Miedo, control, seguridad

En el año 2016, partiendo del libro de Ulrich Beck, La Sociedad del Riesgo: Hacia una nueva Modernidad, analizábamos los riesgos que conllevaba el desarrollo moderno (riesgos sociales, económicos, políticos…), convertidos en la coartada perfecta para la consolidación de políticas de privatización económica y desmantelamiento de lo social; de limitación de libertades; de secuestro de la intimidad y de mayor control en aras de una mayor seguridad. Todo este potencial es ahora real.

Miedo, control, seguridad era nuestro editorial en febrero de 2016 y se desdoblaba en diferentes proyectos artísticos que giran alrededor de la idea de control (Dora García, Hito Steyerl, Harun Farocki, Muntadas), para finalizar con una reflexión sobre la instrumentalización del miedo como estrategia para mantener el orden en las sociedades hiperconectadas.

Soundscapes para A*DESK 2/4

A través de conceptos asociativos y juegos de literalidad-no-literalidad, estas sugerencias musicales destilan, complementan o potencian en el tema desarrollado en el editorial.

Excavando entre mis discos encuentro esta joya de Richard H. Kirk, Virtual State, que como muchos de sus trabajos me resulta idóneo para ilustrar, musicalmente, el contagio de la sociedad de la información y las tecnologías del control en la creación artística.

Richard H. Kirk, era un prolífico inglés músico nacido en 1959 y fallecido recientemente, en 2021. Es conocido por formar, junto a Chris Watson y Stephen Mallinder, la influyente banda Cabaret Voltaire a principios de los años 70, y por ser uno de los máximos exponentes, ya en su carrera en solitario, de la significativa ola de música electrónica que proliferó en el Reino Unido durante los años 90. Gracias a un influyente trabajo, desde sus innumerables alias, propició la exploración y el desarrollo de subgéneros como el electro, la IDM, el ambient, el house y el techno. Desde sus inicios quedaron marcados la transgresión y la experimentación, el espíritu del Do It Yourself (DIY) y del dadaísmo contestatario, características heredadas del punk, entendido como postura vital y artística. Su padre era radioaficionado y esto claramente influencia su interés por la tecnología y por el registro y transmisión de información, que se ve reflejado en el uso de las disonancias electrónicas de las transmisiones de radio, muy presentes en su trabajo. Este álbum, concebido para ser escuchado entero de una vez, sintetiza las vivencias, hallazgos y pérdidas, provocados por los cambios tecnológicos y culturales de su contexto histórico, aquel que, enfilado hacia el fin del siglo XX, ve materializarse un nuevo mundo con nuevas realidades, donde los estados y entes de poder despliegan nuevos sistemas de control. Aunque sí parece dejar un espacio para la esperanza, o lo es quizá para el mero recuerdo de ese «sentimiento de calidez y belleza», que nuestro frío devenir hiper-tecnologizado ha erosionado.

Richard H. Kirk
Álbum: Virtual State (1994)
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