estas son las tesis y antítesis que en cuatro tonos, y tonalidades, diversas nos hablan de esa ficción por venir.
[1] Franco “Bifo” Berardi, Fenomenología del fin: sensibilidad y mutación conectiva, Caja Negra, Buenos Aires, 2017.
[2] Jalal Toufic, What Was I Thinking?, Stenberg Press, Berlin, 2017.
(Imagen destacada + Nota de la autora: Esta imagen ha sido elegida porque fue una de las que estaba en el escritorio de mi computador el día 11 de abril de 2020, momento en el que los autores estábamos comenzando a hablar de las posibilidades de la ficción. Fue hecha en Italia un año y unos meses antes. Aunque en su lectura quedan indefinidos el tiempo y el espacio en el que fue tomada. Queda abierta a la imaginación cualquier posibilidad de lo que podía estar pasando o hacia lo que se podía estar avanzando).
"A desk is a dangerous place from which to watch the world" (John Le Carré)