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COMUNIDADES DISIDENTES

Magazine

agosto
Tema del Mes: Comunidades disidentesEditor/a Residente: Pilar Cruz

COMUNIDADES DISIDENTES

Al igual que muchas de vosotras, me encuentro estupefacta durante este verano, entre las olas de calor y ante la ola de neofascismo y extrema derecha que recorre el mundo, y que ha vuelto a instalarse en el espectro de lo que es tolerable en el imaginario social. Me niego por completo a esa inercia de rendirme al pesimismo y me resisto a la impotencia frente a sus reconquistas. Pero, ¿podemos hacer algo significativo desde nuestras posiciones individuales?

Aparte de una conciencia individual y de ejercer los derechos a los que tengamos acceso, cuando se trata de las fuerzas de la Historia, hay que ampliar el foco. Y es que desde nuestras parcelas y comunidades tenemos capacidad para detener esta deriva si consideramos la configuración colectiva, en comunidad, como espacio de posibilidad para lo político, y si analizamos la manera en la que ésta ha ejercido diversas formas delucha y resistencia.

Entender la potencia disidente de las comunidades y de su organización subcultural (en su dimensión dialéctica de la cultura hegemónica) nos permite sonsacar algunas maneras de combatir contra quienes buscan el deterioro de los derechos humanos o el sostenimiento de privilegios segregacionistas.

Para aportar sentido a estas reflexiones de calentura indignada, pido ayuda a cuatro autoras que han hecho unas acertadísimas aportaciones con las que profundizar en estas lides. Oriol Rosell nos da varias claves desde los estudios subculturales, valorando las huellas que deja la “performatividad de un cierto desencaje” tras la participación en las comunidades de subversión subcultural. Aunque como reverso tenebroso, ese desencaje con la cultura dominante, en su configuración actual, también produzca monstruos como las subculturas misóginas. YESSi PERSE, a través de un vídeo, una lista de reproducción y una linkografía, hablan de SiegedSec, un grupo de “Queer Furry Hackers” asociados a la izquierda LGTBIQ+ y la subcultura Otherkin. SiegedSec genera estrategias de acción política directa mediante el filtrado masivo de datos de gobiernos intolerantes que legislan contra el aborto y los derechos LGTBIQ+.

Vista Oral parte del Museo del Remember para aparcar en la Ruta del Bakalao. Por si alguien se pregunta qué pinta la Ruta en un monográfico sobre las comunidades disidentes, convocamos a Julia Ramírez Blanco que nos recuerda que, a partir de los años 90, la protesta adquiere una dimensión celebratoria, y la experiencia de existir durante la fiesta difiere a los protocolos que rigen fuera de ella, cosa que favorece la disidencia. No en vano, la reacción legislativa que se produce posteriormente (en Inglaterra), criminaliza la cultura rave y el ocio subversivo[1]Ramírez Blanco, Julia, Utopías artísticas de revuelta, Claremont Road, Reclaim the Streets, la Ciudad de Sol.Ediciones Cátedra, Madrid, 2014.. En ese sentido discurre el argumentario de Vista Oral sobre cómo la subcultura del bakalao responde al momento histórico y a un estado excepcional de anomia (falta de leyes). Y esto permite que las discotecas se conviertan en Zonas Autónomas Temporales, y la pista de baile (y el párking) en un espacio de resistencia al sistema establecido. Hasta que el cuerpo aguante, y más allá.

Diana Padrón apunta hacia cómo la cultura, y sobre todo la industria cultural, se ha despolitizado y convertido en territorio de consenso. Diana propone la repolitización de la clase creativa para generar comunidades más incluyentes, pero ya no en la política como el arte de lo posible, sino, siguiendo a Chantal Mouffe, para creer en lo político como el arte de lo imposible.

La lectura de este monográfico nos aporta pistas que nos pueden permitir desactivar ese mundo pésimo que se está configurando. Entre otras, que para disolver la distopía creciente, las comunidades disidentes nos aportan herramientas, que para ser efectivas tienen que actuar, aliadas, en una confluencia que opere en varios niveles: desde el ciberespacio a los cuerpos y las calles, y también, ¡cómo no!, en los espacios de decisión y representación. Sin olvidar que han de actuar también en lo simbólico y en la organización social y personal, en nuestras pequeñas esferas de influencia y en general en todas las dimensiones de la existencia.

 

(Foto de portada: Los revoltosos y petroleuses disparando edificios públicos en París durante la Comuna de París de 1871 (1906). Artista desconocido).

References
1 Ramírez Blanco, Julia, Utopías artísticas de revuelta, Claremont Road, Reclaim the Streets, la Ciudad de Sol.Ediciones Cátedra, Madrid, 2014.
Tema del Mes

Pilar Cruz es curadora, trabajadora cultural, chica ye-yé.
Es licenciada en Historia del Arte y máster oficial en Estudios Avanzados de Historia del Arte por la UB, con un trabajo final sobre las subculturas en España en la década de los 60.
Ha desarrollado su trabajo en diversas entidades como la Fundació Miró, Macba, Museo Serralves, Caixafórum, Sala d’Art Jove, Arts Santa Mònica, Can Felipa, Sant Andreu Contemporani, Festival Periferias, Art Barcelona… Seleccionada en la primera edición de Komisario Berriak, su interés por formatos híbridos de trabajo le ha llevado a codirigir proyectos como Liminal GR o Degénero ediciones junto a Fito Conesa.
Ha formado parte del equipo curatorial de La Capella, y actualmente desarrolla diversos proyectos de manera independiente, es asesora del programa Temporals de ICUB y forma parte de Club9.

Retrato: Sylvia Yruela Studio

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