close

A*DESK has been offering since 2002 contents about criticism and contemporary art. A*DESK has become consolidated thanks to all those who have believed in the project, all those who have followed us, debating, participating and collaborating. Many people have collaborated with A*DESK, and continue to do so. Their efforts, knowledge and belief in the project are what make it grow internationally. At A*DESK we have also generated work for over one hundred professionals in culture, from small collaborations with reviews and classes, to more prolonged and intense collaborations.

At A*DESK we believe in the need for free and universal access to culture and knowledge. We want to carry on being independent, remaining open to more ideas and opinions. If you believe in A*DESK, we need your backing to be able to continue. You can now participate in the project by supporting it. You can choose how much you want to contribute to the project.

You can decide how much you want to bring to the project.

Magazine

04 March 2010
Los Otros invitados de Arco

Cuatro rumanos y tres españoles, todos ellos habitantes, literalmente, del espacio público, es decir, gente sin techo, indigentes, fueron invitados a visitar Arco 2010 por el artista Quino Monje Barón, en una acción titulada País Invitado. Una acción contextual que supuso la infiltración de “indeseables” en una feria de arte contemporáneo, donde todo se pretende que sea “deseable”. Para de alguna manera, hacer visibles a aquellos que siempre permanecen invisibles y que desde luego no son invitados a sitio alguno, si no es a cambiarse de esquina. Una fractura, una grieta, demasiado real, en una feria casi fantasma. Fantasma no por vacía, aunque también, sino porque los malos augurios indican su pronta desaparición, o al menos, se exige su urgente redefinición. Y es que no hay nada más real que los inframundos, aquellos que no podemos ni tan siquiera imaginar. Pero es preciso abrir estas fracturas, y señalar con el dedo lo que ya no se puede tolerar. Resulta difícil imaginar a estas personas pululando por Arco con sus ropas raídas y pelaje grasiento, al lado de gente bien vestida e “instruida”, y ante galeristas ansiosos por mostrar sus mercancías-fetiche. Les hubiese faltado quizá el carrito para ir acumulando tanto residuo. Y más si tenemos en cuenta que Arco, en los últimos años, ha ido subiendo progresivamente el precio de su entrada, para evitar de esta forma que intrusos (clase media-baja) recorran sus stands.

De lo que no cabe duda, es que estas personas, como el resto de los mortales que fuimos a Arco, se debieron aburrir como ostras, deambulando por esos pasillos alopécicos de los que tanto se ha hablado y viendo obras que seguramente no entendían (muchos de nosotros tampoco) ni falta que les hizo, si por un día pudieron abandonar las cercanías de Atocha, su paisaje habitual, para insertarse en otro paisaje si cabe más anodino, aunque eso si, menos concurrido.

Rosa Naharro endeavours to think about the present, considering its distinct contexts, through culture and contemporary art. Looking at exhibitions, writing, reading, film, music and even conversations with friends serve as her tools. Understanding and interpreting “something” of what we call the world becomes a self-obligation, as well as taking a certain stance, that doesn´t distance her from it. She combines writing for A*Desk with writing her doctoral thesis at the UCM and working with cultural management projects.

Media Partners:

close